Lección 32

EL COSTO DEL DISCIPULADO

Vimos en la lección anterior cinco demandas que el Señor Jesucris­to plantea a los que quieren ser verdaderos discípulos suyos. ¿Puedes recordarlas?

  1. Amor a Dios sobre todas las cosas.
  2. Amor por los hermanos
  3. Disposición para el Servicio
  4. Obediencia al Señor
  5. Una vida fructífera
  6. Sujeción a la disciplina de la Iglesia.

Pues bien, poder cumplir con esas demandas tiene un costo, que no consiste en dinero, sino en nuestra propia vida. Alguien ha dicho: "Él Cristo) busca… no multitudes que van a la deriva y sin propósito en su senda, sino hombres y mujeres que … se consagran a su servicio, por haber reconocido que Él necesita personas dispuestas a seguir en el sendero de la negación personal por el que Él caminó primero". Veamos algunos aspectos del COSTO DEL DISCIPULADO:

A. DISPOSICIÓN AL SUFRIMIENTO POR CAUSA DE CRISTO

Jesús fue rechazado y crucificado aunque vino a este mundo para salvarnos del pecado y la condenación. Pero no solamente fue rechazado cuando estuvo en la tierra, sino que sigue siendo rechazado hasta hoy por una gran mayoría, aunque puedan ver evidencias de su poder salvador, sanador y transformador.

De esa mayoría, muchos se oponen a los cristianos manifestando, en forma disimulada en algunos casos y en otros abierta y violentamente, su hostilidad contra Cristo y sus seguidores.

1. Lee Juan 3:19-21. ¿Por qué rechazaron a Jesús?

(Juan 3:19)

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

(Juan 3:20)

Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

(Juan 3:21)

Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

2. Mateo 10:22-25: ¿qué nos espera a los discípulos de Jesús?

(Mateo 10:22)

Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

(Mateo 10:23)

Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.

(Mateo 10:24)

El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.

(Mateo 10:25)

Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?

3. Juan 17:14: ¿Por qué aborrece el mundo a los discípulos de Jesús?

(Juan 17:14)

Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

4. ¿Has sufrido algún tipo de rechazo desde que recibiste a Jesús como tu Salvador y Señor? ¿Cómo?

A veces, de diversas maneras.

5. Lee Mateo 5:10-12 y responde a las siguientes preguntas:

¿Qué somos si sufrimos persecución aun injusta por causa de Cristo?

(Mateo 5:10)

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

(Mateo 5:11)

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

(Mateo 5:12)

Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

Bienaventurados.

6. ¿Qué debemos hacer?

Gozarnos y alegrarnos.

7. ¿Qué nos espera?

Una gran recompensa.

8. En Juan 16:33, ¿por qué podemos tener paz, aún en medio de la aflicción y persecución?

(Juan 16:33)

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Jesús venció.

Romanos 8:18 dice: "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse."

Si amamos al Señor de veras como discípulos suyos, y somos agradecidos por lo que Él hizo por nosotros, estaremos dispuestos a sufrir desprecio, aborrecimiento y aun la muerte, de la misma manera como Él lo estuvo por amor a nosotros.

B. DISPOSICIÓN A RENUNCIAR A NUESTRAS POSESIONES

Renunciar a todo lo que poseemos es renunciar al derecho de propiedad de las cosas, y reconocer el derecho de Dios sobre ellas. Es poner todas las cosas que poseemos a disposición de Dios, porque al fin de cuentas le pertenecen, y sólo nos las da para que las administremos temporalmente. Es dejar de ser poseídos por ellas, de tal manera que ya no nos afecte ni siquiera su pérdida. Es usar las posesiones para los propósitos de redención de Dios.

1. En Lucas 14:33, cuál es la condición que pone Jesús a los que quieren ser discípulos suyos?

(Lucas 14:33)

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

2. En Lucas 18:18-25, ¿qué impidió al joven rico seguir a Jesús?

Las riquezas.

3. ¿Crees que fueron las riquezas en sí, o su amor por las riquezas?

Su amor por las riquezas.

El amor a las riquezas es, en muchísimos casos, el gran impedimento para que las personas entreguen completamente sus vidas a Dios, sin darse cuenta que con ello pierden la mejor de las riquezas: la paz interior, la vida eterna y la gloria con Dios.

4. ¿Cuál es el peligro de amar el dinero, según 1 Timoteo 6:10?

(1 Timoteo 6:10)

porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Lee 1 Timoteo 6:17-18.

(1 Timoteo 6:17)

A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

(1 Timoteo 6:18)

Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;

5. ¿Por qué no debemos poner nuestra confianza o esperanza en las riquezas?

