Necesitamos para hacer la obra de Dios: SU GRACIA. ¡Pídasela!
(1 Corintios 15:10)
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Pídale también al Señor: HUMILDAD.
(Santiago 4:6)
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.