¿Qué es lo que quiere hacer con nosotros y en nosotros?
¿Cuál es el plan para con sus hijos distribuidos en diferentes lugares y congregaciones?
Debemos saber que El vive en cada uno de nosotros y está presente en nuestra ciudad.
Aquí no hay opresión de los Romanos, ni fariseos, ni saduceos que se oponen a esta "nueva religión" de Cristianos.
No, pero ahora hay cristianos nominales desorientados, confundidos e ignorantes de las verdaderas enseñanzas de Jesús.
Muchos están envueltos en tradiciones religiosas, religiones extrañas, supertisiones y muchas otras cosas más.
Muchos han perdido la fe, otros no tienen ninguna y otros en vez de adorar a Jesús lo han remplazado por otra persona o figura religiosa.
Hay muchas creencias falsas y supertisiones que Dios quiere sacar de en medio nuestro.
Jesús tiene un plan para la ciudad. Hay distintos maneras de servir a Dios y juntos debemos ser un todo, respetando a cada ministerio que Dios puso en la ciudad.
Siempre debemos cumplir con la Gran comisión de Jesús. S. Mateo 28:18-20.
Es decir: salvar a las personas mostrándoles el camino al cielo a través de Jesús y enseñarles todas las cosas que El nos mandó.
Hay ángeles que nos acompañan, Jesús está con nosotros y El hace milagros como siempre los ha hecho.
Contamos con su presencia en todo momento, con la guía de su Espíritu Santo, tenemos su palabra en la Biblia para enseñar a las personas basados en ella. Tenemos el arma de la oración, intercesores y además el poder del Espíritu Santo.
Debemos procurar que cada cristiano sea lleno del Espíritu Santo para que puedan actuar con su poder y fluyan sus dones.
Debemos enseñar que cada cristiano es un misionero en su entorno y ser "cristianos de tiempo completo" viviendo un cristianismo práctico, sencillo y normal donde el buen testimonio, la integridad y la ayuda mutua sean las prioridades.
En nuestra ciudad Jesús está presente, sabe como somos y cuales son nuestras necesidades, sabe cuales son los principales pecados y tendencias en nuestro entorno, y El vive aquí, para hacer que todo sea más parecido al cielo, para implantar el Reino de Dios, para vivir en cada uno de sus hijos y expresarse a través de ellos.
El quiere que nos comprendamos y tengamos misericordia unos para con los otros, que nos amemos y nos ayudemos.
El quiere sanar y prosperar a cada uno y que oremos unos por otros para eso.
El quiere que "de hacer el bien y de la ayuda mutua no nos olvidemos" pues eso es lo que le agrada a El. Que seamos sencillos hijos de Dios y brillemos con la luz de Jesús a los demás. Que salvemos a los perdidos y ellos pasen a ser parte de su Reino y de su ejército actuando en el poder y con la guía del Espíritu Santo.
El quiere que se respeten a las autoridades tanto seculares como espirituales, Que estemos llenos de humildad porque El resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.
El quiere que trabajemos en unidad para que la ciudad sea un modelo de prosperidad, amor, ayuda mutua, etc. y donde se "vea" el cristianismo funcionando de una manera práctica y se "vea" la vida de Jesús en cada ciudadano.
El quiere que de muchos lugares vengan a nuestra ciudad (algunos a vivir) y otros a ver y disfrutar de una atmósfera cristiana de honestidad y ayuda mutua.
El quiere que cada empleado o profesional se sienta parte de un plan de Dios, de una misión y visión de Dios para esta ciudad.
El quiere que todos hagan su trabajo como para Dios y el prójimo, con la certeza que están bajo los ojos del Dios todopoderoso y en su presencia, y que Dios le dará su recompensa conforme a su labor.
Las enfermeras, los médicos, los policías etc, deben tomar su profesión como una misión de Dios y brillar en su lugar haciendo su trabajo como para el mismo Señor Jesús, al cual todos debemos servir, sabiendo que de El recibirán la recompensa, pues al servir a los demás estamos sirviéndole a El.
Jesús dice: "Por cuanto lo hicieron a uno de mis hermanos más pequeños: a mí lo hicieron". S. Mateo 25:40.
Nuestra ciudad debe ser un ejemplo para el mundo y un pedacito de cielo en esta tierra.
¡Qué Dios nos ayude en esta labor!

Gustavo Isbert

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