Lección 2

UNA NUEVA POSICION: LA JUSTIFICACION

Hemos visto en la lección anterior que, por la fe puesta en Cristo, Dios te ha dado una nueva vida. Te ha dado un nuevo nacimiento, y en Cristo ya eres "nueva criatura", tal como lo revela el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:17.

En esta lección veremos otro aspecto muy importante de la obra de Dios a tu favor por medio del Señor Jesucristo. Para que tu nueva vida se desarrolle, y pueda establecerse una relación de amor y comunión espiritual con Él sin barreras, es necesario que no tengas dudas respecto a tu aceptación por parte de Dios.

Dios hace esto precisamente en lo que la Biblia llama JUSTIFICA­CIÓN. En el nuevo nacimiento recibiste UNA NUEVA VIDA Y NA­TURALEZA; en la justificación recibes UNA NUEVA POSICIÓN delante de Dios.

Podemos ilustrar la diferencia entre el nuevo nacimiento y la justi­ficación, con lo que sucede con un recluso de una cárcel que sale al cumplir su condena. Una cosa es salir a la libertad al cruzar las rejas de la cárcel, lo que equivale al nuevo nacimiento, y otra cosa es que la sociedad acepte de nuevo a ese ex recluso, olvidándose de sus delitos pasados, por los cuales ya cumplió una condena, lo trate como a una persona justa, y que él mismo se sienta una persona justa. Esto equivale a la justificación.

Por lo general el mundo nunca perdona a un ex recluso, y éste siente por el resto de su vida la humillación de su culpa pasada. No sucede así con Dios, quien hace una obra completa dándonos libertad de la conde­nación y la vida eterna como hijos suyos, pero también solucionando el problema de nuestra culpa y aceptación por parte suya por medio de la justificación.

A. ¿QUÉ ES LA JUSTIFICACIÓN?

JUSTIFICACIÓN es un acto judicial de Dios, por el que declara que el pecador está ya libre de condenación, y le restaura al favor divino al confiar en Cristo y en sus méritos para obtener la salvación.

Los términos justificar y justificación en la Biblia, tienen una con­notación jurídica, mostrándonos que tiene que ver con la posición legal del cristiano delante de Dios; es decir, con su situación ante la ley moral de Dios. Dicha ley surge de la misma naturaleza santa de Dios, y nos obliga porque somos creados por El, y por lo tanto somos sus criaturas, que debemos vivir en armonía con El.

B. NECESIDAD DE LA JUSTIFICACIÓN

Tu posición (sin Cristo) delante de Dios era la de un reo condenado a muerte por haber violado la ley de Dios. Por medio de la justificación, Dios te da UNA NUEVA POSICIÓN: la de absuelto, libre de condena­ción, porque Cristo, siendo justo y sin mancha, pagó por ti muriendo en tu lugar en la cruz del Calvario. Sin esto sería imposible que pudieras tener paz en tu corazón y comunión con Dios.

Descubre por ti mismo cuál es la condición del hombre sin Cristo, según la Palabra de Dios:

1. Isaías 59:2

2. Juan 3:36

3. Romanos 3:23

4. Romanos 5:12

5. Romanos 6:23

La Palabra de Dios es enfática al afirmar que la condición del hombre sin Cristo es sin esperanza, sin capacidad para vivir una vida justa conforme a las normas santas de Dios, y por lo tanto está caminando a una condenación eterna. Sólo acogiéndose a la obra de Cristo cambia esta condición del hombre delante de Dios.

C. BASES PARA TU JUSTIFICACIÓN

1. Se basa en la obra de Cristo (Romanos 3:20-24; 4:25; 5:9)

Es el tema principal en la carta a los Romanos. Dios, conocía nuestra impotencia para pagar la deuda por nuestro pecado, y para superar las limitaciones de nuestra naturaleza pecaminosa, envió a Cristo para que él pagase esa deuda en nuestro lugar. Basándose en esta obra de Cristo eres declarado y reconocido como justo, puesto que él ya pagó por ti con el sacrificio de su vida inmaculada.

