ES TIEMPO DE SER VALIENTES, DE OBEDECER A DIOS Y ENFOCARNOS EN EL PROPÓSITO QUE EL TUVO PARA NOSOTROS DESDE ANTES QUE NACIERAMOS.
Cumplamos su gran comisión, viviendo una vida de justicia.
(Jeremías 1:4-8)
El SEÑOR me dio el siguiente mensaje:
—Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta a las naciones.
—Oh Soberano SEÑOR —í—. ¡No puedo hablar por ti! ¡Soy demasiado joven!
—No digas: “Soy demasiado joven” —me contestó el SEÑOR—, porque debes ir dondequiera que te mande y decir todo lo que te diga.
No le tengas miedo a la gente, porque estaré contigo y te protegeré. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!
(Josué 1:5-9)
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
(Efesios 2:10)
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.