Jesús quiere que estés para siempre con El en el cielo.

Jesús quiere que estés para siempre con El en el cielo.

 

Jesús dijo: Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. (Juan 12:26)
TU PUEDES SER UNO DE ELLOS.

ORACIÓN PARA SER SALVO: Querido Jesús en este momento me arrepiento de todos mis pecados, creo que moriste en mi lugar en la cruz llevando mi culpa y pagando mi deuda con Dios. En este momento te entrego mi vida e invoco tu nombre para ser salvo, te pido que entres en mi vida y te recibo como mi Señor, mi salvador y mi Rey, gracias porque me has perdonado, gracias porque ahora soy salvo y soy verdaderamente un hijo de Dios. Muchas gracias mi Señor Jesús. Amén.

Jesús quiere que estés para siempre con El en el cielo.

Jesús quiere que estés para siempre con El en el cielo.

 

Jesús dijo: Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. (Juan 12:26)
TU PUEDES SER UNO DE ELLOS.

ORACIÓN PARA SER SALVO: Querido Jesús en este momento me arrepiento de todos mis pecados, creo que moriste en mi lugar en la cruz llevando mi culpa y pagando mi deuda con Dios. En este momento te entrego mi vida e invoco tu nombre para ser salvo, te pido que entres en mi vida y te recibo como mi Señor, mi salvador y mi Rey, gracias porque me has perdonado, gracias porque ahora soy salvo y soy verdaderamente un hijo de Dios. Muchas gracias mi Señor Jesús. Amén.

