Decirles a otros como pueden tener vida terna en el cielo para siempre y recibir a Jesús en sus vidas es el mayor bien que puedes hacerle a una persona en su vida. De ello dependerá el lugar donde pase la eternidad.

Esto es lo que más agrada a Dios Lucas 15:7, 10,32 y debe ser énfasis en las enseñanzas o actividades de cada cristiano. Mateo 28:18-20.

Debemos trabajar para lo eterno Daniel 2:44; 7:14, 27; 1 Juan 2:17.

Tenemos a Jesús en nosotros, somos embajadores del cielo y representamos a su glorioso Rey. Dios nos ha hecho conocer las buenas nuevas de salvación y ha salvado nuestras almas del castigo eterno y compartir estas buenas nuevas es el acto de bondad más grande que le puedes hacer a cualquier persona.

Luego guiarlos por el camino de Dios y orientarlos y discipularlos con “Las Bases del cristianismo” llevándolos a conocer a Dios para que luego lo puedan transmitir a otros es de mucho más valor que cualquier obre de caridad que también puedas hacer.

El orientarlos a servir a Dios y con la sabiduría que les da el Espíritu santo al nacer de nuevo pueden desenvolverse con la guía de Dios en esta vida y desembocará tarde o temprano en una vida que sea plena y de bendición a los demás.

Además orientarlas a que trasmitan lo que aprenden de Dios a su entorno (parientes, conocidos, amigos etc.) redunda en el mayor beneficio que pueda hacer a su comunidad y será algo con resultados visibles para ahora y para le eternidad.

La gente común (y algunos cristianos de nombre) no entienden esto pero la prioridad en tu vida debe ser ganar almas para Cristo, discipularlas y enviarlas “Timoteo2:2.

Si cada cristiano trabajara en esto con las personas que se relacionan todos los días llevaría a la salvación de millones de personas en poco tiempo y aún más si se trabaja en el poder de Dios y siendo llenas del Espíritu Santo: Romanos 15: 18-20.

Mira a todas las personas que todos los días están a tu alrededor ¡Ese es tu campo misionero! Recuerda CADA CRISTIANO ES UN M ISIONERO EN SU ENTORNO Y LA GRAN COMISION ES UA ORDEN PARA TODOS LOS CRISTIANOS.

Mateo 28:18-20. ¡Solo tú puedes alcanzar a los que están cerca de ti! ¡Tú eres el enviado de Dios para ellos! Dios te puso allí, en esa panadería, en esa oficina, en ese lugar, en ese trabajo, con ese grupo de personas, con esos parientes etc. etc.

Este tiene que ser el enfoque principal de todo cristiano el resto de su vida, en el cielo verás eternamente los frutos de tu trabajo espiritual acá en la tierra y recibirás galardones eternos y la compañía y agradecimiento de todos los que salvaste o se salvaron por medio de ti cuando le compartiste el evangelio.

Una cosa que debe cambiar en las iglesias es que se deben dar cuenta que el objetivo principal es ganar almas discipularlos, procurar que sean llenas del Espíritu Santo y enviarlas a su área de influencia, así hacía Jesús Marcos 5:19-20. ¡Enfócate en esto sin apartarte de está visión todo el tiempo que te quede en esta vida! ¡Trabaja para lo eterno! ¡Fuiste creado y comisionado para esto! ¡Permaneces en la tierra para ser sal y luz en la misma y llevar el evangelio a todos los que puedas! ¡Es increíble que personas que pasaron toda su vida yendo a la iglesia nunca salvaron a nadie y todavía no saben explicar un plan sencillo de salvación a los demás!, esto debe cambiar y los ministros religiosos debemos enseñarles estas cosas. He visto que ministros religiosos creyendo servir a Dios de una manera que a El le agrada, están ocupados en muchas cosas “buenas” pero no en lo que Dios quiere principalmente, que es evangelizar a los de afuera de la iglesia, a los que no van a las iglesias, a los perdidos , a los pecadores y a los extraviados, se debe predicarles, salvarlos, discipularlos en “LAS BASES DEL CRISTIANISMO”, procurar que sean llenos del Espíritu Santo y que con su poder prediquen en Evangelio del Reino de Dios, enseñándoles a todos los que puedan, TODAS las cosas que Jesús nos ha mandado. Todo esto tiene un resultado que durará toda la eternidad, que afectará el destino eterno de millones da personas y estas a ser transformadas más y más a la imagen de Cristo, influenciarán a muchos otros y afectará para bien comunidades, ciudades, estados y naciones. Solo de esta manera y con la bendición de Dios al saber y cumplir su palabra lograremos lo que todos anhelan en su país aunque no saben por donde empezar. Dios empieza cambiando el corazón humano y la obra debe hacerse uno por uno. Ezequiel 36:26-27; Mateo 15: 18-19; 2 Corintios 5:17. El Evangelio produce un cambio en el interior de las persona y si eso sucede en los pandilleros, ladrones, gobernantes, vecinos etc. se cambiará la sociedad de una manera maravillosa, aunque esto está encubierto por fuerzas espirituales de maldad a los ojos no solo de personas no cristianas sino hasta de líderes y ministros de Dios.

