Que los padres enseñen a sus hijos la palabra de Dios y sus enseñanzas, para ponerlas por obra: Deuteronomio 6:4-9.

Que se levanten muchos maestros/as que enseñen a todos en su entorno la palabra de Dios. Así como Esdras: Esdras 7:10; Pablo-Timoteo: 2 Timoteo 2:2; Josafat 2 Crónicas 17:7-10, cumpliendo “la Gran comisión” no solo de salvar, predicar y bautizar sino de ENSEÑAR TODAS LAS COSAS QUE NOS HA MANDADO y llevarlas a la práctica.

Esdras tenía el firme propósito de estudiar y poner en práctica la ley del Señor y de enseñar a todos, sus leyes y decretos. Leer Esdras 7:10; 1 Crónicas 11:9; 12:22,32-33; 18: 6, 13; Esdras 10:4; 1 Samuel 12:23. Samuel debía rogar a Dios por todos e instruirlos en el camino bueno y recto de Dios.

Otra meta es ser como Natanael: verdaderos cristianos sin engaño, como Bernabé: varones buenos, llenos del Espíritu Santo y de fe. Como Esteban que llenos de gracia y de poder hagan señales y prodigios entre el pueblo y las otras personas no puedan resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablan, mientras sus rostros parecen como el de ángeles.

Enseñarles como captar la voz de Dios y ser guiados por su Espíritu Santo y como permanecer llenos de El para efectuar la labor de Dios con poder (dones y frutos del Espíritu Santo).

Enseñarles que deben orar mucho en todo tiempo para que las personas se salven, sean llenas del Espíritu Santo, se sanen, sean libres de todo tipo de esclavitud mental y espiritual y comiencen a trasmitir a otros lo recibido.

¡DIOS DARÁ LA VICTORIA! 1 Crónicas 18:6,13.

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