Muchas personas creen que ya son cristianos …

Muchas personas creen que ya son cristianos …

Muchas personas creen que YA son cristianos por haber nacido en un hogar que tiene una religión cristiana PERO CADA PERSONA DEBE EN UN MOMENTO DE SU VIDA TOMAR UNA DECISIÓN PERSONAL. ESTA DECISIÓN ES LA MÁS IMPORTANTE QUE PUEDA TOMAR YA QUE SE JUEGA SU DESTINO ETERNO.
HACERSE CRISTIANO no significa aceptar una filosofía o un juego de normas, o creer en una lista de principios abstractos;
Abrazar la fe cristiana significa permitir a Dios que entre y viva en nosotros. (Colosenses 1:27.)
Abrazar la fe cristiana significa arrepentirnos. (Hechos 2:38; 26:18.) Y eso, a su vez, significa querer ser diferentes, admitir que estamos en el mal camino y que queremos volver a la buena senda. Muchos vienen a Jesús,  porque saben que están en un callejón sin salida, camino a la destrucción. Si están dispuestos a cambiar, Jesús los acepta y atiende a sus necesidades.
Abrazar la fe cristiana significa convertirnos. (Hechos 3:19; Mateo 18:3.) Y para eso hay que darse vuelta y caminar en la dirección opuesta -la verdadera dirección- con Jesús.
Abrazar la fe cristiana significa ser perdonado. (Salmo 103:11-12.) Y eso significa ser despojados de nuestros pecados como si jamás hubieran existido y que no queden ni rastros de ellos. Mas aún, significa ser perdonados cada día, ¡vivir en estado de perdón! (1 Juan 1:9.)
Abrazar la fe cristiana es nacer de nuevo. (Juan 3:1-21; 1 Pedro 1:23.) Y aquí llegamos al centro del asunto. Un erudito y anciano dignatario fue a Jesús de noche buscando respuestas a sus interrogantes. Jesús le dijo:
Nicodemo, tienes que nacer de nuevo.
El anciano sacudió la cabeza. -¿Como es posible que un hombre ya grande vuelva a nacer? ¿Puede acaso entrar de nuevo en el vientre de su madre para volver a nacer?
Jesús le respondió: Nicodemo, no estoy hablando del nacimiento físico; eso ya sucedió. Tienes que nacer del Espíritu. (Del Espíritu Santo).
¿Qué quiso decir Jesús?
La Biblia nos enseña que Dios creó al hombre con la capacidad suficiente para conocerle y corresponderle. Pero desde el comienzo el hombre interrumpió esa relación y cuando lo hizo, murió espiritualmente y transmitió esa muerte espiritual a todos sus descendientes. Lo mas recóndito de nuestra personalidad toma el nombre de “espíritu” o pneuma en griego, y fue creado con el propósito principal de conocer a Dios. Los animales tienen cuerpo y alma, pero los hombres tienen cuerpo, alma y espíritu. (1 Tesalonicenses 5:23.) Cuando el hombre, en el comienzo, destruyo la relación con Dios -lo que llamamos la caída del hombre- murió esa parte recóndita, o quedó fuera de acción, y siempre desde entonces el hombre actuó a impulsos de su alma y de su cuerpo. (Génesis 2:17.) ¡No es de extrañar entonces que nos hayamos metido en semejante enredo!  El “alma”, psiquis en griego, es el componente psicológico, formado por nuestro intelecto o voluntad, y nuestras emociones. Esta parte de nuestra personalidad es maravillosa cuando esta bajo el control de Dios a través del Espíritu, pero es capaz de cosas terribles cuando esta descontrolada.
He aquí el por qué la historia de la humanidad está plagada de odio, derramamiento de sangre, crueldad y confusión; los seres humanos están muertos espiritualmente: “muertos en vuestros delitos y pecados”, (Efesios 2:1) procurando vivir de acuerdo al alma pero fuera de todo contacto con Dios y, por lo tanto, perdidos. (Lucas 19:10.) La palabra “perdido” significa que no sabemos dónde estamos, a dónde vamos, o para qué  somos. Si no se corrige esta situación, naturalmente significa el infierno, significa que la persona se perderá eternamente, y morará en la oscuridad, en el miedo, en la rebelión, en el odio, separado de Dios para siempre; y no solamente eso, sino que será parte de la interminable destrucción del diablo y sus ángeles, porque allí no habrá “tierra de nadie”. Por lo tanto, la necesidad más urgente y apremiante es renacer, volver a la comunión con Dios; y eso, exactamente, es lo que Jesucristo nos ofrece. Por medio de Jesús, y por Jesús solamente -no hay otro camino- se manifiesta la vida de Dios que alienta su vida en nosotros. (Juan 10:10.)
Sin embargo, las iniquidades que cometimos cuando estábamos perdidos y fuera del contacto con Dios, levantaron un muro divisorio de pecado y de culpabilidad que hacían imposible recibir esta nueva vida. (Isaías 59:2.) Dios es amor pero también es justicia. No puede “dejar pasar por alto” lo que hacemos, de la misma manera que un padre amante no puede “dejar pasar por alto a su hijo” si sabe que es culpable de un delito. El padre tendría que insistir ante el muchacho para “que se entregue” a las autoridades. Pero si el joven estuviera realmente arrepentido, seria una buena ocasión para que el padre ofreciera pagar la multa, o cumplir una sentencia, o aun morir en su lugar, si tal cosa fuera posible. En ese caso se habría satisfecho tanto a la justicia como al amor.
Y esto es justamente lo que hizo Jesús. Satisfizo los requerimientos de la justicia al morir por nosotros. Jesús era Dios en carne humana, la encarnación de la segunda persona de la divinidad, el Dios Creador, por quien el Padre creó el universo. (Efesios 3:9; Hebreos 1:2.) El no tuvo ni pecado ni culpa. Cuando Jesús murió en la cruz, porque era Dios y porque era inocente, satisfizo totalmente la justicia en beneficio de todos los pecados que el hombre había cometido o que cometería en el futuro.
De esta manera resolvió Jesús el problema de nuestra culpabilidad que nos mantenía apartados de Dios, y cuando murió y resucitó quedó abierto el camino al Padre para enviar al Espíritu Santo, por medio de quien fué posible que la vida de Dios se hiciera presente y morara en nosotros. El único requisito que se nos exige a nosotros es que reconozcamos que hemos vivido en el error y pidamos perdón. Luego debemos pedirle a Jesús que venga y viva en nosotros y que sea nuestro Señor y Salvador. Por medio del Espíritu Santo, Jesús entra en nuestras vidas, nuestros pecados son borrados por su sangre derramada, y obtenemos una vida diferente. Y el Espíritu Santo se une a nuestro espíritu (1 Corintios 6:17) haciéndolo pasar de muerte a vida; “nace de nuevo” y se transforma en lo que Pablo llama una “nueva criatura”. (2 Corintios 5:17; Apocalipsis 21:4-5.)
Esa nueva vida creada por el Espíritu Santo en nosotros, es lo que Jesús llama “vida eterna”. Esto va mucho mas allá de un mero “seguir andando”; es la vida de Dios en nosotros, la clase de vida que nunca se acaba, que nunca se cansa, que nunca se aburre, que es siempre gozosa y lozana. (1 Juan 5:11.)
¡He aquí hago nuevas todas las cosas!” Y no una sola vez, sino continuadamente, dice Jesús. ¡Es el permanente renovador! Se nos ha prometido que andaremos en “novedad de vida” que es lo mismo que decir vida eterna: siempre bien, siempre renovándonos.
La palabra “eterno” significa literalmente “sempiterno”, que nunca envejece.
Isaías dice: “Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantaran las alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:31.).

