Dios a sus siervos les revela misterios de su palabra, del futuro y de muchas cosas que son para el aquí y ahora. Yo muchas veces escribo cosas que Dios me permite compartir para el que las quiera recibir y les interesen. Entiendo que muchas nos son entendibles para algunos, pero pongo lo que Dios me permite y me ha revelado, para el que quiera saberlas Dios le dará el entendimiento sobre ellas, si se lo piden, y desean sinceramente saberlas.
Jesús dijo El que tenga sed venga a mí y beba, y también dice que el que quiera saber la voluntad de Dios entenderá. Juan 7:37;
(Juan 7:17)
El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
(Daniel 2:28)
Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios…
(Daniel 2:29)
Estando tú….en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.
(Mateo 13:11)
El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
(1 Corintios 4:1)
Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores DE LOS MISTERIOS DE DIOS.
(1 Corintios 2:10)
Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios.
(1 Corintios 2:11)
Nadie puede conocer los pensamientos de una persona excepto el propio espíritu de esa persona y nadie puede conocer los pensamientos de Dios excepto el propio Espíritu de Dios.
(1 Corintios 2:12)
Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.
(1 Corintios 2:13)
Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usamos las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales.
(1 Corintios 2:14)
Pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque sólo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir.