EL INFIERNO Y EL CIELO SON REALES, (Y AMBOS SON ETERNOS) También Son reales LOS ÁNGELES Y LOS DEMONIOS.
TODOS LOS CRISTIANOS RECIBIMOS ESTA ORDEN DE DIOS:
(Proverbios 24:11)
Libra a los que son llevados a la muerte;
Salva a los que están en peligro de muerte.
(Apocalipsis 19:20)
Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
(Apocalipsis 20:10)
Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
(Apocalipsis 20:15)
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
DIOS NO CREO EL INFIERNO PARA LOS HOMBRES, SINO PARA EL DIABLO Y SUS DEMONIOS (que eran ángeles que se rebelaron contra Dios y siguieron al diablo). Las personas van allí por su elección que es la misma del diablo y sus ángeles, oponerse y desobedecer a Dios. Dios hizo todo Juan 3:16 para salvar a todas las personas y El quiere que todos se salven de ir al infierno, 1 Timoteo 2:4, pero nos advierte en su palabra que tanto el infierno, como el diablo son reales y el infierno es eterno para las personas que elijen no tener en cuenta a Dios y prefieren vivir en sus pecados. Esta es una realidad y nosotros debemos advertirles a las personas (si las queremos de verdad) de esta realidad.
(Mateo 25:41)
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
(Apocalipsis 21:8)
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
(Apocalipsis 22:14)
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
(Apocalipsis 22:15)
Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
(Mateo 25:46)
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Pero Dios hizo esto para salvarnos:
(Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Juan 3:17)
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
(Efesios 2:4)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
(Efesios 2:5)
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
(1 Pedro 3:18)
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
(Efesios 2:8)
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
(Efesios 2:9)
no por obras,(meritorias nuestras) para que nadie se gloríe,(sienta orgulloso).
Jesús (el que más nos advirtió del infierno) dice estas cosas para que nos arrepintamos y no vayamos allí, dice esto para que alejemos de nosotros todas las ocasiones de caer en pecado y nosotros nos alejemos de ellas.
(Mateo 5:29) (esto no es literal sino que es una fuerte advertencia).
Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
(Mateo 5:30)
Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
¿Que debemos hacer?
Pedirle perdón a Dios y entregarle nuestra vida recibiendo a Jesús en nuestro corazón como nuestro salvador y Rey:
Por favor dígaselo con una oración sencilla.
Oración de entrega a Jesús para ser salvo:
(Si nunca la has hecho, hazla por favor).
Señor Jesús en este momento te pido perdón de todos mis pecados, creo que moriste por mí y en mi lugar en la cruz, llevando mi culpa.
Tomo la decisión de seguirte y te recibo en mi corazón como mi Señor, mi Salvador y mi Rey. Gracias Jesús por perdonarme y limpiarme de todos mis pecados y porque ahora soy verdaderamente un hijo de Dios. Amén. 1 Juan 5:11-13. Predicador Gustavo Isbert.