¿Cómo aceptamos el perdón y recibimos esta nueva vida?
1. Dándonos cuenta que hemos estado extraviados, yendo en una dirección equivocada y que estamos ansiosos de andar en los caminos de Dios.
2. Admitiendo que estuvimos equivocados y pidiéndole al Padre que borre nuestras culpas y pecados, con la sangre de Jesús.
3. Pidiéndole a Jesucristo, el Unigénito Hijo de Dios, que entre en nuestras vidas y sea nuestro Salvador y Señor. (Apocalipsis 3:20.)
4. Creyendo que el ha venido en el instante en que lo pedimos. Agradecerle por salvarnos y darnos la nueva vida. (1 Juan 5:11-15.)

He aquí una sencilla oración que podemos elevar si decidimos recibir a Jesús:
“Querido Padre, creo que Jesucristo es tu Hijo Unigénito, que se hizo un ser humano, derramó su sangre y murió en la cruz para limpiar mi culpa y mi pecado que me separaban de ti. Creo que se levantó de entre los muertos, físicamente, para darme nueva vida. Señor Jesús, te invito a que entres en mi corazón. Te acepto como mi Salvador y Señor. Te confieso mis pecados y te pido que los borres. Creo que has venido, y vives en mí en este preciso instante.
¡Gracias, Jesús!”

Cuando decimos esta oración, podemos sentir o no que algo ha ocurrido. Nuestro “espíritu” que tome vida a través de Jesucristo, se esconde mas profundamente que nuestras emociones; de ahí que a veces se exterioriza una reacción emocional y otras veces no. Sea que sintamos o no sintamos algo de inmediato, descubriremos que somos distintos, porque Jesús cumplirá lo que ha prometido. Jesús nunca falta a su palabra. El dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” (Mateo 24:35.)

Mensaje de Salvación para tu alma:

Mensaje de Salvación para tu alma:

MENSAJE DE SALVACIÓN MODELO

 

Mi función es procurar que todos ustedes vayan al cielo y yo quiero estar seguro de ello.

También procurar que no se desvíen de la fe.

Ej: Recuerdo unas ovejas en Neuquén que se subían por una ladera y se caían en vez de ir a los mejores pastos, yo debo guiarlos por el camino correcto: El de Dios.

Debes saber que El cielo y el infierno son reales y que no existe ni el purgatorio ni el limbo, (no figuran el las Sagradas Escrituras) ni hay oraciones por los muertos. Está escrito que morimos una sola vez y luego viene el juicio. Hebreos 9:27. (No hay reencarnación): esta es la verdad de Dios, aunque muchos “libres pensadores” equivocados piensen lo contrario.

(Mateo 25:46) Dice que El infierno y El cielo son reales.

E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

¿Querés ir el cielo cuando mueras?

¿Querés estar con Dios para siempre?

¿Querés tener vida eterna?

¿Querés ser salvo ahora?

¿Querés saber ahora que al morir irás para siempre al paraíso con Dios?

¿Querés tener esa seguridad?

¿Si te murieras ahora, tenés la certeza de que vas a ir al cielo? ¿o tenés dudas? ¿o no sabés a donde vas a ir por toda la eternidad?

