Si usted es un verdadero cristiano entonces puede decir

Somos cada uno un templo del Espíritu Santo.

(1 Corintios 3:16) 
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 
(1 Corintios 6:19) 
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 
(1 Corintios 6:20) Somos totalmente de Dios, propiedad de El.
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 
(Hechos 27:23) Pablo sabía esto y decía “de quien soy”. Sabía que era propiedad de Dios. 
Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, 
(2 Corintios 5:1) Somos un tabernáculo viviente. El Tabernáculo era el lugar donde vivia Dios y ahora somos nosotros
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 
(2 Corintios 5:4) 
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 
(Romanos 15:18) Cristo se expresa a través de mí.
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, 
(Colosenses 3:4) Somos cada cristiano un canal de la vida de Cristo a la gente, el canal de los milagros, de los dones del Espíritu Santo, de las bendiciones cuando bendecimos a la gente.
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 
(Marcos 9:39) somos el canal de los milagros, Cristo descartaba que muchos haríamos milagros en su nombre. 
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. 
(Efesios 4:8) Cristo nos dio dones
Por lo cual dice: 
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.
(1 Corintios 12:4) Somos el canal de sus dones. Los dones del Espíritu Santo
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 
(Romanos 12:14) Podemos y debemos bendecir a los demás.
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 
(Juan 20:21) Cristo prolonga su ministerio a través de nosotros
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 
(Juan 13:20) El recibir a nosotros es recibirle a El, que vive en nosotros.
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 
(Mateo 10:40) 
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 
(Lucas 4:18) Jesús fue ungido al igual que nosotros para la misma tarea.
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
(Lucas 4:19) 
A predicar el año agradable del Señor.
(1 Juan 2:20) Nosotros fuimos ungidos con el Espíritu Santo por Dios, de la misma manera que Jesús. 
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 
(2 Corintios 1:21) 
Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,

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