TODO COMIENZA ORANDO: (Hechos 1:14) Así comenzó la Iglesia:
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
(Hechos 2:4)
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
(Hechos 4:29) Luego: TODOS LOS CRISTIANOS ORAN JUNTOS Y VIENE UN REAVIVAMIENTO.
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,
(Hechos 4:30)
mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.
(Hechos 4:31)
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
(Hechos 6:4) LOS LÍDERES DEBEN ORAR Y ESTAR CON EL SEÑOR
Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
(Hechos 12:5) LOS DE LA IGLESIA DEBEN ORAR UNÁNIMES.
Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Usted no debe ser un espectador pasivo.
(Hechos 12:7) En respuesta a la oración, sucedió esto:
Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.
(Hechos 12:12) HABIA REUNIONES CASERAS DONDE SE ORABA FERVIENTEMENTE.
Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.