(1 Timoteo 1:12) Dios te puede salvar como a Pablo y a miles de millones más.

Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,

(1 Timoteo 1:13)

habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.

(1 Timoteo 1:14)

Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

(1 Timoteo 1:15)

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

(1 Timoteo 1:16)

Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para (tener la) vida eterna.

 

(1 Timoteo 2:3)

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,

(1 Timoteo 2:4)

el cual quiere que todos los hombres sean salvos (ESTAN PERDIDOS, VAN CAMINO AL INFIERNO) y vengan al conocimiento de la verdad.

(1 Timoteo 2:5)

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

(1 Timoteo 2:6)

el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

DEBES SER SALVO, SER LLENO DEL ESPÍRITU SANTO Y SER UN DISCÍPULO DE JESÚS.

 

 

 

DEBES SABER ESTO:

(1 Juan 4:9)

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

(1 Juan 4:10)

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

(Romanos 5:8)

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 8:32)

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

(Romanos 8:32) VP

Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?

(2 Corintios 5:17) Dios te cambia.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

(Juan 3:3) Debes nacer de nuevo.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

(Juan 3:6)

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

(Efesios 2:1) Nuestra situación antes y después de nacer de nuevo.

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos (espiritualmente) en vuestros delitos y pecados,

(Efesios 2:2) en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,

(Efesios 2:3)

entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

(Efesios 2:4)

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,

(Efesios 2:5)

aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida (eterna) juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),

(Efesios 2:6)

y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,

(Efesios 2:7)

para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

(Efesios 2:8)

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, (no es algo que ustedes hayan hecho) pues es don (un regalo) de Dios;

(Efesios 2:9) no por obras, para que nadie se gloríe.

(Efesios 2:1) VP

Antes ustedes estaban muertos a causa de las maldades y pecados

(Efesios 2:2)

en que vivían, pues seguían los criterios de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y que anima a los que desobedecen a Dios.

(Efesios 2:3)

De esa manera vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, siguiendo nuestros malos deseos y cumpliendo los caprichos de nuestra naturaleza pecadora y de nuestros pensamientos. A causa de eso, merecíamos con toda razón el terrible castigo de Dios, igual que los demás.

(Efesios 2:4)

Pero Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande,

(Efesios 2:5)

que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación.

(Efesios 2:6)

Y en unión con Cristo Jesús nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo.

(Efesios 2:7)

Hizo esto para demostrar en los tiempos futuros su generosidad y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

(Efesios 2:8)

Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios.

(Efesios 2:9)

No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada;

(Efesios 2:1) NTV

Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.

(Efesios 2:2)

Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo el líder de los poderes del mundo invisible, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. (Cuidado, deben saber esto).

(Efesios 2:3)

Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.

(Efesios 2:4)

Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto

(Efesios 2:5)

que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)

(Efesios 2:6)

Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.

(Efesios 2:7)

De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.

(Efesios 2:8)

Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.

(Efesios 2:9)

La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.

  1. DIOS TE AMA ASI COMO ERES.
  2. PERO TENEMOS PECADOS. El hombre no es pecador porque peca sino que peca porque es pecador. El manzano da manzanas porque es un manzano, nosotros hacemos pecados porque somos pecadores, esa es nuestra naturaleza que solo puede ser cambiada por el Espíritu de Dios en nosotros. (Poco a poco). (Solo en el cielo seremos perfectos y semejantes a Jesucristo) 1 Juan 3:2

(Romanos 3:12)

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

(Romanos 3:23)

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

(Romanos 3:24)

siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

(Eclesiastés 7:20)

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

(1 Pedro 2:21)

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;

(1 Pedro 2:22)

el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;

(1 Pedro 2:23).

Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;

3. PERO CRISTO LLEVÓ NUESTROS PECADOS EN LA CRUZ Y MURIÓ EN NUESTRO LUGAR.

(1 Pedro 2:24)

quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

(1 Pedro 2:25)

Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.

(1 Pedro 2:21) NTV

Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.

(1 Pedro 2:22)

Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.

(1 Pedro 2:23)

No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.

(1 Pedro 2:24)

Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, son sanados.

