Debemos ser consientes de esto, Dios ve todo, lo bueno y lo malo y cada uno será recompensado (o no) conforme a sus obras.
Estemos consientes de la presencia constante del Señor al lado nuestro y procuremos serle agradables en todo.
¿Puede alguien esconderse de mí en algún lugar secreto? ¿Acaso no estoy en todas partes en los cielos y en la tierra?, dice el SEÑOR.
(Jeremías 23:24)