El Reino de Dios
LA AUTORIDAD Y EL PODER DEL REINO
(Mateo 28:16-20)
Resumen: Jesús es el Rey del Reino de Dios. Como tal lo vemos ejercitando en la tierra un ministerio de amor, poder y autoridad, manifestando así el Reino de Dios en medio de un mundo esclavizado por Satanás. Cuando asciende al Padre, delega esta autoridad y poder a la Iglesia, (a cada uno de sus hijos) su Cuerpo, para que ella a su vez, ejerza en el nombre de Cristo esta autoridad y poder en el mundo.
Preguntas para la discusión:
- ¿Cuáles fueron las diferentes reacciones de los discípulos ante el Cristo resucitado? ¿Qué nos enseña esto en cuanto a nuestra reacción frente al Reino, su autoridad y poder? (vv. 16, 17; Juan 20:24-31).
- ¿Qué significa que Jesús tiene “toda potestad en el cielo y en la tierra”? (v.18. Vea también Filipenses 2:1-11). ¿Qué efectos habrán tenido estas palabras en los discípulos? Y para nosotros, ¿Qué significado tienen?
- ¿Qué autoridad tenía Adán al comienzo de la Creación? (Vea Génesis 1:28-30). ¿Cómo afectó el pecado al ejercicio de esta autoridad? (Romanos 5:12; 8:20-23; Efesios 2:1-3).
- ¿Cómo difieren los conceptos cristianos de los del mundo, referente a la autoridad y el poder? (Juan 18:36-37; Lucas 22:24-30; 20:1-8).
- ¿Cómo animó Jesús a sus discípulos a que ejercieran la autoridad y el poder del Reino de Dios? (Mateo 10:1; Hechos 1:8). ¿Qué tarea tenían? (vv. 19-20).
Aplicación: ¿Qué autoridad y poder tenemos nosotros para hacer avanzar el Reino de Dios? (vv. 19-20).
Búsqueda: ¿Cómo se entra al Reino de Dios? (Juan 3:3-6).
Respuestas guía:
- Algunos dudaban de lo que sus ojos veían, pero otros creían plenamente. En la historia de Tomás vemos cómo era necesario que él creyera en Jesús. Nosotros también debemos creer y ejercer fe respecto a la realidad actual del Reinado de Jesús.
- Al morir y resucitar, Jesús Reina ahora con Dios –ha sido puesto sobre todo poder espiritual y temporal. Es la máxima autoridad. Los discípulos cobraron ánimo y valentía. Nosotros también podemos confiar en que “estamos del lado ganador” y que, por lo tanto, debemos vivir obedeciendo y sirviendo al Señor.
- Adán tenía autoridad para cumplir la voluntad de Dios en el mundo, era virrey de Dios sobre la tierra. Por el pecado entró la muerte y corrupción (enfermedad, sufrimiento, tragedia, destrucción, maldad, etc.) y esto afectó negativamente a toda la creación, dándole lugar al diablo, incluso hasta permitirle ejercer su dominio y “principado” sobre este mundo. (Hechos 16:18; 2 Corintios 4:4; Juan 12:31).
- Jesús dio a entender que su autoridad provenía de Dios, igual que la de Juan el Bautista a quien los fariseos no reconocieron. Su autoridad no era como la del mundo, sino espiritual; no buscaba fines propios, sino el servir a los demás y expresar así el Reino de amor y de justicia de Dios.
- Mientras estaban con él, les enseñó a esperar en su poder y autoridad. Después les hizo esperar y confiar en el poder y la autoridad que les daría el Espíritu Santo. La meta era la evangelización y discipulado del mundo entero.
Aplicación: Tenemos el mismo mandato que dio a los apóstoles, y la misma seguridad de que Jesús estará con nosotros (su Iglesia) con todo su poder y autoridad, hasta “el fin” (vea 1 Corintios 15:24-28). Debemos actuar con el mismo poder y autoridad que vemos en la Biblia en la Iglesia primitiva.
Búsqueda: Es necesario “nacer de nuevo”. Use un folleto evangelístico, si conviene.
Notas Para La Preparación Y Explicación:
Nota: Este pasaje, conocido como la Gran Comisión, enfoca la tarea evangelizadora encomendada a los apóstoles. Es interesante notar que Cristo basa la tarea en la autoridad por él conferida.
“Monte” (v.16): Posiblemente el mismo donde predicó el Sermón del Monte.
“Potestad” (v.18): “Exousia” (griego), significa autorización para ejercer poder. La otra palabra que es traducida como “potestad” o “poder” es “dunamis” (Hechos 1:8); en Cristo tenemos ambos significados: la autorización para ejercer poder, como el poder mismo de El, lo que permite avanzar al Reino de Dios.
“Bautizándolos” (v.19): Aquí está el mandato de “bautizar” como demostración de que somos discípulos de Cristo. Esto se hizo el día de Pentecostés (Hechos 2:38).
Pasajes bíblicos adicionales:
Marcos 16:14-20 Mateo 7:29 Juan 5:27 Daniel 7:13-14
1 Pedro 3:22 Efesios 1:20-23 Colosenses 1:13-14