Cómo enfrentar:
EL TEMOR
(Mateo 10:24-39)
Resumen: Si Cristo fue perseguido, entonces los discípulos deben esperar lo mismo. Sin embargo, los enemigos solamente pueden dañar el cuerpo, no el alma, la vida real del discípulo. Solamente Dios tiene este poder, y él cuida a su pueblo. Por lo tanto, el discípulo debe profesar a Jesús sin temor, aunque espere la oposición de su propia familia. Cualquier persona que concede más valor a esta vida que a la vida eterna, no es digna de Cristo.
Preguntas para la discusión:
- ¿Cuáles son algunas causas del temor?, y ¿por qué debemos vencerlas? (vv. 28, 29; Proverbios 1:33; 29:25; Salmo 23:4; 46:2-3; 56:4; Gálatas 2:12; Mateo 26:69-75; Apocalipsis 2:10)
- a) ¿Cuáles son los resultados del temor?
b) ¿Puede ser beneficioso el temor? (Proverbios 28:1; Lucas 21:26; Génesis 26:6-11; Gálatas 2:12; Mateo 26:69-75; pero vea también Deuteronomio 28:58-67; Mateo 24:15-22).
- ¿Qué significa y qué no significa temer a Dios? (Mateo 10:24-39; 14:26; Lucas 5:8-10; Hebreos 12:28-29; 1 Juan 4:16-21; Apocalipsis 1:17-18).
- ¿Cuáles son algunos de los temores que sufre la gente? ¿Cómo podemos distinguir entre los buenos y los malos?
Aplicación: ¿Cómo podemos vencer los temores que no son beneficiosos? Vea Mateo 10:28-30; 1 Juan 4:16-21; 1 Timoteo 1:6-7; Hebreos 13:5-6; Salmo 112:1, 7, 8.
Búsqueda: ¿Cómo podemos ayudar a un incrédulo que tiene muchos temores y supersticiones, a encontrar a Cristo?
Respuestas guía:
- Una falta de pensar y confiar en Dios, el pecado, pensar en “el que dirán” más que en Dios, el sufrimiento, el futuro, la muerte, centrarse en el hombre y en este mundo en vez de en Dios y el mundo venidero. Nuestra esperanza es el mundo venidero; por lo tanto, debemos cambiar nuestra manera de pensar y vencer estos temores.
- a) Algunos resultados son el pánico, el desmayar, la desobediencia a Dios, el cansancio, la depresión, las mentiras, etc.
b) ¡Sí! Algunos temores son beneficiosos, nos motivan a evitar peligro, cuando es correcto hacerlo.
- Tener reverencia y respeto frente a su poder y santidad. Aunque el temor de Dios quita el temor al Día del Juicio, nunca quita el respeto y reverencia que debemos mostrarle. No es un temor enfermizo, ni una fobia religiosa.
- Temor de situaciones peligrosas, temor de parecer diferente o no recibir la aprobación de compañeros, fobias varias, etc. Los temores que nos guardan de situaciones peligrosas son buenos; los que nos impiden obedecer los mandamientos de Dios, de confesar a Jesús, etc., son malos.
Aplicación: Meditar en el poder soberano y la bondad de Dios para con su pueblo, saber que él nunca nos abandonará. Dios controla todas las circunstancias de la vida; no hay ningún poder más fuerte que el suyo. También, asegurar que la relación que tiene la persona con él es firme; que su amor está perfeccionándole. Esto se ve en la obediencia. En fin, el creyente no debe luchar contra el temor, sino hacer la voluntad de Dios a pesar del temor. Al ocuparnos de esta manera, Dios nos llenará con su Espíritu para poder obedecerle.
Búsqueda: Mostrándole que, por su rebelión contra Dios (su pecado), es un esclavo de estos temores. Pero hay una liberación en Cristo. Confiar en Cristo es creer que él es el Creador soberano del mundo, que puede quitar todos los temores.
Notas para la preparación y explicación:
Nota: Al igual que la ira, la emoción del temor no siempre es mala; al contrario, es una ayuda para evitar el peligro. Pero los temores irracionales o insanos, sí, son peligrosos y pecaminosos. Una de las frases que Jesús más repetía era “No temáis”.
“Aquel que puede destruir el alma (v. 28): Se refiere a Dios, no a Satanás. En el pensamiento bíblico, el alma es inmortal. Destruir se refiere a lo que sucedía con la basura que se echaba a “Gehenna”, el valle de Hinnon. Así sucederá con el alma que no recibe la inmortalidad en Cristo.
“Disensión” (v. 35): Cristo enseñó el amor entre familiares. Aquí la disensión es a causa de los que persiguen a los creyentes, aún dentro de la familia.
“Pierde su vida” (v.39): La entrega a una relación con Dios; poner a Dios en primer lugar, antes que los derechos propios.
Pasajes bíblicos adicionales.
Salmo 39:1-13 Salmo 46:1-11 Hechos 4:23-31