LECCION 4 -La solución: La sustitución-
¿Es posible una solución justa?
No puede expiar sus propios pecados. Sin embargo, si sufre las consecuencias, estará perdido y condenado para siempre.
Pero Dios es misericordioso. No tiene placer en la muerte del impío (Ezequiel 3.3:11). El juzgar es "su extraña obra" (Isaías 28:21). Tiene que idear una manera en que se pueda salvar al hombre, "para no alejar de sí al desterrado" (II Samuel 14:14).
¿Es posible que se pueda hallar una solución justa al problema? ¿Puede el gran Dios del universo satisfacer su amor sin sacrificar su santidad? Sí, es posible, por ejemplo, que un substituto pudiera morir por el hombre, y pagando así la pena de sus pecados, pudiera permitir que el culpable saliera en libertad.
Este principia se ha ilustrado muchas veces en tiempos de guerra. Durante las guerras napole6nicas, un francés fue rec1utado y enviado a un lugar adonde no quería ir. Un amigo se ofreció para tomar su lugar, se alistó en nombre del reclutado, fue enviado a la zona de batalla y fue muerto en una acción bélica.
Un poco más tarde Napoleón necesitaba más hombres, y por equivocación el primer hombre fue reclutado por segunda vez. El hombre protestó que no podía ir, ¡porque estaba muerto! Se revisó el registro, y efectivamente el hombre estaba en la lista como muerto y enterrado. La ley ya no le podía reclamar. Un substituto había muerto en su lugar.
Una ilustración bíblica de la substitución
La idea de substitución también se ilustra notablemente en un pasaje bien conocido del Antiguo Testamento. Es la historia de la prueba de la fe de Abraham en el sacrificio de su único hijo Isaac a Dios.
1. Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. y él respondió:
Heme aquí.
2. y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moríah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
3. y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, Y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
4. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, Y vio el lugar de lejos.
5. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.
6. y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
7. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8. y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
9. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, ~ ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.
10. y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar él su hijo.
11. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y elijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
12. y elijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
13. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. .
14. Y llamo, Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
Ahí tiene usted la substitución. "Fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo." Sin embargo, esto no es más que una figura del substituto que necesita el hombre. El cuadro es perfecto, en el sentido que la muerte de un carnero no bastaría para un hombre, pero tiene valor en que muestra cómo obra la substitución.
Si se ha de usar la substitución en el plan de salvación para el hombre, surge naturalmente la pregunta: "¿Quién ha de ser el substituto? ¿Quién tiene los requisitos para tomar el lugar del hombre?"
El substituto del hombre debe ser hombre
A decir verdad, las posibilidades son muy limitadas. Primero preguntémonos: "¿Podría morir por el hombre un ángel?" El pensarlo un momento nos convence que ello no seria posible. Una razón es que los ángeles, siendo espíritus, no mueren, hasta donde lo sabemos. El que ha de ser substituto por el hombre ha de ser hecho "un poco menor que los ángeles. . . a causa del padecimiento de la muerte" (Hebreos 2:9). Además, si un ángel pudiera morir, la adoración del hombre se dirigiría a una criatura, y esto está prohibido en la Palabra de Dios (Éxodo 20:5).
Pues entonces, ¿no podría morir un animal por el hombre?
En el Antiguo Testamento se mandaba el sacrificio de animales. Pero debemos recordar que no eran suficientes como para quitar un solo pecado. "La sangre de los toros y de los macho: cabríos no puede quitar los pecados" (Hebreos 10:4). Los sacrificios de animales solamente servían de figuras o tipos del sacrificio perfecto que había de venir.
Llegamos a la conclusión, pues, que ni ángeles ni animales pueden tomar el lugar del hombre en cuanto a llevar el castigo de sus pecados. Puesto que el substituto tiene que ser de la misma especie, resulta que un hombre debe morir por el hombre. Esto es absolutamente esencial, y cualquier otro arreglo (resultaría desigual, parcial e injusto.
Ha de ser sin pecado
Pero ahora se nos presenta otro problema. Un hombre pecaminoso no puede morir por otro, ya que tiene que sufrir el castigo de sus propias iniquidades. La ley de Dios demanda la muerte de todo trasgresor. El único substituto satisfactorio, pues, ha de ser un hombre sin pecado.
Ha de ser infinito – y solo dios es infinito
Aun así, debemos agregar otro requisito. Un hombre sin pecado sólo podría con justicia tomar el lugar de un solo pecador. El substituto que necesita la raza humana debe morir por toda la humanidad. Su muerte, pues, debe tener infinito poder y valor. Con esto queremos decir que debe tener mérito suficiente para satisfacer todos los pecados que jamás se hayan cometido o se cometerán. El substituto ha de ser infinito. y esto nos confronta con la verdad obvia que sólo Dios es infinito.
