a) Escrituras clave
Hechos 2:38-39 Lucas 11:9-13
Juan 7:37-39 Efesios 5:18

b) Introducción
Si el Señor Jesús necesitaba ser lleno (Lucas 4:1,14), los apóstoles necesitaban ser llenos (Hechos 2:2-4), y Pablo necesitaba ser lleno (Hechos 9:17), nosotros también necesitamos ser llenos con el Espíritu Santo. Esto no es sencillamente convertirse en cristiano y recibir al Espíritu Santo como depósito garantizando nuestra salvación (Efesios 1:13-14). Jesús fue concebido por el Espíritu Santo (Mateo 1:18), y por tanto tenía el Espíritu Santo en El toda su vida, pero todavía necesitó ser lleno o bautizado con el Espíritu Santo para poder llevar a cabo todo lo que su Padre le había mandado que hiciese. Esto pasó cuando fue bautizado en agua en el río Jordán (Lucas 3:21-22). Los discípulos recibieron el Espíritu Santo cuando Jesús sopló sobre ellos (Juan 20:22), pero les dijo que esperasen hasta que hubiesen recibido el bautismo con el Espíritu Santo antes de empezar su ministerio (Hechos 1:4-5; 2:2-4). La Biblia utiliza muchas maneras distintas para definir este ser lleno. Estas incluyen ser lleno (Hechos 2:4); ser bautizado (Hechos 1:5); el Espíritu Santo venir sobre nosotros (Hechos 1:8); recibir el Espíritu Santo (Hechos 8:17); derramamiento del Espíritu Santo (Hechos 10:45). No es la clasificación lo que importa sino lo que realmente sucede, es decir, somos capacitados para hacer la voluntad de Dios y para ser discípulos verdaderos de nuestro Señor Jesucristo.
Se debe recordar que no tenemos que ser llenos una sola vez y ya está. Necesitamos ser llenos continuamente (Efesios 5:18). Los primeros discípulos fueron llenos por lo menos dos veces (Hechos 2:1; 4:31).

c) La analogía del vaso para beber
Nuestra vida es como un vaso para beber; está hecha para ser llena y usada. Hemos sido creados para «contener» a Dios. Tenemos que ser canales para su Espíritu Santo aquí en la tierra, no como un tubo de desagüe, sino como depósito que contiene suficiente como para cubrir toda necesidad en que se requiere la vida y el poder de Dios.

(I) Un vaso sucio y manchado
¡Nunca darías un vaso asía alguien que necesitase beber! El vaso necesita ser limpiado a fondo y enjuagado antes de poderlo usar. Mucha gente no conoce el poder del Espíritu Santo dentro de ellos porque su vida es como un vaso sucio. Necesitan ser limpiados antes de poder ser llenos, porque el Espíritu Santo es agua pura y limpia. Dios lo ha hecho posible por medio de Jesús para que nuestra vida sea limpiada de toda su inmundicia interior. Algunos de nosotros parecemos estar sin mancha desde afuera, pero todos necesitamos limpieza en lo profundo de nuestro corazón (1 Samuel 16:7).

(II) Un vaso agrietado
Nunca soñarías en darle a alguien de beber en un vaso agrietado. Probablemente tirarías el vaso, pero Dios nunca hace esto: El sana las grietas. Mucha gente se siente incapaz de abrirse a nadie porque están agudamente conscientes de sus grietas. La vida y las circunstancias muchas veces les han dado golpes severos, hasta tal punto que parecen incapaces de recuperarse. Dios en su poder, les puede tocar y hacerles ilesos (Mateo 9:12). Durante todo el ministerio de Jesús aquí en la tierra, sanó a aquellos que tenían la vida agrietada, es decir, aquellos que sufrían enfermedad, dolor, soledad y daño. Jesús fue capaz de traerles el poder de Dios y sanarles, y cuando fueron sanados El fue capaz de enviarles en el poder de Dios con una fuerza nueva, para que ya no necesitasen vivir en su problema o enfermedad. Dios quiere hacer lo mismo por nosotros: quiere traer sanidad y perdón en el poder de la cruz y resurrección de Jesús, y luego quiere llenarnos con su vida y poder por medio del Espíritu Santo para que podamos continuar el ministerio de Jesús en nuestro día y época (Juan 14:12).

