Si Jesús le pregunta esto: ¿Me dejarías entrar en ti y gobernar totalmente tu vida?

Si su respuesta es sí y se arrepiente de sus pecados y de su auto-gobierno (hacer lo que usted quiere) y se pone bajo el gobierno de Dios y bajo las leyes del Reino de los cielos; entonces entrará en el Reino de Dios.

Jesús cuando era hombre estaba rendido y (totalmente sometido) a la voluntad de su Padre celestial y totalmente disponible para la posesión control y guía del Espíritu Santo.

A través de Jesús Dios comenzó a restablecer su Reino en la tierra. En El comenzó la conquista de este mundo.

Si nosotros nos entregamos de la misma manera que lo hizo Jesús, entonces el Espíritu Santo actuará a través nuestro como lo hizo con Jesús y trabajará a través de nuestro cuerpo humano de la misma manera que trabajó a través de El para implantar el Reino de Dios sobre la tierra.

Uno de los problemas principales de Dios es conseguir que los cristianos dejen de enfocarse en sus propias cosas todo el tiempo

y sin condiciones, hagan su voluntad y cumplan el propósito que Jesús tiene para ellos.

Hoy, Dios puede entrar en su vida y restaurarla completamente y vivir su vida en usted usando su cuerpo y su personalidad para hacer cosas maravillosas como lo hizo con Jesús.

¡Solo que usted debe pedírselo en oración!

Lo que está errado en el ser humano es que todos se han hecho cargo de sus propias vidas, sin permitir que sea Dios el que los gobierne y los guíe.

Dios examina tanto los corazones y sus intenciones como las acciones externas de las personas.

(1 Crónicas 28:9)

Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.

(Apocalipsis 2:23) Dice Dios:

…todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

(1 Corintios 4:5)

Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

(Romanos 2:16)

en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres.

Jesús tomo una decisión firme y definitiva de cómo viviría en este mundo.

Viviría en total obediencia y en total dependencia a su Padre y estaría completamente disponible al Espíritu Santo.

Debemos seguir siempre a Jesús a dondequiera que vaya.

Trabajar en yugo con El.

Vivir en su presencia.

Orar a solas con El muchas veces y ayunar.

Caminar con El como Enoc. Génesis 5:24.

Cuidar cada palabra que salga de nuestra boca, que sea solo para dar gracia a los oyentes.

Saber que uno mismo es un mensaje de Dios, uno mismo es una carta abierta que la gente puede leer. Lo que somos predica más de lo que hablamos. Debemos predicar también con nuestras actitudes.

Dios se propuso reconciliar completamente a todos los hombres que estuvieran dispuestos a arrepentirse de sus pecados, aceptar la obra de redención de Jesús en la cruz, entrar en su Reino y ponerse bajo su gobierno y a restablecer su Reino sobre la tierra a través de su voluntaria sumisión a sus leyes y a la obediencia a su voluntad.

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