Evangelizar es el trabajo eterno más importante de todos y el que más agrada a Dios, es más importante que cualquier logro o meta de este mundo que pronto pasará y será completamente olvidado e intrascendente a nivel eterno. Los “héroes del deporte y actores de cine y otros famosos d mi época, hoy nadie sabe ni que existieron y solo para ellos es importante o fue importante que le hayan predicado el evangelio y hayan recibido a Cristo en su corazón porque solo de esa manera ahora estarán en el cielo eternamente ¿De que vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?

En la tierra puedes tener muchos sueños realizar muchas cosas, ser muy inteligente haber sido famoso o poderoso pero si no vas al cielo por toda la eternidad eso no servirá de nada y pasarás la eternidad en un tormento eterno lamentando no haberte interesado en las cosas de Dios y otros que si fueron al cielo lamentarán eternamente no haber cooperado en la evangelización mundial que era lo que realmente valía la pena que hubieran hecho.

Si tú no le predicas a la gente ¿Quién lo hará? Si tú no les enseñas las cosas de Dios a tú seres queridos y a otras personas ¿quién lo hará? Hechos 8:29-31, 35.

Las consecuencias y bendiciones de tu trabajo de evangelización y pastorales son para siempre. Ninguna otra cosa puedes hacer que sea más importante que ayudar a las personas a salvarse, a tener vida eterna, a encontrar el camino al cielo, a ser salvos, a tener una relación con Dios (y conocerle) y motivarlos a que se sumen en esta tarea de trabajar para la expansión de su Reino eterno. Toda persona al morir se dará cuanta de esto, de lo terrible que es el infierno, de lo maravillosos que es el cielo, de lo insensato que fueron al no obedecer a Jesús en esta tarea y el no interesarse (aunque sea un poco) en las cosas de Dios. En el momento de morir te enfrentarás con “las cosas religiosas” ya sea con los demonios o los ángeles, con el diablo o con Dios. Deja tu actitud cómoda, indiferente o temerosa de no querer involucrarte en lo que servirá y perdurará por toda la eternidad que es la predicación del Evangelio y la salvación de almas eternas. El destino eterno de miles depende de ti y de tus decisiones, tal vez tu familia se pierda para siempre si tu no les hablas de cómo tener salvación y vida eterna.

El mejor uso que puedes dar a tu vida es emplearla en algo que dure para siempre, que traspase los limites de la eternidad y la verdad es que solo el Reino de Dios perdurará eternamente y todo lo que tú hayas hecho a su favor. ¡Todo lo demás finalmente desaparecerá y será olvidado! (Isaías 65:17) “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”.

Enfócate en ganar almas, El que gana almas es sabio Proverbios 11.30.

Dios respalda y se agrada primeramente en los que trabajan en predicar y enseñar estos serán tenidos por dignos de doble honor.

(1 Timoteo 5:17) Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

¡Enfócate en lo principal! y trabaja en ganar alma, enseñarles las bases del cristianismo, procurar que sean llenas del Espíritu santo y enviarlas a su entorno para que esto sea una cadena o una “bola de nieve” interminable hasta la venida del Señor 2 Timoteo 2:2.

Pr Gustavo Isbert

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