USTED DEBE SABER ESTAS COSAS:

4.

Cuando entregamos nuestra vida a Cristo y El entra en nuestra vida nos convertimos en verdaderos hijos de Dios. 1 Juan 3:1-2; Romanos 8:1; Romanos 5:1.

Somos trasladados de un reino a otro. Colosenses 1:13; Hechos 26:18.

Tenemos vida eterna: 1 Juan 5:11-12.

Estamos reconciliados con Dios y somos y seremos salvos por la vida de Cristo que ahora vive en nosotros. (Esto es literal). Romanos 5:10.

Estaremos para siempre con El. 1 Tesalonicenses 4:17; 5:10;

Nadie nos podrá arrebatar de las manos de Jesús, ni de la mano de Dios Padre. Además el Padre nos llevó a Jesús para que seamos salvos. El inició la obra y El la terminará. Juan 10:27-28; Filipenses 1:6

Dios nos sostendrá: Judas 1:24; 1 Corintios 10:13

El poder del Espíritu Santo en nosotros es más fuerte que la tendencia heredada de Adán a pecar. Romanos 8:1-2, 13.

Al tener a Cristo en nosotros se produce un cambio en nuestras prioridades y gustos y comenzamos más y más a amar lo que El ama y a rechazar el pecado. 2 Corintios 5:17; 1 Juan 3:9; 1 Juan 5:18.

Además el Espíritu Santo nos va transformando más y más semejantes a Jesús, 2 Corintios 3: 17-18;

El amor de Dios nos llena por la presencia del Espíritu Santo en nosotros Romanos 5:5;

Ya no queremos hacer mal a otros si estamos llenos del amor de Dios. Romanos 13:10

Dios nos llamó a ser amigos (con la trinidad) 1 Juan 1:3; 1 Corintios 1:9; Proverbios 3: 32; 2 Corintios 13:14.

Esto se verá reflejado en nuestras vidas. Mateo 7:16; Juan 13: 35.

Dios nos llamó a su Reino y a su Gloria. 1 Tesalonicenses 2:12.

Vivamos o muramos estaremos siempre con El. 1 Tesalonicenses 5:10.

Si somos seguidores y servidores de Jesús donde El esté estaremos nosotros. Juan 12:26. Entonces estaremos en el cielo por toda la eternidad.

Entre muchísimas cosas Jesús nos dio su gloria. Juan 17:22

Solo podemos agradecerle por toda la eternidad lo que El ha hecho, está haciendo y hará por nosotros. Hebreos 12:28.

Usted puede leer a continuación los versículos de la palabra de Dios citados, para que su fe aumente y pueda darle infinitas gracias a Dios por su gran amor.

(1 Juan 3:1)

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

(1 Juan 3:2)

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

(Romanos 8:1)

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

(Romanos 5:1)

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Colosenses 1:13)

el cual (Dios) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al Reino de su amado Hijo.

(Hechos 26:17-18)

…a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

(1 Juan 5:11)

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

(1 Juan 5:12)

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

(Romanos 5:10)

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

(1 Tesalonicenses 4:17)

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

(1 Tesalonicenses 5:9)

nos ha puesto Dios, para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

(1 Tesalonicenses 5:10)

quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

(Juan 10:27)

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

(Juan 10:28)

y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

(Juan 10:29)

Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

(Filipenses 1:6)

El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

(Judas 1:24)

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,

(1 Corintios 10:13)

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

(Romanos 8:1)

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

(Romanos 8:2)

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

(Romanos 8:13)

porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu Santo hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

(2 Corintios 5:17)

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

(1 Juan 3:9)

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

(1 Juan 5:18)

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

(2 Corintios 3:17)

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

(2 Corintios 3:18)

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

(Romanos 5:5)

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

(Romanos 13:10)

El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

(1 Juan 1:3)

… y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

(1 Corintios 1:9)

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

(Proverbios 3:32)

Porque Jehová abomina al perverso;

Mas su comunión íntima es con los justos.

(2 Corintios 13:14)

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

(Mateo 7:16)

Por sus frutos los conoceréis.

(Juan 13:35)

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

(1 Tesalonicenses 2:12)

y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.

(1 Tesalonicenses 5:10)

quien murió por nosotros (Cristo) para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

(Juan 12:26)

Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor.

(Juan 17:22)

La gloria que me diste, yo les he dado.

(Hebreos 12:28)

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.

Predicador Gustavo Isbert.

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