(1 Pedro 2:25)

Antes eran como ovejas que andaban descarriadas. Pero ahora han vuelto a su Pastor, al Guardián de sus almas.

(1 Pedro 2:21) VP

Pues para esto los llamó Dios, ya que Cristo sufrió por ustedes,dándoles un ejemplo para que sigan sus pasos.

(1 Pedro 2:22)

Cristo no cometió ningún pecado ni engañó jamás a nadie.

(1 Pedro 2:23)

Cuando lo insultaban, no contestaba con insultos; cuando lo hacían sufrir, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios, que juzga con rectitud.

(1 Pedro 2:24)

Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz,para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.

(1 Pedro 2:25)

Pues ustedes andaban antes como ovejas extraviadas, pero ahora han vuelto a Cristo, que los cuida como un pastor y vela por ustedes.

(1 Pedro 3:18)

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo (en lugar de los injustos: nosotros) por los injustos, para llevarnos a Dios.

(1 Pedro 3:18)NTV

Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios.

(1 Pedro 3:18)

Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre.Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios.

4. DEBEMOS ARREPENTIRNOS Y CONVERTIRNOS.

(Hechos 3:19)

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

5. DEBEMOS RECIBIR A CRISTO PARA NACER DE NUEVO.

(Juan 1:12)

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad (el derecho) de ser hechos hijos de Dios;

(Juan 1:13)

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

(Apocalipsis 3:20) Jesús quiere entrar en nosotros.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, (esto es literal) y cenaré con él, y él conmigo, (tendremos amistad).

(1 Corintios 6:17) El Espíritu Santo debe unirse a tu Espíritu.

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

6. SOMOS DECLARADOS JUSTOS.

(Romanos 5:1)

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Romanos 8:1)

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Los que no siguen las inclinaciones

de su naturaleza pecaminosa sino los deseo del Espíritu Santo que vive en cada cristiano verdadero)

(Romanos 8:2)

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado 1. de la ley del pecado (lo que lleva siempre a pecar) y 2. de la muerte (eterna).

(1 Corintios 15:2)

por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. (es creer otra cosa que la verdad de las escrituras, no haber entendido el mensaje etc. Recordar los demonios creen en Dios pero no son salvos.

(Romanos 4:7) Podés y debés ser uno de estos.

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,

Y cuyos pecados son cubiertos.

(Romanos 4:8)

Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. (Por la obra de Cristo en la cruz a favor de los hombres).

(Romanos 5:8)

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 5:9)

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

(Romanos 5:10)

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida (en nosotros).

(Romanos 6:17)

Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;

(Romanos 6:18)

y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

(Romanos 8:21)

porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

(1 Juan 5:11)

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

(1 Juan 5:12)

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

(1 Juan 5:13)

Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.

 

 

 

 

 

(1 Pedro 1:3) RV 60

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer (nacer de nuevo) para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

(1 Pedro 1:4)

para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

(1 Pedro 1:5)

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

(1 Pedro 1:6)

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,

(1 Pedro 1:7)

para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

(1 Pedro 1:8)

a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

(1 Pedro 1:9)

obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

(1 Pedro 1:3) VP

Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Esto nos da una esperanza viva,

(1 Pedro 1:4)

y hará que ustedes reciban la herencia que Dios les tiene guardada en el cielo, la cual no puede destruirse, ni mancharse, ni marchitarse.

(1 Pedro 1:5)

Por la fe que ustedes tienen en Dios, él los protege con su poder para que alcancen la salvación que tiene preparada, la cual dará a conocer en los tiempos últimos.

(1 Pedro 1:6)

Por esta razón están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas.

debe ser probada por medio del fuego.La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.

(1 Pedro 1:8-9)

Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

Somos salvos ¡Gracias Dios nuestro!

Oración de entrega a Jesús para ser salvo: (Si nunca la has hecho, hazla por favor).

Señor Jesús en este momento te pido perdón de todos mis pecados, creo que moriste por mí y en mi lugar en la cruz, llevando mi culpa.

Tomo la decisión de seguirte y te recibo en mi corazón como mi Señor, mi Salvador y mi Rey. Gracias Jesús por perdonarme y limpiarme de todos mis pecados y porque ahora soy verdaderamente un hijo de Dios. Amén. 1 Juan 5:11-13. Predicador Gustavo Isbert.

