EL APOCALIPSIS ES EL LIBRO DE LA VICTORIA FINAL DE DIOS Y EL BIEN, Y DE LA DERROTA DEL MAL PARA SIEMPRE. ¿De que lado está usted?
(Apocalipsis 3:19) Dice Jesús:
Yo corrijo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia.
(Apocalipsis 3:20)
¡Mira! Yo estoy a la puerta (de tu corazón) y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré ( a ti) y cenaremos juntos como amigos.
(Gálatas 2:20) Entonces…
Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Lo hizo para salvarte y el día del juicio serás aprobado por los méritos de Cristo a tu favor en la cruz.
(Apocalipsis 5:9) En el cielo Juan vio que sucedía esto (le cantaban a Jesús).
Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno….pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.
(Apocalipsis 5:10)
Y la has transformado en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra. ¿Quiere en el futuro reinar junto con Cristo? ¡Entréguele su vida a El y sígalo!
(Apocalipsis 5:13)
Y entonces oí a toda criatura en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar que cantaban: «Bendición y honor y gloria y poder le pertenecen a aquél que está sentado en el trono (Dios Padre) y al Cordero (Jesús, Dios Hijo) por siempre y para siempre».
(Apocalipsis 5:14)
Y…. decían: ¡Amén! Y….se postraron y adoraron al Cordero.
(Mateo 4:10) Jesús mismo dijo:
…escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
¡JESÚS ES DIOS! Una de las personas de la trinidad. 1 Juan 5:7
(Apocalipsis 5:13)
Y entonces oí a toda criatura en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar que cantaban: «Bendición y honor y gloria y poder le pertenecen a aquél que está sentado en el trono y al Cordero por siempre y para siempre».
¡EN EL CIELO SOLO DIOS PADRE Y JESÚS SON ADORADOS CON LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO!
(Apocalipsis 5:14)
Y los cuatro seres vivientes decían: ¡Amén!». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero (a Jesús).