Ha de derramar su sangre
Un requisito final. Si los pecados del hombre han de ser borrados de la vista de Dios, el substituto ha de derramar su sangre. Que esto es un requisito del carácter y proceder de Dios se comprueba con los siguientes versículos de la Escritura:
"y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto" (Éxodo 12:13).
"Porque la vida de la carne en la sangre está, y os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona" (Levítico 17:11).
“Y casi todo es purificado, según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión" (Hebreos 9:22).
En resumen
1. Es concebible que Dios pudiera salvar a los pecadores si muriera un substituto en su lugar.
2. Tal substituto ha de llenar ciertos requisitos estrictos.
(a) No puede ser ángel ni animal. De serlo existiría una substitución desigual.
(b) Por tanto tiene que ser hombre.
(c) Sin embargo, tiene que ser un hombre sin pecado. De otra manera tendría que morir por sus propios pecados.
(d) Tiene que ser infinito si ha de morir por un sinnúmero de pecadores. Puesto que sólo Dios es infinito, tiene que ser tanto Dios como hombre.
(e) Tiene que estar dispuesto a tomar el lugar del pecador y llevar su castigo.
(f) Al hacerla, tiene que derramar su sangre, porque de otra manera no se remiten los pecados.
El señor Jesús es tal sustituto
La nueva gloriosa del Evangelio es que tal substituto ha sido provisto. Se llama el Señor Jesucristo. Fíjese en la manera maravillosa en que satisface la necesidad de los pecadores.
1. ¿Es hombre? Sí, "porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5).
Dios envió "a su Hijo en semejanza de carne de pecado" (Romanos 8:3).
"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1:14).
2. ¿Es sin pecado’? Sí, porque "fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" (Hebreos 4:1.5). Véase también Juan 8:46.
3. ¿Es infinito? Es decir, ¿es Dios’? Sí, "el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Véanse también Romanos 9:5 y Colosenses 2:9,
4. ¿Estaba dispuesto? Sí, maravilla de maravillas, él, el solo substituto posible, estaba dispuesto a servir. (Lucas 2:42; Filipenses 2:,5-8.)
5. ¿Derramó su sangre? Sí. En la cruz del Calvario fue derramada su sangre para que fuesen perdonados los pecadores. (Juan 19:34; 1 Pedro 18, 19.)
El problema solucionado
De esta manera fue solucionado el problema. Dios ahora puede decir tocante al pecador, "que lo libró de descender al sepulcro, que halló redención" (Job 3.3:24).
Uno de los peligros más temibles que encontraron los primeros pobladores del oeste norteamericano, era el incendio de las praderas. Llevada por el viento, se formaba una cortina de llamas, a veces de varios kilómetros de ancho, descendía estrepitosamente sobre ellos y sus hogares devorando todo en su camino. Los pioneros aprendieron que había una sola manera de escapar el fuego. Espaldas al viento, prendían fuego al pasto que estaba a sus pies, y cuando se había quemado un espacio suficiente, se paraban en el lugar donde ya había pasado el fuego. Esta es la manera en que Dios ha solucionado el problema del pecado humano. El fuego de su juicio ya cayó en el Calvario sobre la persona de su Hijo. Ahora invita al pecador a venir y pararse donde ya pasó el fuego. No hay otro refugio para el alma.
Lección 4
En el espacio subrayado a la derecha escriba "Verdad" o "Falso" después de las siguientes declaraciones:
1. Un animal puede ser sacrificado como substituto suficiente del hombre.
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2. Hebreos 9:22 dice que la remisión de pecados requiere derramamiento de sangre.
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3. Habría poca necesidad de que fuese infinito nuestro substituto con tal que fuera sin pecado.
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4. La cantidad de substitutos posibles por nuestros pecados era sin límite.
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5. Un ángel podría ser un substituto aceptable de nosotros.
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En el espacio subrayado a la derecha escriba la letra de la contestación correcta.
6. Un substituto es uno que
a. ocupa una posición o rango inferior
b. subsiste por la generosidad de otro
c. acepta la provisión que hace otro
d. toma el lugar de otro
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7. En la historia de Abraham e Isaac el substituto fue
a. Isaac
b. Abraham
c. el carnero
d. ninguno de los tres
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8. El único substituto adecuado para nosotros es el Señor Jesús porque
a. se hizo hombre
b. es Dios
c. no tiene pecado
d. es todo lo que dicen a, b y c
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9. El derramamiento de sangre por nuestros pecados es
a. lo que Dios mismo exige
b. una idea bárbara y pagana
c. contrario a las enseñanzas bíblicas
d. el concepto que hace que el judaísmo del Antiguo Testamento difiera del cristianismo
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10. El Señor Jesús murió en la cruz
a. como mártir
b. como nuestro substituto
c. como una víctima inocente de la política
d. como víctima de las circunstancias
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