Porque son inciertas, pasajeras.

6. ¿En quién debe estar puesta nuestra esperanza y por qué?

En Dios que es el que provee de todo.

7. ¿En qué debe consistir nuestra verdadera riqueza?

Las buenas obras.

8. Según 1 Crónicas 29:12-14, ¿cuál debe ser nuestra actitud con relación a lo que poseemos?

(1 Crónicas 29:12)

Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

(1 Crónicas 29:13)

Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.

(1 Crónicas 29:14)

Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

Darnos cuenta que nos la da Dios todo es de El

9. ¿Qué puede significar el consejo de Jesús en Lucas 16:9?

(Lucas 16:9)

Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.

Que el bien que hacemos con nuestras posesiones tiene recompensa eterna.

Nuestro verdadero tesoro se almacena an el cielo.

C. DISPOSICIÓN A LLEVAR LA CRUZ DE CRISTO

(Lucas 14:27)

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

Este es quizá el mayor costo del discipulado: el llevar la cruz. Nota que no dice: "El que no lleva MI cruz… no puede ser mi discípulo", sino "El que no lleva SU cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo".

El no entender esto ha llevado a algunos a tratar de imitar burdamente a Jesús, cargando una cruz de madera y aún haciéndose atar o clavar a

esa cruz. A pesar de su buena intención y sinceridad, el resultado no es más que un lamentable espectáculo, mezcla de religiosidad, crueldad y morbosidad. Y lo más triste es que no trae ninguna bendición para ellos, pues no es algo que esté en armonía con la voluntad de Dios para sus hijos.

Piensa en lo que significó para Jesús "llevar su cruz", aparte de la cruz de madera que cargó literalmente, y aparte de los dolores físicos intensísimos que esa misma cruz le causó al morir en ella:

1. Filipenses 2:5-8

(Filipenses 2:5)

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

(Filipenses 2:6)

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

(Filipenses 2:7)

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

(Filipenses 2:8)

y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

a. Renunciar a la gloria con su Padre al venir a este mundo lleno de pecado y maldad.

b. Renunciar al uso autónomo de su poder divino, con el cual hubiera podido aniquilar a sus enemigos.

c. Renunciar al uso de su autoridad como Dios, dejándose humillar, escupir y maltratar.

d. Renunciar a su derecho, como hombre, a vivir una vida normal y disfrutando de ella, para dedicarse de lleno a su misión redentora.

e. Renunciar a su derecho a la vida, dejándose crucificar; entregando su vida voluntariamente por la humanidad, por ti y por mí.

2. Lucas 22:42

(Lucas 22:42)

diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

a. Renunciar a su propia voluntad, para hacer la voluntad del Padre, y para salvación de todos.

Lee Lucas 14:26-33. A la luz de este pasaje, y recordando la explicación sobre el v.26 en la lección 41, punto A.

(Lucas 14:26)

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

(Lucas 14:27)

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

(Lucas 14:28)

Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

(Lucas 14:29)

No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,

(Lucas 14:30)

diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

(Lucas 14:31)

¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

(Lucas 14:32)

Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.

(Lucas 14:33)

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

El amor de un discípulo de Jesús debe ser tan grande, que su amor por sus familiares más cercanos podría compararse con el aborrecimiento.

3. ¿A quiénes debemos renunciar como discípulos de Jesús?

Aún a nuestros familiares (en caso que se opongan a que hagamos la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas.

4. Por todo lo visto, y pensando en lo que significó para Je­sús llevar su cruz, ¿qué significaría para ti llevar tu pro­pia cruz?

Estar dispuesto a servirle a El y a su obra aunque eso me lleve a inconvenientes, incomodidades y aún persecuciones de cualquier tipo (críticas, burlas desprecios etc)

5. ¿Estás dispuesto a pagar el precio de renunciar a lo más querido para ti, para continuar como discípulo de Jesús?

Si la respuesta es un sí, díselo al Señor con gozo y gratitud, y como una afirmación de fe de tu corazón. Si la respuesta es un no, también díselo al Señor con toda sinceridad, y pidiéndole que te dé el deseo, la fe y la fuerza para continuar en este difícil pero bendito camino de un verdadero discipulado, sabiendo que esa es la voluntad de Dios para tu vida.

Por último, escribe con tu propia mano lo que dice Lucas 9:62, donde el Señor demanda una decisión total y definitiva, y no intenciones tibias ni pasajeras:

Memoriza el siguiente versículo

"Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros."

Mateo 5:11-12

Notas y comentarios

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