El sacrificio de Jesús a favor de todos los hombres.

USTED SABE QUE TODOS MORIREMOS.

(Hebreos 9:27)

Y así como cada persona está destinada a morir una sola vez y después vendrá el juicio,

TAMBIEN TODOS TENEMOS PECADOS.

(Hebreos 9:26)

Pero Cristo se presentó una sola vez y para siempre para quitar el pecado mediante su propia muerte en sacrificio.

(Hebreos 9:24)

Luego Él entró en el cielo mismo para presentarse ahora delante de Dios a favor de nosotros.

(Hebreos 9:12)

Con su propia sangre —no con la sangre de cabras ni de becerros —entró en el Lugar Santísimo una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna.

(Hebreos 10:10)

Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.

(Hebreos 10:12)

Jesús se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre.

(Hebreos 10:14)

Porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios.

¿QUIENES SON ESOS?

(Juan 1:12)

A quienes lo recibieron y creyeron en él, (en Jesús) les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.

(Hechos 3:19)

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio (y paz a su vida).

(Hechos 4:12)

Porque en ningún otro hay salvación, (solo en Jesús y a través de El) porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos.

HAGAMOS ESTA ORACION PARA RECIBIR A JESÚS Y SER HIJOS DE DIOS:

Querido Jesús en este momento te pido perdón de todos mis pecados que he cometido en mi vida, te doy gracias porque los llevaste contigo a la cruz y allí pagaste toda mi deuda con Dios, muriendo en mi lugar (por sustitución). Tomo la decisión ahora de servirte y seguirte y te recibo en este momento en mi corazón, te pido que entres en mi vida y te recibo como mi Rey y salvador. Gracias Jesús por tu perdón y porque ahora soy un verdadero hijo de Dios. Amén.

(Hebreos 10:17)

Después dice: «Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones»*.

(Hebreos 10:18)

Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.

(Hebreos 9:28)

Cristo murió en sacrificio una sola vez y para siempre, a fin de quitar los pecados de las personas. Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo su venida.

(Romanos 8:30)

Dios los llamó para que se acercaran a él. Y, una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él. A través de Jesucristo. Y, luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria.

(Romanos 8:31)

¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?

(Romanos 8:32)

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?

(Romanos 8:33)

¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Si Dios mismo es el que los justifica.

(Romanos 8:34)

¿Quién nos condenará? Si Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.

DELE GRACIAS A DIOS POR SER SALVO, TENR VIDA ETERNA Y LA SEGURIDAD DE QUE AL MORIR IRÁ AL CIELO CON EL, Y QUE EN EL JUICIO SOLO RECIBIRÁ RECOMPENSAS, PORQUE SUS PECADOS LOS LLEVÓ JESUCRISTO EN LA CRUZ MURIENDO EN SU LUGAR.

(Hebreos 10:23)

Mantengámonos firmes sin titubear en lo que afirmamos, (porque lo dice Dios en su santa palabra) porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.

(Hebreos 10:24)

Y busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien.

Recopilado de la Santa Biblia por Gustavo Isbert.

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