En nuestra ciudad Jesús está presente, sabe como somos y nuestras necesidades, sabe cuales son los principales pecados y tendencias de nuestro entorno y El vive aquí para que todo sea más parecido al cielo, para implantar el reino e Dios, para vivir en cada uno de sus hijos y expresarse a través de ellos.
El quiere que nos comprendamos y tengamos misericordia los unos para con los otros, que nos amemos y ayudemos. El quiere sanar y prosperar a cada uno y que oremos unos por otros para eso.
El quiere que de hacer el bien y de la ayuda mutua no nos olvidemos pues eso es lo que le agrada a El. Que seamos sencillos hijos de Dios y brillemos con la luz de Jesús a los demás. Que salvemos a los perdidos y ellos pasen a ser parte de su Reino y de su ejército en el poder del Espíritu Santo.
El quiere que se respeten a las autoridades tanto seculares como espirituales.
Que estemos llenos de humildad porque El resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.
El quiere que en unidad trabajemos para que la ciudad sea un modelo de prosperidad, amor ayuda mutua y donde se “vea” el cristianismo funcionando y la vida de Jesús en cada ciudadano.
El quiere que de muchas partes vengan algunos a vivir y otros a ver y disfrutar de una atmosfera cristiana de honestidad y ayuda mutua.
El quiere que cada empleado o profesional se sienta parte de un plan de Dios, de una misión y visión de Dios para esta ciudad.
Que todos hagan su trabajo para Dios y el prójimo con la certeza que está bajo los ojos de Dios y en su presencia y que Dios le dará su recompensa. Las enfermeras, médicos, policías etc. deben tomar su profesión como una misión de Dios y brillar en su lugar haciendo la obra como para el Señor Jesús mismo, sabiendo que de El recibirán la recompensa pues a El servimos.
Jesús dijo “A mi lo hicisteis” cuando hacemos el bien o el mal a otro.
Oremos por esto todos juntos y veremos cambios maravillosos en nuestra ciudad.