Nosotros predicamos la palabra de Dios con sinceridad y con la comisión y la autoridad
De Cristo, sabiendo que Dios nos observa 2 Corintios 2:17; 3:3.
No olvidemos que somos una carta de Cristo para que todos la lean.
No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios. Cristo es la imagen exacta de Dios y nosotros debemos reflejar esa misma imagen al ser transformados por el Espíritu Santo. 2 Corintios 4: 4; 3:18.
Y el Señor quién es el Espíritu Santo nos hace mas y mas parecidos El a medida que somos transformados a su gloriosa imagen. Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen ESTE GRAN TESORO: CRISTO.
Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios y no de nosotros mismos.
2 Corintios 4:7. Para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo. 2 Corintios 4:10.
Jesús nos identificó como suyos al poner al espíritu santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que El nos prometió. 2 Corintios 1:22. Seremos semejantes a El y estaremos para siempre en el cielo con El.