Yo te llamé principalmente para los cristianos nominales (de nombre) los que creen ser míos y no lo son, los que nacieron en familias cristianas de nombre pero no me conocen ni han nacido de nuevo de mi Espíritu y te he llamado para reavivar a los que apenas “son pequeñas plantitas” mías pero yo te he puesto para hacerlas crecer y dar a luz a multitudes similares. Debes entonces esforzarte por decirles toda la verdad y todo mi consejo.
Debes decirles que muchos de ellos no son salvos aunque son religiosos y que deben escuchar atentamente mi mensaje de salvación.
Diles que deben arrepentirse para ser salvos, que morí en su lugar en la cruz y llevé allí su culpa y su condenación, que deben esforzarse en creer esto y que deben tomar la decisión de recibirme en su corazón, deben recibirme a mí y a mi Espíritu Santo y entonces vencerán el poder que los lleva a pecar, serán nuevas personas y tendrán la salvación y la vida eterna y la seguridad de que estarán para siempre conmigo en el cielo.
Diles cuánto los amo y que no necesitan nada para ganarse mi amor. Solo yo puedo limpiarlos de sus pecados y sellarlos como propiedad mía con mi Espíritu Santo.
Los amo, diles que vengan a mí para que sean limpios de sus pecados y verdaderamente libres. Diles que es a mí a quién deben adorar y servir.
Diles cuánto hice y hago por ellos.
Diles que quiero que trabajen junto conmigo en este tiempo.
Enséñales a evangelizar y muéstrales como emplear mi poder.
¡Búscalos y tráelos a mí!
Jesús.