2. Se hace bajo la condición de la fe (Romanos 4:3,9; 5:1-2; Efesios 2:8)

Se hace énfasis en este principio en todo el Nuevo Testamento y armoniza con las enseñanzas del Antiguo. La justificación nunca se logra mediante obras meritorias ni por el cumplimiento de leyes. La fe es el principio universal de la vida cristiana y de nuestras relaciones con Dios. La fe es la unión viva con Cristo, y en esa unión Dios pone a nuestra cuenta la justicia de Cristo.

La justificación es completamente gratuita. No depende de ningún mérito nuestro, porque todo lo que hacemos no tiene valor para pagar nuestra deuda con Dios. La obra de Cristo sí es más que suficiente para ello.

Por eso los creyentes pueden vivir en "plena certidumbre de fe" (Hebreos 10:22), y "manteniendo sin fluctuar la profesión de nuestra esperanza" (Hebreos 10:23), sabiendo que son "irrevocables los dones y el llamamiento de Dios" (Romanos 11:29).

Lee los siguientes versículos y anota la forma en que Dios te justifica:

a. Romanos 3:23-26

b. Gálatas 2:21

c. Gálatas 3:24-25

d. Tito 3:5

D. RESULTADOS DE LA JUSTIFICACIÓN

La justificación te ha dado UNA NUEVA POSICIÓN que nunca se alterará, en tanto mantengas tu fe en Cristo. El acto justificador de Dios no necesita repetirse, y las bendiciones son permanentes.

Descubre por ti mismo los resultados de la justificación que Cristo logró para ti en la cruz del Calvario:

1. Hechos 13:38-39

2. Romanos 5:1,10-11

3. Efesios 1:7

4. Romanos 6:23

5.2 Corintios 5:17-19

6. Hebreos 10:17-18

Isaías 61:10 nos da un hermoso cuadro de la obra salvadora de Dios y de la justificación como gracia divina. Nota que es Dios quien nos rodea" con manto de justicia", que no es otra cosa sino la justicia de Cristo cubriendo nuestros harapos de miseria y de pecado. Ahora Dios ve ese manto de la justicia perfecta e inmaculada de su Hijo en lugar de nuestro pecado.

Además, el "manto de justicia" que te cubre te permite vivir con la actitud positiva de justicia, amando la justicia y rechazando el pecado. La justicia de Cristo llega a ser una fuerza dinámica en tu vida.

ANSELMO, un hombre que vivió muy cerca de Dios, escribe un diálogo muy inspirador, y absolutamente bíblico, en un folleto para consuelo de los moribundos:

– ¿Crees que el Señor Jesús murió por ti?

– Sí, lo creo.

– ¿Le agradeces por su pasión y muerte?

– Sí, le doy gracias.

– ¿Crees que no puedes ser salvo excepto por su muerte?

– sí, lo creo.

– Entonces, ven mientras haya vida en ti. En su muerte solamente pon toda tu confianza. Ninguna confianza en ninguna otra cosa. Confía absolutamente en su muerte, y con ello cúbrete completamente.

"Y si el Señor, tu Dios, viniera a juzgarte, di: ‘Señor, entre tu juicio y yo, presento la muerte del Señor Jesucristo. No puedo contender contigo de otra manera’.

"Y si Él te dice que eres un pecador, dile: ‘Señor, pongo la muerte de nuestro Señor Jesucristo entre mis pecados y Tú; y sus méritos pongo por lo que debiera tener y no tengo’.

"Y si Él te dice que está airado contigo, dile: ‘Señor, pongo la muerte de Jesucristo entre tu ira y yo’.

"Y cuando hayas completado de decir esto, di de nuevo: ‘Señor, pongo la muerte de mi Jesucristo entre tú y yo’."

Memoriza los siguientes versículos

"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la reden­ción que es en Cristo Jesús."

Romanos 3:23-24

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo."

Romanos 5:1

Notas y comentarios

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