(Hechos 16:25) PABLO Y SILAS EN LA CARCEL ORABAN.
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
(Hechos 16:26)
Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
(Santiago 5:13)
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
(Santiago 5:14) LOS LIDERES DEL LA IGLESIA ORAN JUNTOS.
¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, para que vengan y que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.
(Santiago 5:15)
Una oración ofrecida con fe, sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere.
(Santiago 5:16)
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
(Santiago 5:17)
Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
(Santiago 5:18)
Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.