Un mensaje de salvación para tu alma:

Un mensaje de salvación para tu alma:

MODELO DE UN MENSAJE DE SALVACIÓN:

DEBEMOS SABER QUE:

1. DIOS NOS AMA.
2. PERO TENEMOS PECADOS.
3. DEBEMOS ARREPENTIRNOS DE NUESTROS PECADOS.
4. CRISTO MURIÓ EN LUGAR DE NOSOTROS LLEVANDO NUESTRA CULPA Y CASTIGO.
5. HAY UN SOLO CAMINO PARA IR AL CIELO: A TRAVÉS DE LA OBRA DE JESUCRISTO A NUESTRO FAVOR.
6. DEBEMOS RECIBIR A JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR, SEÑOR Y REY.
7. PODEMOS HACER ESTO POR MEDIO DE UNA ORACIÓN DE ENTREGA DE NUESTRAS VIDAS A EL.
8. AHORA JESÚS VIVE EN TI, LO MISMO QUE SU ESPÍRITU SANTO.
9. SOMOS SALVOS Y TENEMOS VIDA ETERNA.
10. DEBEMOS AHORA SER COMO UNA LUZ  EN LA OSCURIDAD.
11. DEBEMOS SER MISIONEROS EN NUESTRO ENTORNO.
12. MIENRAS ESPERAMOS QUE JESUCRISTO VUELVA.

LECTURA BÍBLICA:
(Efesios 2:1)
Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.
(Efesios 2:2)
Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.
(Efesios 2:3)
Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.

1. DIOS NOS AMA.

(Efesios 2:4)
Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto
(Efesios 2:5)
que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)
(Efesios 2:6)
Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
(Efesios 2:7)
De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
(Efesios 2:8)
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.
(Efesios 2:9)
La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
(Efesios 2:10)
Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.

(Romanos 8:32)
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

(Romanos 5:6)
Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores.
(Romanos 5:7)
Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena.
(Romanos 5:8)
Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
(Romanos 5:9)
Y, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios.
(Romanos 5:10)
Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.

(Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

(1 Juan 4:9)
Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.
(1 Juan 4:10)
En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.

2. PERO TENEMOS PECADOS.

(Eclesiastés 7:20)
No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque.

(Romanos 3:10)
Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
(Romanos 3:11)
No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
(Romanos 3:12)
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

(Romanos 3:23)
Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.
(Romanos 3:24)
Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos declara justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.

(Romanos 6:23)
Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
(Romanos 6:22)
Pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.

(1 Juan 1:8)
Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad.

3. DEBEMOS ARREPENTIRNOS DE NUESTROS PECADOS.

(1 Juan 1:9)
Pero, si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

(Hechos 3:19)
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

(Marcos 1:14)
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
(Marcos 1:15)
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

(Hechos 26:20)
sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

(Lucas 13:3)
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

(Lucas 13:5)
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

(Hechos 20:21)
He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo.

4. CRISTO MURIÓ EN LUGAR DE NOSOTROS LLEVANDO NUESTRA CULPA Y CASTIGO.

(1 Pedro 2:24)
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

(1 Pedro 3:18)
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.

(Juan 10:15)
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
(Juan 10:17)
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.

(Isaías 53:5)
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
(Isaías 53:6)
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

(Isaías 53:10) Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
(Isaías 53:11)
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
(Isaías 53:12)
Por tanto, yo le daré parte con los grandes… por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

(Hebreos 1:2)
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
(Hebreos 1:3)
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

(Hebreos 10:10)
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

(Hebreos 10:12)
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

(Hebreos 10:14)
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

5. HAY UN SOLO CAMINO PARA IR AL CIELO: A TRAVÉS DE LA OBRA DE JESUCRISTO A NUESTRO FAVOR.

(Juan 14:6)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

(Hechos 4:12)
Y en ningún otro hay salvación; (Solo en Jesús)
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

6. DEBEMOS RECIBIR A JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR, SEÑOR Y REY.

(Juan 1:12)
Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.

