¿Tenés grandes problemas o enfermedades o vicios, o estás en una situación desesperada o tenés cosas que no se dan por nada, o caminos cerrados para alguna bendición y aunque has pedido algo parece que el cielo está como cerrado? ¿O tal vez estás pidiendo algo muy difícil o casi imposible como una casa nueva o un buen trabajo o un gran cambio en tu vida o un gran avivamiento espiritual en tu iglesia y en tu ciudad?
Te recomiendo un arrepentimiento total, orar y ayunar.
Podés hacerlo 3 días tomando líquidos y absteniéndote de comida, o un día, o tener la costumbre de orar y ayunar un día o dos a la semana.
(Mateo 17:21) Los demonios mas poderosos solo salen (se van) con oración y ayuno.
Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
(Mateo 17:20) Tal vez quieras pedirle al Señor más fe.
Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible.
(Marcos 9:28) Los discípulos no habían orado ni ayunado.
Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?
(Marcos 9:29)
Y les dijo: Este género (esta clase de demonios) con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
(2 Crónicas 20:3 al 30) Ante un gran problema el rey Josafat ordenó ayunar y orar a todo su reino.
Josafat sintió miedo y decidió acudir al Señor. Así que anunció un ayuno en todo Judá,
(2 Crónicas 20:30) Y obtuvo la respuesta.
Y así el reinado de Josafat siguió tranquilo, porque Dios le concedió paz con los países vecinos.
(Jonás 3:4) Toda una ciudad se salvó de la destrucción porque se arrepintió y ayunó.
Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.
(Jonás 3:5)
Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
(Jonás 3:6)
Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.
(Jonás 3:7)
E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;
(Jonás 3:8)
sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.
(Jonás 3:9)
¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?
(Jonás 3:10)
Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
(Ester 4:16) Ester pidió que hagan ayuno por una situación desesperada que solo con el permiso de su esposo el rey podía solucionarse y para que el Rey no la mate por entrar a su presencia sin haber sido llamada
Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
(Ester 5:1)
Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento.
(Ester 5:2)
Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.
En todos estos casos vino la respuesta de Dios de una manera contundente y milagrosa, así hará con el asunto que le presentes al Señor Jesucristo con oración y ayuno.
¡Ataca al problema con ayuno y oración y vencerás! pero…. ¡HAZLO!