Diles a todos que yo quiero brillar en ellos. Diles que quiero entrar en sus corazones y transformarlos desde adentro a mi semejanza. Diles a mis hijos que no se consideren poca cosa, ellos son mis embajadores, mi presencia y mi luz está ya en ellos. Yo estoy en ellos y también mí Espíritu Santo. Diles que para brillar deben tener el propósito firme de dejarme actuar, hacer mi voluntad y renunciar a todo lo malo que mi Espíritu les muestre. Ustedes deben brillar, y lo primero que deben iluminar es a su familia. Deben orar por cada uno de ellos lo mismo que por los que yo he puesto en su entorno.
Ese es su primer campo misionero. Su familia debe ser para mi gloria y si su familia es una luz pasará esa luz a su descendencia. Luego debes edificar mi Iglesia (la Iglesia local donde yo te he puesto), ella debe ser como una ciudad edificada en un monte. Una buena Iglesia, (con hijos míos que se aman, aman a los demás y evangelizan, procurando salvar, afirmar, edificar y enviar a su entorno a los nuevos creyentes), puede transformar una ciudad, e influenciar a otras ciudades y a la nación entera. Y de allí a otras naciones y a todo el mundo.
No teman a nada. Nadie puede detener a Dios. El hará su obra con ustedes. Nadie pudo detener a Josué. Saulo (Pablo) daba coses contra el aguijón al querer perseguir a la Iglesia de Jesús (que era perseguirle y estar en oposición a El). Dios actuó contra Faraón con una plaga tras otra. La piedra que aseguró el sepulcro del Señor Jesús fue removida por un solo ángel, hubo un gran terremoto y los enemigos quedaron como muertos de miedo. Nada puede detener a Dios. Un solo ángel encadenará al diablo en su momento. Jesús cumplirá su propósito para ustedes y para la Iglesia. La obra se hace con el Espíritu de Dios. Nadie te podrá hacer frente. Dios es invencible. Dios prosperará todo lo que se haga para evangelizar.
Es el tiempo. El pone su diestra sobre ti y dice: No temas no depende de ti. Soy El Señor todopoderoso.
No temas yo estoy contigo, siempre te ayudaré, siempre te sostendré con mi mano poderosa. Yo soy tu Pastor, tu ayudador, tu sanador, nada sucede sin mi permiso en el cielo y en la tierra. Yo te amo con un amor tan grande que tú no puedes comprender. Yo soy todo lo que buscas. Te doy mi paz. Mi verdadera paz viene al conocerme como soy de verdad. Yo soy el cumplimiento de todos tus sueños. Soy el gozo de tu vida, mi presencia ilumina el cielo y yo estoy en ti. Ilumina al mundo con mi luz, no hay cosa que no pueda hacer a través tuyo. Vive siempre en mi presencia buscando mi voluntad y haciéndola. Entonces te maravillarás de lo que yo haré contigo.
Jesús.