Versículos lema:

(Hechos 1:8)
Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
(Hechos 2:4)
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
(Hechos 4:29-31)

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.

Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

(Hechos 5:42)
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
(Hechos 20:20)

y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas..

(Mateo 4:19)

Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

(2 Timoteo 2:2)
Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
(Esdras 7:10)
Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
(Hebreos 13:16)
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
(Hechos 2:46-47)
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
(Mateo 28:18)
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
(Mateo 28:19)
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
(Mateo 28:20)
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

(Hechos 28:30) Esto era una reunión casera.
Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
(Hechos 28:31)
predicando el Reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
(Hechos 10:22)
Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.
(Hechos 10:24) Esto lo llamamos “operación Cornelio”. El junto a todos sus conocidos y parientes y Pedro fue a predicarles, luego seguramente siguió Cornelio u algún otro a cargo de ese grupo.
Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos
. Pedro les predicó recibieron la salvación de sus almas a través del mensaje, les enseñó un poco de tiempo las Bases del Cristianismo y habrá seguido Cornelio u otro como líder espiritual de este grupo.

(Hechos 28:23) Pablo hacía esto.
Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el Reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.
(Hechos 16:40) En la casa de Lidia se reunía la pequeña iglesia que estaba comenzando.
Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron.
(Romanos 16:3-5)
Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús…
Saludad también a la iglesia de su casa.
(Romanos 16:23)
Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia.
(Mateo 7:20)
Así que, por sus frutos los conoceréis.
(Mateo 5:16)
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
(Mateo 22:37)
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
(Mateo 22:38)
Este es el primero y grande mandamiento.
(Mateo 22:39)
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
(Mateo 22:40)
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
(1 Juan 4:7)
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
(1 Juan 4:9)
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
(Romanos 1:16)
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
(Hechos 4:12)
Y en ningún otro hay salvación; (Solo en Jesús y a través de El) porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
(Mateo 4:17)
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado.
(Marcos 1:14)
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios,
(Marcos 1:15)
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
(Mateo 25:46) ¡Cuidado esto es muy real!
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
(Marcos 16:15)
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
(Marcos 16:16)
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
(Marcos 16:17)
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
(Marcos 16:18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
(Marcos 16:20)
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
(Romanos 15:18) Pablo dijo:
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Romanos 15:19)
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Romanos 15:20)
Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,
(Romanos 8:10) Esto es una realidad y Cristo vive en nosotros.
Pero si Cristo está en vosotros…
(Gálatas 2:20)
Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
(2 Corintios 13:5)
¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros?
(Hechos 9:34) Pedro sabía esto y dejaba actuar a Jesús a través de el.
Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.
(Hechos 6:8)
Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. (Dice: entre el pueblo y no en la iglesia sino entre la gente)
(Juan 14:12) Jesús dijo:
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
(Lucas 10:19)
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones (demonios) y sobre toda fuerza del enemigo,(el diablo) y nada os dañará.
(Mateo 10:8) Ordenes de Jesucristo para nosotros.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
(Mateo 10:8)
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
(Lucas 10:9)
y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
(1 Corintios 14:12) Pablo dijo:
Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
(Juan 14:13)
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
(Juan 14:14)
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
(Hechos 6:4) Lo más importante que puede y debe hacer un siervo de Dios.
Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
Eso debemos hacer, orar y ayunar.
(Lucas 5:16)

Más él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
(Mateo 17:21)
Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
(1 Pedro 4:7)
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.
(1 Pedro 4:8)
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
(1 Pedro 4:10)
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
(1 Timoteo 4:14)

No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

(2 Timoteo 1:6)

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.

(1 Timoteo 1:18)

Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,

(1 Timoteo 4:13)

Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.

(1 Timoteo 5:17)

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

(Daniel 11:32)

…mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.

(Daniel 12:3)

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

(Mateo 24:12)

y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

(Mateo 24:13)

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

(Mateo 24:14)

Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

(Mateo 5:19)

De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el Reino de los cielos.

(Mateo 6:20)

…haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

 

(Daniel 12:10)

Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.

 

(1 Pedro 5:10)
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

 

Publicado por Gustavo Isbert

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