Cómo enfrentar:
LA MUERTE
(1 Corintios 15:1-34)
Resumen: Pablo enseña que la verdadera fe cristiana se centra en la resurrección histórica de Cristo, y corrige a los que dicen no creer en la resurrección de los muertos. El apóstol enfrenta aquí una herejía griega que decía creer en la inmortalidad del alma pero, a la vez, en la desintegración permanente del cuerpo. Basándose en la resurrección de Cristo, Pablo concluye que el cuerpo será resucitado también.
Preguntas para la discusión:
- ¿Por qué es “vana” la fe cristiana si no se cree en la resurrección de los muertos? (Vv. 12-19; 23-32).
- ¿Por qué el hecho histórico de la resurrección de Cristo es absolutamente vital para la fe cristiana? (Vv. 20-24,55 y 57. ¿En que se basa Pablo para creer en la resurrección como hecho histórico? (vv 1-9)
- ¿Qué consecuencias tiene para el cristiano el conocer la realidad de la resurrección? (vv 10-11; 33-34)
- Lean 1 Tesalonicenses 4:13-18. ¿En qué sentido nos da esperanza y nos alegra la resurrección de Cristo?.
Aplicación: ¿Cómo cambian nuestras vidas al vivirlas a la luz de la resurrección? ¿Qué áreas de nuestras vidas no demuestran una fe verdadera en la resurrección? ¿Por qué? ¿Cómo podemos demostrar al mundo la resurrección?
Búsqueda: ¿Cómo puede ayudar a alguien que no cree en el “más allá”, a encontrar a Cristo?
Respuestas guía:
- Porque negar la resurrección de los muertos implica que Cristo tampoco resucitó, y si Cristo no resucitó, no se cumplió la redención. La esperanza cristiana del perdón de los pecados sería falsa.
- Porque es parte de la redención. Al ser resucitado de los muertos, Cristo señala el cumplimiento y la eficacia de su obra en la cruz, su reinado presente sobre toda potestad y principado, y la promesa de su segunda venida. La muerte no tiene la última palabra. Pablo ve como histórica la resurrección (no un mero mito, sino un hecho real), ya que con sus propios ojos, él y otros (más de 500 personas) vieron a Jesús resucitado.
- Trabajamos, predicamos, cuidamos nuestro comportamiento, aseguramos nuestro conocimiento de Dios.
- La muerte de seres queridos que mueren en Cristo no deben entristecernos ni dejarnos “sin esperanza”. Debemos entender que los veremos de nuevo después de nuestra muerte o de la segunda venida de Cristo, si aún vivimos. Nos llena de esperanza de vida eterna en el cielo con Jesucristo.
Aplicación: Perdemos el temor. Enfocamos nuestra vida a la luz de su segunda venida. Servimos al Señor. Nos llenamos de esperanza. (Que cada uno comparta sus fallas al respecto). Podemos vivir a la luz de la resurrección, predicarla, demostrar su poder por medio de obras sobrenaturales, como vidas cambiadas, sanidad divina, etc.
Búsqueda: Explicarle de la Biblia (después de haber leído y estudiado nosotros sobre el tema), cómo toda la evidencia bíblica e histórica señala que Jesús resucitó. Use un folleto evangelístico si es necesario.
Notas para la preparación y explicación:
“Primicias” (v.20): Pablo usa la costumbre judía de traer como ofrenda al templo los primeros frutos de la cosecha, para ilustrar cómo la “cosecha” de la resurrección de los creyentes es prometida, prefigurada por la “primicia” de la resurrección de Cristo.
“Adán” (v.22): Vea Romanos 5:12-21. La muerte física y espiritual, entraron al mundo por medio de Adán. El resto de la humanidad hereda la inclinación hacia el pecado, y de allí la pena del pecado, la muerte.
“El fin” (vv.24-28): Una vez que la Iglesia haya cumplido la Gran Comisión de Cristo (Mateo 28:18-20), él volverá, y así llegará el clímax de las edades, el fin. El retornará para establecer su plena autoridad (2 Tesalonicenses 1:7-10), y así entregará simbólicamente a Dios un trabajo completado.
“Bautismo por los muertos” (v. 29): Posiblemente Pablo da un ejemplo de lo que hacían algunos de ellos equivocadamente para argumentarles al respecto.
“Efeso… fieras” (v.32): Posiblemente referencia a luchas espirituales o gran oposición de “fieras humanas”.
Pasajes bíblicos adicionales:
Daniel 12:2 Job 19:25-27 Mateo 28:1-20 Isaías 26:19
Marcos 8:31; 9:31; 10:34 Juan 11:25-26 Juan 6:40-47; 11: 25-26;
Mateo 25:46