Estas son Buenas noticias:
(Hechos 20:21)
He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo.
(Hechos 20:24)
Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios.
(Hechos 10:42)
Y él nos ordenó que predicáramos en todas partes y diéramos testimonio de que Jesús es a quien Dios designó para ser el juez de todos, de los que están vivos y de los muertos.
(Hechos 10:43)
De él dan testimonio todos los profetas cuando dicen que a todo el que cree en él se le perdonarán los pecados por medio de su sacrificio hecho por nosotros en la cruz.
(Hebreos 10:17)
Después dice: Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones.
(Hebreos 10:18)
Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
(Hebreos 10:19)
Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús.

 

Para que esto se haga efectivo en usted debe pedir a Dios perdón por sus pecados y creer que El pagó la deuda suya con Dios por medio de su sacrificio en la cruz. Cristo murió en su lugar. Le resta a usted recibirle en su corazón como su Señor, salvador y Rey por medio de una oración: le ruego que ¡la haga ahora con sus propias palabras!

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