Motivaciones para que las personas quieran ir al cielo.

(Juan 14:2) Jesús está preparando mansiones para los que le siguen y vendrá a buscarnos para estar con El.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
(Juan 14:3)
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

«Hijo te amo, deseo que les hables a mis hijos de este lugar llamado cielo, quiero que les cuentes las cosas gloriosas que mi Padre ha hecho para ellos.
Dile a mi pueblo que vengo pronto y que les amo»: Jesús.

(Juan 17:24) Jesús ora para que estemos con El y participemos de su gloria.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

(Lucas 22:29) Nos da un reino.
Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,
(Lucas 22:30) En el cielo se come y bebe y hay tronos para nosotros.
para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

(Apocalipsis 21:5) Dios va a hacer todo nuevo mejor e incorruptible.
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

(Hebreos 12:22) Al acercarnos a Dios nos acercamos…
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
(Hebreos 12:23)
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,

(Hebreos 12:28)
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

(Daniel 7:13)
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, (Jesús) que vino hasta el Anciano de días, (Dios Padre) y le hicieron acercarse delante de él.
(Daniel 7:14)
Y le fue dado dominio, (a Jesús) gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su Reino uno que no será destruido.

(Daniel 7:18)
Después recibirán el reino los santos del Altísimo (nosotros) y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.

(Daniel 7:22)
hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.

(Daniel 7:27)
y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.

(Mateo 25:34)
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

(Apocalipsis 5:9)
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
(Apocalipsis 5:10)
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
(Apocalipsis 5:11)
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
(Apocalipsis 5:12)
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
(Apocalipsis 5:13)
Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: AL QUE ESTÁ SENTADO EN EL TRONO, Y AL CORDERO, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.

(Apocalipsis 7:9)
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
(Apocalipsis 7:10)
y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
(Apocalipsis 7:11)
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,

(Apocalipsis 11:15)
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor (Dios Padre) y de su Cristo; y él (Jesús) reinará por los siglos de los siglos.
(Apocalipsis 11:16)
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
(Apocalipsis 11:17)
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Apocalipsis 1:8. Se refiere a Jesús.
(Apocalipsis 11:18)
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

(Apocalipsis 17:14)
Pelearán contra el Cordero, (Jesús) y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.

(Apocalipsis 19:16)
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. (Jesús).

Como entrar al Reino de Dios.
(Marcos 1:14)
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios,
(Marcos 1:15) diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; ARREPENTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO.

(Marcos 1:17) Jesús quiere enseñarnos y que trabajemos con El.
Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.

(Juan 10:9) Solo a través de Jesús hay salvación y podremos entrar al cielo, y a su Reino.
YO SOY LA PUERTA; EL QUE POR MÍ ENTRARE SARÁ SALVO; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

(Juan 14:6)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

(Hechos 4:12)
Y en ningún otro hay salvación; (SOLO EN JESÚS) porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

(1 Juan 5:11)
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
(1 Juan 5:12)
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
(1 Juan 5:13)
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.

(Colosenses 1:13) ¡YA estamos en su Reino!
el cual (Dios) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al Reino de su amado Hijo.

(Lucas 17:21)
ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre (en) vosotros.

(Mateo 25:34)
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
(Mateo 25:41)
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
(Mateo 25:46)
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

(Mateo 7:13) La mayoría no va al cielo (tenga en cuenta esto) y Vaya a Jesús y entréguele su vida.
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
(Mateo 7:14)
porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
(Judas 1:6) Los ángeles que se rebelaron contra Dios y eligieron el mal, tendrán condenación y castigo eterno. (Igual será, y es, con los hombres)
Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día;
(Judas 1:7)
como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

(Judas 1:13) Se refiere a los hombres que no quieren obedecer a Dios.
Son fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.

(Judas 1:14)
De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares,
(Judas 1:15)
para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.
(Apocalipsis 20:10) El destino final del Diablo y de los que se dejaron engañar por él es este:
Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

(Hebreos 9:27) Todos pasaremos por el juicio de Dios.
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
(Hebreos 9:28) Cristo murió por todos, para que todos podamos ir al cielo.
así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados… aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
(2 Corintios 5:10)
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Nuestra oportunidad es ahora cuando estamos vivos.

(Apocalipsis 20:11)
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
(Apocalipsis 20:12) Todos los hombres de todas las épocas resucitarán.
Y Vd. a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos,
y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
(Apocalipsis 20:13)
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
(Apocalipsis 20:14)
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
(Apocalipsis 20:15) Se refiere al infierno.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Jesús me instó a contar a las gentes estas cosas «Quiero que hables a las gentes del cielo y del infierno y adviérteles que a menos que sean lavados por mi sangre y nazcan de nuevo no podrán ir al cielo y pasaran la eternidad en el infierno»

(Lucas 10:20) Se refiere a los verdaderos cristianos.
Pero no os regocijéis que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
(Hebreos 10:35-37) Recuerde este consejo de Dios:
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
(Judas 1:22) Dios quiere que salvemos a otros.
A algunos que dudan, convencedlos.
(Judas 1:23) A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
(Judas 1:24-25) Debemos confiar que Dios nos guardará con su poder y nos llevará a su gloria.
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

Si quiere pasar la eternidad con Dios: Hable con El en oración y dígale que se arrepiente da todas sus pecados y que acepta a Jeús como el Salvador y Rey de su vida. Dele gracias porque al morir en la cruz pagço y saldó nuestra deuda con Dios. Pídale que le dé su Espíritu Santo y que le llene de El, y dele gracias por su perdón y salvación.

Si hace esto sinceramente habrá nacido de nuevo y será verdaderamente hijo de Dios. 1 Juan 3: 1-2.

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