Nunca olvides cuánto te amo y lo que hice por ti.
También no olvides que amo a todos y lo que sufrí por ellos.
Cuéntales de mi santidad y hermosura (yo sé que te gusta hablar de ello)
Pero también cuéntales cuánto los amo y lo que sufrí por cada uno de ellos para que puedan tener vida eterna y estar conmigo en el cielo para siempre.
Dile también a mi pueblo a quién deben adorar, amar y orar.
Nunca olvides cuánto amo a aquellos a quienes te envío y de la gloria,
recompensas y bellezas que he preparado para ellos.
Háblales de mi Reino.
Atrae a todos hacia mí (yo no tomo partidos por instituciones).
Si debes sufrir, hazlo por mí y por las personas de cualquier raza o ideología a las que amo tanto.
Recuerda ¡YO AMO A TODOS!
Jesús.