Lee este mensaje para ir al cielo para toda la eternidad. (Sea quien seas).
Las personas no saben la manera de ir al cielo o como salvarse de la condenación eterna.
En el fondo del corazón todos saben que han pecado, (Eclesiastés 7:20), y que están descalificados de “algo mejor”.
Por eso hacen muchas cosas “por si eso funciona”.
Por ejemplo: diversos ritos religiosos, promesas, bañarse en el río Ganges, caminatas a lugares “santos”. Sienten condenación, saben que “algo les falta”, por eso también se fundan cientos de religiones nuevas y diversas a cada momento.
Otros tratan de hacer algunas buenas obras o donar algo antes morir, algunos procuran intentar “hacer las cosas bien” y “no hacer mal a nadie”, otros hacen ritos o ceremonias religiosas buscando acumular “gracia” o sumar méritos “a ver que pasa” y ponen su esperanza en eso cierto tiempo, pero la verdad es que de esa manera nunca se logra saber cuando es suficiente, o si ya lograron la salvación de su alma. No tienen la certeza de su salvación.
Por ese desconocimiento es que se inventó el purgatorio, (del cual no hay mención en toda la palabra de Dios), y para colmo la gente no lo sabe.
Otras personas están ciegas a las cosas espirituales y no piensan en la eternidad.
Otros piensan que todo se termina con la muerte y no indagan lo que dice Dios al respecto. Romanos 1:21; Efesios 4:18; 2 Corintios 4:4; Lucas 8:12.
Pero debemos tener la seguridad de nuestra salvación ahora.
Esto se puede saber, al conocer lo que dice Dios en su palabra (la Biblia) es decir, la manera que Dios tiene de declararnos justos ante El.
Dios estableció una manera para salvarnos y es por substitución 1 Pedro 3:18. Jesús siendo Dios, se hizo hombre y murió en lugar de nosotros en la cruz y El pagó la deuda de nuestro pecado con Dios.
Se ofreció a sí mismo para llevar la paga del pecado, que es la muerte, en nuestro lugar.
Dios había hecho una ley: El alma que pecare esa morirá. Ezequiel 18:20.
Todos debíamos morir porque todos cometimos pecados pero Jesús murió en nuestro lugar.
Y ahora todo el que quiera, puede salvarse de la condenación y el castigo eterno. Por eso debemos enseñarles a las personas lo que Dios dice en su palabra para que sean salvos. Romanos 10:13-17.
(1 Pedro 3:18)
Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
(Romanos 10:2) VP
En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento.
(Romanos 10:3)VP
Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a los hombres, y pretenden ser justos por sí mismos; y así no se han sometido a lo que Dios estableció para hacernos justos.
(Romanos 10:4)VP
Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos.
Ejemplo del Préstamo en un Banco: Solo lo podremos obtener si cumplimos con los requisitos del Banco (y a su manera) y no como se nos ocurra a nosotros.
(Romanos 5:1) La salvación viene por la fe en la obra expiatoria de Cristo a nuestro favor.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
(Eclesiastés 7:20)
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
(Romanos 10:12)
Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico (abundante en misericordia) para con todos los que le invocan;
(Romanos 10:13)
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Ejemplo de invocar a Jesús para ser salvo:
(Lucas 23:39)
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
(Lucas 23:40)
Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?
(Lucas 23:41)
Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
(Lucas 23:42)
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino. (esa es una manera de invocar a Jesús para la salvación eterna de su alma)
(Lucas 23:43)
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que HOY estarás conmigo en el paraíso, (no tuvo que pasar por ningún purgatorio, ni pudo hacer ningún rito religioso para salvarse). (Aunque hay ritos religiosos que deben hacerse, como casarse, tomar la comunión o Santa Cena, bautizarse etc.)
(Lucas 23:44)
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
(Lucas 23:45)
Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. (Simbolizando que se habría el camino a Dios por la muerte expiatoria de Cristo)
(Lucas 23:46)
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
(Lucas 23:47) Algunos creyeron (muchos no).
Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.
(Romanos 5:12)
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, (Adán) y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
El hombre no es pecador porque peca, sino que peca porque es pecador.
Un árbol de manzanas da naturalmente manzanas, habría que cambiar su naturaleza para que de otro fruto. Eso es lo que hace Dios con nosotros.
(2 Corintios 5:17)
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
(Efesios 2:1)
Y él os dio vida (eterna) a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
(Efesios 2:3)
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, (merecedores del castigo de Dios) lo mismo que los demás.
(Efesios 2:4)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
(Efesios 2:5)
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
(1 Juan 5:11)
Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
(1 Juan 5:12)
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
(1 Juan 5:13)
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.
(Juan 14:6)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(1 Corintios 6:17)
Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
Ejemplo de un poeta: Si pudiéramos recibir el espíritu del poeta podríamos escribir como el, pero eso es imposible. Pero Dios nos da su Espíritu Santo para que viva en nosotros y comenzamos por eso a comportarnos como El.
Eso SI, es posible y se llama nacer del Espíritu Santo (Juan 3:1-18)
(Romanos 6:23)
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva (el regalo) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
(Juan 1:29) Dijo Juan el Bautista de Jesús:
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
(Juan 1:36)
Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. El cordero perfecto (sin pecado) que se iba a ofrecer en sacrificio. Hebreos 9:26; 10-12.
(1 Pedro 2:24) Cristo pagó nuestra culpa en la cruz.
quién llevó él mismo (Jesús) nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
(1 Pedro 1:18)
sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
(1 Pedro 1:19)
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
(1 Pedro 1:19)
sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha.
(Romanos 8:2)
porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
(Romanos 8:13)
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu Santo hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
(Colosenses 2:13)
Y a vosotros, estando muertos en pecados… os dio vida juntamente con él, (con Cristo) perdonándoos TODOS los pecados,
(Colosenses 2:14)
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
(Colosenses 2:14)
Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz.
(Colosenses 3:13)
De la manera que Cristo os perdonó, (ya lo hizo) así también hacedlo vosotros.
(Se lo está diciendo a verdaderos cristianos, nacidos de nuevo del Espíritu Santo).
(Romanos 8:1)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu Santo.
(Tito 3:5)
nos salvó, (tenemos la seguridad de la salvación) no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo. Leer Juan 10:27-29; 11:26.
(Juan 7:37)
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
(Juan 7:38)
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
(Juan 7:39)
Esto dijo del Espíritu (Santo) que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
(Apocalipsis 21:5)
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
(Apocalipsis 21:6)
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
(Apocalipsis 21:7)
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
(Apocalipsis 22:17)
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
La salvación del alma es un regalo de Dios. Cristo llevó nuestra culpa en la cruz.
Solo nos queda recibir la vida eterna, recibiendo a Cristo en nuestra vida, porque El mismo es la vida eterna.
Oración:
Señor Jesús invoco tu nombre ahora y te pido que me salves de mi pecado y condenación. Creo que en la cruz moriste en mi lugar y llevaste mi culpa y castigo.
Tomo estas decisiones ahora: me arrepiento de todos mis pecados, decido seguirte para siempre y te recibo en mi corazón como mi Salvador, Señor y Rey.
Gracias Señor Jesús porque ahora me has perdonado, has venido a vivir en mí y me has dado junto contigo la vida eterna. Gracias porque ahora soy tu hijo y estaremos juntos para siempre, ahora y en el cielo.
Muchas gracias. Amén.
Predicador Gustavo Isbert
www.elcieloesunlugar.com.ar