Quiero que sepas que todos lo que haces, piensas y tus intenciones mas profundas están siendo reveladas aquí en el cielo en este mismo momento (lo mismo que lo de toda tu vida desde que naciste).

1 Crónicas 28:9; 1 Corintios 4:5.

Quiero que sepas que yo te comprendo y morí por ti para pagar tus pecados y llevarte al cielo. 1 Pedro 3:18

Pero en esta tierra debes caminar con esa revelación, de que conozco cada intención oculta de tu corazón y cada motivación tuya que nadie conoce sino YO, y que están siendo expuestas también en el cielo.

También debes saber que se están escribiendo libros con todas tus acciones, pensamientos e intenciones. Apocalipsis 20:12.

Entonces abre tu corazón hacia mí y deja que yo lo limpie y transforme de acuerdo a mi voluntad y santidad.

Recuerda que mientras estés en la tierra serás solo un “vaso de barro” imperfecto. 2 Corintios 4:7, pero mi sacrificio redentor por ti y mi sangre derramada te limpia de todo pecado. 1 Timoteo 2:6;

1 Juan 1:7.

Expone entonces voluntariamente a mí tu corazón, la verdadera comunión (amistad) conmigo requiere eso, así yo puedo transformarte a mi semejanza. Salmo 51: 1-2, 6-7, 9-10, 13, 15.

Salmo 139:23-24.

(1 Crónicas 28:9)

sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.

(1 Corintios 4:5)

Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

(1 Pedro 3:18)

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.

(Apocalipsis 20:12)

Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

(2 Corintios 4:7)

Pero tenemos este tesoro (Jesús) en vasos de barro, (nosotros) para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,

(1 Timoteo 2:6)

el cual (Jesús) se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

(1 Juan 1:7)

la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

(Salmos 51:1)

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;

Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

(Salmos 51:2)

Lávame más y más de mi maldad,

Y límpiame de mi pecado.

(Salmos 51:6)

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,

Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

(Salmos 51:7)

Purifícame con hisopo, y seré limpio;

Lávame, y seré más blanco que la nieve.

(Salmos 51:9)

Esconde tu rostro de mis pecados,

Y borra todas mis maldades.

(Salmos 51:10)

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,

Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

(Salmos 51:13)

Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,

Y los pecadores se convertirán a ti.

(Salmos 51:15)

Señor, abre mis labios,

Y publicará mi boca tu alabanza.

(Salmos 139:23)

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;

Pruébame y conoce mis pensamientos;

(Salmos 139:24)

Y ve si hay en mí camino de perversidad,

Y guíame en el camino eterno.

Print Friendly, PDF & Email
Translate »