Fundamental: El plan de Salvación de Dios para que estemos en el cielo para siempre con El.

Dios nos ama profundamente:

(1 Juan 4:9)

Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.

(1 Juan 4:10)

En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.

Pero en la vida cometemos muchos pecados:

(Romanos 3:23)

Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.

(Eclesiastés 7:20)

No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque.

El pecado conduce a la muerte eterna (la separación eterna de Dios en el infierno):

(Romanos 6:23)

Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.

Pero Dios actuó a nuestro favor:

(Romanos 5:8)

Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

Todos tenemos la necesidad de arrepentirnos:

(Marcos 1:15)

diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

(Lucas 13:3)

Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

Todos tenemos que creer en Jesucristo y en su obra a favor de nosotros en la cruz:

(Juan 3:18)

No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él (va camino a la condenación)…por no haber creído en el único Hijo de Dios.

(Juan 3:36)

Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.

Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores (a nosotros y a todos).

(1 Timoteo 1:15) San Pablo dijo:

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

(1 Timoteo 1:15)

La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el peor de todos.

Jesús quiere que todos se salven y vayan al cielo:

(1 Timoteo 2:3)

Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador,

(1 Timoteo 2:4)

quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad.

El único que puede salvar a las personas es Jesucristo.

(1 Timoteo 2:5)

Pues hay sólo un Dios y sólo un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre (perfecto y Dios hecho hombre): Cristo Jesús.

(1 Timoteo 2:6)

Él dio su vida para comprarles la libertad a todos. Éste es el mensaje que Dios le dio al mundo justo en el momento preciso.

La salvación es un don gratuito de Dios. Un regalo.

(Apocalipsis 22:17)

El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan. Todo aquel que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida.

(Efesios 2:4)

Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto

(Efesios 2:5)

que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)

(Efesios 2:8)

Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.

(Efesios 2:9)

La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.

(Marcos 1:15) Jesús decía:

…¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!

Debemos recibir a Jesús y orar a El invocándolo para recibirlo a El y su salvación en nuestro corazón.

(Juan 1:12)

Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.

(Romanos 10:13)

Pues todo el que invoque el nombre del SEÑOR será salvo.

Si usted quiere puede hacer esta oración para tener salvación y vida eterna:

Señor Jesús en este momento invoco tu nombre para ser salvo, me arrepiento, y te pido perdón por todos mis pecados que he cometido. Creo que moriste por mí en la cruz pagando mi deuda con Dios y ahora abro mi corazón para que entres en mi vida, te recibo ahora como mi Salvador y mi Rey. Muchas gracias porque me has recibido, perdonado y ahora soy un hijo tuyo. Amén.

Fundamental: RECIBIR EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO

Todo verdadero cristiano Salvo, es decir que ha experimentado el Nuevo nacimiento tiene morando en su interior al Espíritu Santo desde el momento de su conversión o salvación. Romanos 8:9; Gálatas 4:6; 1 Corintios 6:19; pero también la palabra de Dios manda a los cristianos que sean llenos del Espíritu Santo. Efesios 5:18.

El Bautismo en el Espíritu Santo es el primer llenamiento del Espíritu Santo que experimenta el creyente, puede recibirlo unos momentos después de la salvación Hechos 10:44-48, o después de la salvación como en Hechos 19:1-7. Puede recibirse estando solo, en una reunión de la iglesia o casera o por la imposición de manos de un cristiano lleno del Espíritu Santo.

(Romanos 8:9)

Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

(Gálatas 4:6)

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!

(1 Corintios 6:19)

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

(Efesios 5:18)

… sed llenos del Espíritu,

(Hechos 10:44)

Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.

(Hechos 10:45)

Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.

(Hechos 10:46)

Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

(Hechos 19:1)

Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,

(Hechos 19:2)

les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.

(Hechos 19:3)

Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.

(Hechos 19:4)

Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.

(Hechos 19:5)

Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

(Hechos 19:6)

Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

Como recibir el Bautismo en el Espíritu Santo:

Se debe tener sed espiritual.

(Juan 7:37)

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

(Salmos 42:1)

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

(Salmos 42:2)

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

Dios quiere darlo y hay disposición departe de Dios y dice que debemos recibirlo.

(Lucas 11:13)

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

(Hechos 1:5)

Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

(Hechos 1:8)

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Se debe tener fe: Dios prometió darlo y ordenó que lo recibamos y El si se lo pedimos nos lo dará. Solo espera que aquellos que se lo pidan crean en su palabra y lo reciban con por la fe.

Dios desea “vasos limpios” Dios no mira el material de nuestro recipiente sino su interior. Primero:

*Se debe ser Salvo,

*Arrepentirse,

*Creer en la obra de Cristo en la cruz,

*Y recibir a Cristo como Salvador y Rey.

*Entra el Espíritu Santo pero luego se debe ser lleno de El.

Luego de pedir ser lleno del Espíritu Santo, o recibir oración de un cristiano lleno del Espíritu Santo, abra su boca y diga usted las palabras que le vienen a su mente (aunque sea un idioma raro) y hablará en lenguas que es un don del Espíritu Santo.

(Hechos 2:4)

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Por Gustavo Isbert.

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