(Apocalipsis 3:20)
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

7. PODEMOS HACER ESTO POR MEDIO DE UNA ORACIÓN DE ENTREGA DE NUESTRAS VIDAS A EL.

Usted puede hacer una oración similar a esta:

Querido Dios en este momento te pido perdón por todos mis pecados y me arrepiento de cada uno de ellos, te agradezco porque moriste en mi lugar en la cruz llevando mi culpa y el castigo que me correspondía, tomo ahora la decisión de seguirte, ponerme bajo tu autoridad y te recibo en mi vida como  mi Salvador, Señor y Rey. Gracias porque me has perdonado, adoptado como hijo, por salvarme y darme vida eterna. Muchas gracias. Lléname ahora de tu Espíritu Santo y guíame siempre para que ande en tu voluntad para mi vida. Amén.

8. AHORA JESÚS VIVE EN TI LO MISMO QUE SU ESPÍRITU SANTO.

(Gálatas 2:20)
… ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

(2 Corintios 13:5)
¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros….?

(1 Corintios 3:16)
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

(1 Corintios 6:19)
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

(2 Corintios 6:16)
….Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.

(Colosenses 1:27)
Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria.

9. SOMOS SALVOS Y TENEMOS VIDA ETERNA.

(Tito 3:5)
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

(Juan 10:27)
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
(Juan 10:28)
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(Juan 10:29)
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

(1 Juan 3:1)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…
(1 Juan 3:2)
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

(Romanos 5:1)
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Romanos 8:1)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu Santo.

(Efesios 2:5)
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),

(Efesios 2:8)
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

10. DEBEMOS AHORA SER COMO UNA LUZ  EN LA OSCURIDAD.

(Mateo 5:16)
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

(Hechos 5:42)
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

11. DEBEMOS SER MISIONEROS EN NUESTRO ENTORNO.

(Marcos 5:19)
Mas Jesús…. le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
(Marcos 5:20)
Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.

(Mateo 28:18)
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
(Mateo 28:19)
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
(Mateo 28:20)
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

12. MIENTRAS ESPERAMOS QUE CRISTO VUELVA.

(Juan 14:2)
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
(Juan 14:3)
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

(2 Tesalonicenses 1:7)
y a vosotros… daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,

(2 Tesalonicenses 1:10)
cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).

(1 Tesalonicenses 4:14)
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
(1 Tesalonicenses 4:15)
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
(1 Tesalonicenses 4:16)
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

(1 Tesalonicenses 4:17)
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Por Gustavo Isbert.

¿Sabes cómo Dios puede limpiar y hasta quitar tu pecado?

¿Sabes cómo Dios puede limpiar y hasta quitar tu pecado?

El cordero de Dios que quita el pecado del Mundo

En este programa podemos aprender cómo Dios puede limpiar tus pecados de una manera definitiva. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué es lo que Dios hace para lograrlo? todas las respuestas en este audio online:

Escuchar  Online:

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30 El Cordero De Dios
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Cuántas veces escuchamos en nuestra vida la frase “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. En este programa de radio se explica en detalle el significado de esta olración que tantas veces escuchamlos en una ceremonia reigiosa donde descubrimos quién es ese Cordero de Dios y la profundo e  infinito acto de amor que logra realmente quitar definitivamente el pecado de una persona.

Un ejemplo que nos muestra cómo puede DIos quitar nuestros pecados, extraído de la lección 4 del libro: Las buenas Nuevas de Willam McDonald:
Uno de los peligros más temibles que encontraron los primeros pobladores del oeste norteamericano, era el incendio de las praderas. Llevada por el viento, b cortina de llamas, a veces de varios kilómetros de ancho, descendía estrepitosamente sobre ellos y sus hogares devorando todo en su camino. Los pioneros aprendieron que había una sola manera de escapar el fuego. Espaldas al viento, prendían fuego al pasto que estaba a sus pies, y cuando se había quemado un espacio suficiente, se paraban en el lugar donde ya había pasado el fuego. Esta es la manera en que Dios ha solucionado el problema del pecado humano. El fuego de su juicio ya cayó en el Calvario sobre la persona de su Hijo. Ahora invita al pecador a venir y pararse donde ya pasó el fuego. No hay otro refugio para el alma.

 

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