Los cristianos somos parte de un ejército sobrenatural, llenos del amor de Dios, que predica que el Reino de los cielos se ha acercado y el arrepentimiento, en el poder del Espíritu Santo. Todos los ministerios individuales como pequeñas gotas de agua deben ir uniéndose, dejando de lado las individualidades y criticas a otros que no hacen las cosas de la misma manera que nosotros (Somos uno en Cristo) esto para salvar a millones del infierno y de la muerte eterna, predicando las buenas nuevas del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.   No predique para para su agrandar su propio ministerio, iglesia o religión, predique para salvar las almas, es por ellas que Jesús murió.
Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mateo 24:14)
S.Pablo dijo:
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Romanos 15:18-19)

Juan le dijo a Jesús: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.
(Marcos 9:38)
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
(Marcos 9:39)
Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
(Marcos 9:40)

Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
(Marcos 1:14-15)
Pr Gustavo Isbert

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