Para tener el "reposo de Dios" y su paz, debemos dejar nuestras propias obras y planes (o nuestros planes para servirle y proyectos para hacer para El) y descansar en SU plan para nosotros, aunque no sea lo que nosotros hubiéramos querido o esperábamos. Este plan será revelado gradualmente cuando hablamos con El y podemos "ver" por donde El va caminando para nosotros y entonces decidimos seguirle "a donde quiera que vaya"
Debemos ser los que siguen al Cordero y no los que piden bendición sobre nuestros propios planes y formas tradicionales de hacer las cosas de Dios. Debemos estar muy atentos porque Jesús no hace siempre las cosas de la misma manera, ¡abre bien "los ojos de tu entendimiento" para ver cuando se mueve para que lo sigas, cuando se detiene y cuando va para otra dirección. ¡NOS SAQUES TUS OJOS DE JESÚS!