LAS BENDICIONES DE LOS HIJOS DE DIOS
(Romanos 8:1-17)
Resumen:
Por medio del sacrificio de Cristo podemos llegar a gozar de una íntima relación con Dios como sus hijos; podemos ser llenos del Espíritu Santo y heredar sus promesas y su bendición.
Preguntas para la discusión:

  1. ¿Qué caracteriza a un verdadero hijo de Dios? ¿Cómo vive? ¿Qué evita? ¿De que privilegios goza? (vv.12-17).
  2. ¿Cuál es la única manera en que el hombre puede ser liberado de la culpa y de la ley del pecado? (vv.1-4).
  3. ¿Cómo opera en nosotros la “ley del Espíritu”? ¿Qué efecto tiene en nuestras vidas? ¿Qué cambios trae? (vv.5-9).
  4. ¿De qué podemos estar seguros al tener el Espíritu Santo en nosotros? ¿Por qué? (vv.10-11).
  5. En el Antiguo Testamento el tema de la “herencia” y la “bendición” son centrales. Lean Deuteronomio 28:1-14 y busquen promesas paralelas a las de Dios para los cristianos.

Aplicación:
¿Cómo podríamos gozar más de los privilegios de ser hijos de Dios?
Búsqueda:
¿Qué diferencia hay entre la vida de uno que es hijo de Dios y otro que no lo es, según este pasaje? ¿Cómo se llega a ser “hijo de Dios”?
Respuestas guía:

  1. Tiene el Espíritu Santo y es guiado por él. Ya es libre del temor al castigo por el pecado y la culpabilidad, y puede gozar de su relación con Dios como hijo adoptivo. Vive según la Ley de Dios en su corazón y evita el pecado. Tiene un testimonio interior de que es aceptado por Dios y por lo tanto, heredero de sus promesas, aunque sufre también las penurias de vivir como cristiano en un mundo pecador.
  2. Por medio del sacrificio de Cristo, quien recibió el castigo por la culpa del pecado del creyente. El Espíritu Santo, que le es dado, le guía a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, y lo libra de la ley del pecado y de la muerte.
  3. Orienta nuestras mentes hacia las cosas de Dios. Nos da su poder para cambiar de un estilo de vida pecador a uno que le agrada a Dios. Nos trae, en ese sentido, vida y paz.
  4. Que resucitaremos después de la muerte, ya que Dios hizo lo mismo con Cristo.
  5. En general en el Antiguo testamento “la herencia” se refiere a la tierra de Canaán y a las bendiciones de prosperidad material. En el Nuevo testamento, las bendiciones son más de carácter espiritual, pero abarcan también las necesidades materiales (vea Filipenses 4:6-19).




Aplicación:
Basarnos más en a fe y menos en nuestros sentimientos. Dejar que el Espíritu Santo nos llene y nos enseñe por medio de la Palabra de Dios a gozar de la plenitud de la vida cristiana.
Búsqueda:
El que es hijo de Dios tiene el Espíritu Santo, mientras que el que no lo es, no lo tiene. Al recibir a Cristo se recibe el Espíritu Santo (Lea Juan 1:12). Usar el folleto evangelístico si es necesario.
Notas para la preparación y explicación:
“Condenación” (v.1): El creyente es liberado tanto de la culpa como del poder del pecado.
“Débil” (V.3): Aunque el hombre entiende intelectualmente la ley de Moisés, igualmente la quebranta porque es pecador.
“La justicia de la Ley” (v.4): El requisito justo de la Ley.
“Ocuparse de la carne… del Espíritu” (v.6): La muerte es el resultado de la vida carnal, y la vida, de la espiritual.
“Adopción” (v.15): Costumbre romana y griega, pero no judía, de transferir todos los títulos a un hijo adoptivo.
“Abba” (v.15): Equivalente a “papá” en arameo.
Pasajes bíblicos adicionales:
2 Corintios 1:22, 5:5
Gálatas 3:29, 4:1-7
Efesios 1:14

Print Friendly, PDF & Email
Translate »