(Isaías 6:1)
Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
(Isaías 6:2)
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
(Isaías 6:8)
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
(Jeremías 1:9)
Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
(Jeremías 1:17)
Levántate y prepárate para entrar en acción. Ve y diles todo lo que te ordene decir. No les tengas miedo.
(Jeremías 1:18)
Mira, hoy te he hecho fuerte, como ciudad fortificada que no se puede conquistar, como columna de hierro o pared de bronce.
(Isaías 50:4)
El SEÑOR Soberano me ha dado sus palabras de sabiduría, para que yo sepa consolar a los fatigados. Mañana tras mañana me despierta y me abre el entendimiento a su voluntad.
(Isaías 50:7)
Debido a que el SEÑOR Soberano me ayuda, no seré avergonzado. Por lo tanto, he puesto el rostro como una piedra, decidido a hacer su voluntad.
Estoy viviendo esto: Predicador Gustavo Isbert