EL PADRE, TU PADRE: DIOS.

Debemos pedir a Jesús que nos revele a Dios Padre y su amor.

También debemos amarle sobre todas las cosas y para eso debemos conocerle y conocer lo que hizo, hace y hará por nosotros.

Dios nos hizo en el vientre de nuestra madre de la manera que El quiso.

Fue Dios Padre el que nos formó: Estás vivo gracias a El.

Debemos orar con el entendimiento de lo que significa: Venga tu Reino y que sea hecha tu voluntad aquí en la tierra como se hace en el cielo.

Al ser verdaderos cristianos tenemos a Cristo y al Espíritu Santo en nosotros y podemos tener una relación personal e íntima con el Padre (Dios) como la tuvo Jesucristo y también “ver” lo que va hacer Jesús en la vida diaria.

Debemos amar al Padre sobre todas las cosas como lo hizo Jesús y obedecerle porque le amamos mucho y le tenemos un temor reverente.

Debemos obedecer al Padre por el amor hacia El, como sus verdaderos hijos que queremos que nuestros Padre esté feliz con nosotros.

Jesús por el profundo amor que tenía al Padre, sentía gran gozo al obedecerle y hacer su perfecta voluntad en todo. Así debemos hacer nosotros.

La obediencia puede ser un gran placer cuando la vemos como un amoroso hijo haciendo la voluntad del Padre mas bueno que pueda existir y el que te ama más que nadie.

Entonces querrás obedecerlo y no “fallarle” ni hacerlo sufrir.

Dios nos llamó a tener comunión con la trinidad que vive en nosotros, nos llamó a ser “el cuarto” en medio de tres personas que se aman.

El Padre nos ama como ama a Jesucristo.

Jesucristo nos ama de la misma forma que ama al Padre

Somos hijos de Dios Padre (como es Jesús) y podemos vivir con el Padre de la misma manera que vivió Jesús.

Dios nos hizo sus hijos para tener la misma relación que tuvo Jesús con el Padre.

Nos hizo miembros de la familia de Dios y nos hizo una familia de reyes, sacerdotes e hijos-embajadores (esto ahora en este mundo).

Debemos descubrir cuanto nos ama el Padre (nos amó y seguirá amando).

¿Sabemos que el padre ME ama de la misma manera que amó a Jesús?

Nuestra seguridad y satisfacción están en nuestro Padre celestial.

Debemos tener la doble motivación del temor reverente a un Padre que me ama (Dios) y el amor a El, que nos convence y lleva a hacer la voluntad de Dios.

Jesús dijo que el Espíritu Santo vendría y nos revelaría los secretos más profundos de Dios.

Debemos conocer bien la paternidad de Dios y ser como El con las otras personas: Un Padre.

Dios es un Padre y SU familia es la esfera de su paternidad.

Aparte de la salvación la necesidad de un padre perfecto y todopoderoso que se hace cargo de sus hijos, es lo que más necesitamos los seres humanos.

En el Reino de Dios seríamos “príncipes” (Pero no: El nos llama reyes) que obedecen gustosamente y amorosamente a su Padre.

Los hijos son semejantes al Padre: así seremos completamente en el cielo.

También somos herederos de TODO junto con Cristo. (Co-herederos).

Debemos vivir como un hijo que conoce a su Padre (y no lo malinterpreta), lo respeta, cuida sus cosas y las defiende teniendo los mismos objetivos, un hijo que ama a su Padre, le obedece con alegría y como resultado de esto está determinado siempre a hacer todo lo que el Padre le dice y colabora con El y hace todo lo que el Padre hace.

Jesús dijo: Lo que veo hacer a mi Padre eso hago y trabajó con El en la misma dirección y propósito.

Debemos entonces conocer su voz de tal manera que no nos equivoquemos en sus instrucciones diarias.

Que todos podamos decir esto: Conocemos al Padre y nunca “confundimos” su voz.

Una vez que conocemos al Padre y su infinito amor por nosotros entonces vivir bajo su absoluto gobierno, autoridad y voluntad no es una carga sino que es de gran gozo.

Si nunca hemos tenido esta revelación, necesitamos orar por ella. Dígale a Jesús: Señor revélame al Padre, solo tú decides a quién darlo a conocer.

Los hijos tienen derechos y obligaciones.

Ejemplo: Donde yo vivía antes venían muchos a pedir a la puerta de mi casa (más sabiendo que allí vive un pastor) como no podía darle a todos yo decidía a quien darle, que darle y cuando. Pero no era así con mis hijos, ellos siempre tenían para comer y ropa (no tenían que pedirme) descartaban que yo iba a suplir sus necesidades. Solo me podían dar gracias.

Cuando un hijo ora al Padre este responde.

Los hijos tienen los recursos del Padre (cortadora de césped, escoba etc)

Todo lo que el Padre tiene está disponible para su hijo.

Podemos concentrarnos en orar por otros porque sabemos que nuestro padre tiene la responsabilidad de proveer para nuestras necesidades.

Diga: MI PADRE ME AMA Y TODO LO QUE TIENE EL PADRE ES MÍO.

La mayor responsabilidad el hijo es ser obediente al Padre, (y no a otros que contradicen la voluntad del Padre).

EL PADRE NUESTRO ES EL DIOS TODOPODEROSO.

ORE SIEMPRE A DIOS COMO LO HACE UN HIJO CON SU PADRE.

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