Dice Jesús:
Mi siervo: ¡Ten paz!
Tú eres mi hijo y eres mío para siempre.
Eres libre de todo temor.
Te he dado la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Tu vida se encuentra bajo mi especial cuidado.
Yo siempre estoy y estaré contigo.
Nada te puede pasar a menos que yo lo permita.
Si yo estoy de tu parte ¿Quién podrá estar en tu contra?
Nadie puede ir más allá de mi voluntad, yo soy el soberano absoluto sobre todas las cosas.
Yo soy el Dios todopoderoso.
Caminas conmigo y yo te protejo.
YO ESTOY EN TI Y NO NECESITAS NADA MÁS.
Porque mayor es el que está en ti que el que está en el mundo.
Eres libre de la potestad de las tinieblas.
Tienes autoridad sobre toda fuerza del enemigo.
NADA te dañará.
Yo te amo y supliré TODAS tus necesidades.
Haz de tu casa y de la Iglesia “Un pedacito del cielo”.
Ora siempre.
Camina en mi voluntad. “Anda en el Espíritu Santo”.
Desarrolla un carácter cristiano maravilloso yo que te doy los deseos y la fuerza para hacer mi voluntad.
¡TÚ VAS RUMBO EL CIELO TRABAJANDO CON JESÚS!