Formando un ejército de Dios.

Muchos que aman y buscan la presencia del Señor aún permanecen débiles e inmaduros porque solamente quieren “el gozo del Señor” pero no están dispuestos a renunciar a muchas de sus malas costumbres y pecados. Tampoco quieren llevar la cruz, ni ser guerreros de Dios. Necesitamos Adoradores-Guerreros pero… de verdad.

Debemos ser personas que quieran llevar “su cruz”, y estar dispuestos a evangelizar y a sacrificarse por el prójimo, estando dispuestos al rechazo y a la crítica. Pero también a lograr triunfos para el Reino de Dios.

Muy pocos cristianos están dispuestos a enfrentar conflictos y defender la verdad.

Eso debe cambiar. La presencia de Dios es lo mejor que hay en este mundo y también lo será por la eternidad, pero en este momento debemos esforzarnos porque hay una batalla que pelear.

A los que aman la presencia del Señor, hay que enseñarles también el amor a la verdad y a amarla lo suficiente como para combatir al maligno y al pecado en todas sus formas.

Debemos entrenar, equipar y preparar a los cristianos para plantarse a favor de la verdad y pelear por ella con sabiduría, amor y valentía.

Debemos edificar a los cristianos para que sean una fuerza que conquiste.

Es necesaria la unidad y predicar que EL REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO Y EL ARREPENTIMIENTO.

El cielo está buscando a las personas que despierten a los cristianos y los entrenen para la batalla contra el mal que ya ha comenzado.

Debemos “pelear la buena batalla” como decía San Pablo. 2 Timoteo 4:7; Marcos 1:14-15; Lucas 24:46-47.

(1 Crónicas 12:22)

Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta hacerse un gran ejército, como ejército de Dios.

(Salmos 14:2)

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,

Para ver si había algún entendido,

Que buscara a Dios.

(Hechos 13:22)

He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

(Marcos 1:14-15)

Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

(Lucas 24:46-47)

y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;

y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

(2 Timoteo 4:7)

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

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