¿Sabías que Dios te ama con un amor que es eterno?
¿Sabías estas escrituras de la palabra de Dios?
(1 Juan 4:9)
Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.
(1 Juan 4:10)
En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
(1 Juan 1:9)
Pero, si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
(1 Juan 2:1)
Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero, si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo.
(1 Juan 2:2)
Él mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no sólo los nuestros sino también los de todo el mundo.
(Juan 8:34)
Jesús contestó: —Les digo la verdad, todo el que comete pecado es esclavo del pecado.
(Juan 8:36)
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.
(Juan 14:6)
Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.
(Juan 3:16)
»Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
(Juan 3:17)
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
(Romanos 8:32)
Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?
(Juan 5:24)
Les digo la verdad, todos los que escuchan mi mensaje y creen en Dios, quien me envió, tienen vida eterna. Nunca serán condenados por sus pecados, pues ya han pasado de la muerte a la vida.
(Juan 5:25)
Y les aseguro que se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado —cuando los muertos oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y los que escuchen, vivirán.
(Juan 5:26)
El Padre tiene vida en sí mismo y le ha entregado a su Hijo ese mismo poder de dar vida eterna.
(Juan 5:27)
Y le ha dado autoridad para juzgar a todos…
(Juan 5:28-29)
¡No se sorprendan tanto! Ciertamente, ya se acerca el tiempo en que todos los que están en las tumbas oirán la voz del Hijo de Dios y resucitarán. Los que hicieron el bien resucitarán para gozar de la vida eterna, y los que continuaron en su maldad resucitarán para sufrir el juicio.
(Apocalipsis 3:20)
¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.
DEBES TOMAR UNA DECISION DE SER AMIGO DE JESÚS Y MÁS QUE AMIGO:
DEBES INVITARLO A QUE ENTRE EN TU VIDA PORQUE SI TIENES AL HIJO DE DIOS EN TI, TIENES LAS VIDA ETERNA, YA QUE EL MISMO ES LA VIDA ETERNA Y EL QUE LO TIENE A EL, TIENE LA VIDA ETERNA.
(1 Juan 5:11)
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo (JESUCRISTO).
(1 Juan 5:12)
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida (ETERNA).
(1 Juan 5:13) (Si ya eres un cristiano de verdad y has recibido a Cristo en tu corazón como tu salvador y Rey entonces esto es para ti:
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.
Jesús te formó, te hizo y te cuidó siempre aunque tal vez no te diste cuenta.
El tiene extraordinarias mansiones en el cielo y cosas maravillosas reservadas para la persona que le entregan sus vidas a El, se arrepienten de todos sus pecados y le reciben en su corazón como Salvador, y su Rey.
Todas las personas desde que nacen tienen un espíritu eterno que debe nacer de nuevo del Espíritu de Dios (deben unirse, el tuyo y el de El) para que puedan estar para siempre en el cielo con Dios y eso sucede cuando le recibes como el Salvador y Señor de tu vida y naces de nuevo del Espíritu Santo. S. Juan 3: 1-17.
Dios te amó tanto que envió a lo que más quería a su Hijo Jesús para que muera en tu lugar, y lleve tu culpa, pagando así tu deuda con El para que puedas ir al cielo eternamente.
¿Qué tiene que hacer tú?
Arrepentirte de todos tus pecados y aceptar la obra de Cristo a favor tuyo como un regalo, lo mismo que la vida eterna. Y debes invitar a Jesús que entre en tu vida por medio de una sencilla oración. Entonces serás un hijo de Dios y tendrás la vida eterna desde ahora (aquí en la tierra) y para siempre, porque serás guardado por el poder de Dios. Judas 1:24; Juan 10:27-29. Jesús entrará en ti y serás un templo del Espíritu Santo que vivirá también en ti. El te hará cada día un poco más como Jesús, y serás transformado “de gloria en gloria” y en una nueva criatura (en una persona diferente)
2 Corintios 5:17. Luego Jesús quiere que vayas aprendiendo sus palabras en las sagradas escrituras y que hagas sus obras, el te envía a continuar con su labor en este mundo. El quiere que seas lleno del Espíritu Santo (como lo fue El y sus seguidores) para que el poder de Díos pueda manifestarse a través tuyo. Lucas 24: 49; Hechos 1:8; Hechos 2:4.
También Jesús quiere que todo lo que El dijo lo enseñes a otras personas: Mateo 28:18.20, pero primero entonces debes estar dispuesto a aprenderlas y aprender como es Jesús. Filipenses 3:10. ¡Levántate y manos a la obra!
Pr. Gustavo Isbert