(III) Un vaso invertido
Por supuesto, nunca puedes llenar un vaso que está invertido todo el tiempo. Es necesario que nosotros abramos nuestros corazones y nuestras mentes para que Dios nos llene. Necesitamos estar receptivos. Es imprescindible que tengamos buena disposición y voluntad de nuestro espíritu para recibir el Espíritu Santo de Dios. El no forzará su entrada en nuestra vida.
Los vasos son hechos para ser llenos. Un vaso que nunca ha contenido líquido nunca ha realizado el propósito para el cual fue hecho. Nosotros también somos hechos para ser llenos. La gente nunca ha conocido la plenitud del poder de Dios por medio del Espíritu Santo en su vida, de la misma manera que nunca ha llevado a cabo el propósito para el cual fueron creados.

d) Pedid y se os dará
El trabajo del Espíritu Santo es hacemos abiertos a Dios, hacemos sedientos de Dios en el corazón. Es una sed que Dios satisface cuando clamamos a El (Juan 7:37-39). Pablo exhorta a sus lectores a ser «llenos del Espíritu» (Efesios 5:18). El sentido real de esta afirmación en el griego original es que deberíamos «seguir siendo llenos del Espíritu». Este ser lleno es la fuente de poder y fuerza para el discipulado y testimonio diario. Una sola experiencia no es suficiente.
Invariablemente, el Espíritu Santo nos hace conscientes de nuestra necesidad de su poder en nuestra vida antes de pedirlo. Si sabes que le necesitas en tu vida, ¿por qué no pides al Padre que te llene con su Espíritu Santo? No temas lo que Dios pueda hacer. «Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio». (2 Timoteo 1:7).
Ábrete a Dios: deja que el viento del Espíritu Santo sople a través de ti. Si estás acudiendo a Dios, El no te dará algo que sea malo o ma-ligno (Lucas 11:9-13). Fija tu atención en Jesús y en tu Padre celestial. Luego, abre tu ser para recibir todo lo que te den. Deja que el Espíritu Santo te santifique hasta los tuétanos; espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). Deja que llene tu vida con el poder de Dios. Recibe de El los dones que trae y aprende a alabar, adorar y testificar en el poder de Dios.
Si ayuda, y probablemente lo hará, busca a alguien que sepa lo que significa ser lleno con el Espíritu Santo para orar contigo. Puede ser que impongan manos o no en ti. Si lo hacen no temas, porque esta es la manera en que los primeros discípulos oraron por muchos para que recibiesen el Espíritu Santo (Hechos 8:14-17; 19:6). También puedes orar tú solo. Usa una oración sencilla tal como la siguiente. Tu Padre celestial te oirá y te contestará y serás lleno con su Espíritu Santo

e) Una oración sencilla
«Querido Padre, gracias por la promesa de que cualquiera que pida recibirá, y quienquiera que busque encontrará. Sé que necesito más de tu poder en mi vida. Sé que necesito más del fruto de tu Espíritu Santo en mi vida. Padre, confieso mi pecado ante ti, perdono a todos los que me han agraviado, y te pido que limpies mi vida por medio de la sangre de Jesús. Abro mi vida completamente a ti. Por favor, envía el poder del Espíritu Santo a mi vida ahora mismo. En el nombre de Jesús, Amén».
f) Preguntas y puntos de discusión
1. Algunos de los estorbos bíblicos para llevar una vida en la plenitud del Espíritu son: desobediencia (Hechos 5:32), orgullo (1 Pedro 5:5), falta de fe (Hebreos 11:6), una motivación mala (Hechos 8:18-24). ¿Puedes pensar en algunos más, en especial, en tu propia vida?
2. ¿Necesitas ser lleno por primera vez o lleno de nuevo con el Espíritu Santo? No lo dejes para mañana. Pide y recibe de tu Padre celestial.
3. ¿Por qué tantos cristianos sienten que no necesitan ser llenos con el Espíritu Santo? Discútelo.
4. ¿Cómo podemos cubrir las necesidades del mundo en la manera que Dios el Padre quiere que lo hagamos (como lo hizo Jesús) sin ser llenos con el Espíritu Santo (como lo fue Jesús)? ¡Discútelo después de leer Juan 14:12!
5. ¿Nos cambia Dios para ser como un robot cuando somos llenos del Espíritu Santo, o quiere que escojamos hacer su voluntad en cada situación en que nos pone?

g) Resumen y aplicación

1. Ser lleno con el Espíritu Santo continuamente es esencial si hemos de ser discípulos verdaderos de Jesús y hacer lo que nuestro Padre celestial pida que hagamos.
2. La esencia de la vida llena del Espíritu no es cuánto del Espíritu tengo yo, porque tengo todo en El, sino ¡cuánto tiene El de mí!
3. La gente es hecha por Dios para ser llena con el Espíritu Santo para que puedan ser canales para la plenitud del poder de Dios.
4. Necesitamos ser vasos preparados, limpios y listos para ser llenos con el Espíritu Santo. 5. Dios el Padre ha prometido que cual-quiera que pida de El recibirá el Espíritu Santo.

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