Saulo el perseguidor de los cristianos (luego San Pablo) tuvo una visión de Jesús, cayó en tierra y quedó ciego y fue trasladado a una casa en la ciudad de damasco.
(Hechos 9:8)
Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
Allí estuvo orando y ayunando por tres días. Y Jesús (en respuesta a sus oraciones) le mostró una visión de que venía alguien llamados Ananías enviado por El para que el sea sano y lleno del Espíritu Santo.
(Hechos 9:9)
donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
También en respuesta a la oración de Saulo Jesús le dice en una visión que vaya a buscar a Saulo (Pablo) y que ore por él para que sea sano y lleno del Espíritu Santo.
(Hechos 9:10-12)
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
Ananías (luego de argumentar algunas cosas) va a cumplir con lo que le dijo Jesús en la visión.
(Hechos 9:17)
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y entonces Saulo fue sano llenos del Espíritu Santo, se bautizó, aprendió en unos días las Bases del cristianismo y comenzó a predicar el Evangelio a todos.
(Hechos 9:18)
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Todo esto porque oró y ayuno tres días.
Cuando oramos pasan cosas sobrenaturales, Dios mueve el cielo, da visiones, revelaciones, hace sanidades y llena a personas con su Espíritu santo.
Jesús cambió a Saulo el perseguidor de cristianos en san Pablo uno de los más grandes siervos de Dios de todos los tiempos.
Si sabemos que cuando oramos pasan cosas tremendas ¡ENTONCES OREMOS!