El Espíritu Santo también habla hoy (como antes) y cada cristiano debe aprender a captar su voz y entenderla.
(Hechos 21:11)
Agabo…quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.
(Hechos 21:4)
Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, (Santo) que no subiese a Jerusalén.
(Hechos 20:23)
salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
(Hechos 13:2)
Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
(Hechos 8:29)
Y el Espíritu (Santo) dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
(Hechos 10:19)
Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu (Santo): He aquí, tres hombres te buscan.
(Hechos 11:12)
Y el Espíritu (Santo) me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón,
(Hechos 11:28)
Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu (Santo) , que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
(Hechos 15:28)
Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:
(Hechos 16:6)
Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;
(Hechos 16:7)
y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu (Santo) no se lo permitió.
(Hechos 28:25)
Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: