Un genuino avivamiento espiritual comienza con:

  • Un verdadero arrepentimiento en las personas,
  • una genuina sed de Dios, de santidad y de ver miles llegando a Cristo conociendo la verdad que los hará libres.

 

Al arrepentirse la gente, Dios perdonará sus pecados, los restaurará, los bendecirá y DESPUÉS DE ESTO…derramará su Espíritu Santo, y se predicará con señales, poder y milagros y todo aquel que invocare o clamare a Dios será salvo. (Ver libro de Jonás) como se arrepintieron y fueron perdonados los hombres de la ciudad de Nínive. Y (ver el libro de Joel).

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.(Joel 2:12) Reunid al pueblo, santificad la reunión…(Joel 2:16)

 

Y Dios, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo. (Joel 2:18)
Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta… (Joel 2:25)

 

Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. (Joel 2:27)

 

 

Y DESPUÉS DE ESTO derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. (Joel 2:28)
Y daré prodigios.. (Joel 2:30)
Y todo aquel que invocare el nombre de Señor será salvo; (Joel 2:32)

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