Obedéceme tan solo, no te he llamado a sacrificarte sino a obedecerme y seguirme, (aunque algunas veces tendrás que sacrificarte para obedecerme), pero si tu sacrificio no es mi voluntad nos separará de caminar juntos y perderás mi presencia.
Recuerda no todas “las cosas buenas” son para ti, sino solo las que cumplen mi propósito en tu vida. ¡SIGUEME!
Jesús
(Efesios 5:17)
No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan.
(Juan 8:29)
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
(Josué 1:7)
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
(Josué 1:8)
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
(Efesios 2:10)
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.