En el cielo se adora solamente a Dios Padre y a Jesús con la guía del Espíritu Santo, quién glorifica a Jesús y al Padre.
(Mateo 4:10)
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
(Mateo 2:11)
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; (solo a Jesús) y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
(Mateo 14:33)
Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
(Juan 9:38)
Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
(Mateo 28:9)
he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.
(Mateo 28:17)
Y cuando le vieron, le adoraron;
(Génesis 24:48)
y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
(Salmos 95:6)
Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
(Juan 1:3)
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
(Colosenses 1:16)
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
(Hebreos 1:6)
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
(Hebreos 1:8)
Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
(Hebreos 1:10)
Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
(Éxodo 20:4)
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. (no las tengas en tu casa, Dios no se agrada de eso).
(Éxodo 20:5)
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;
(Acuérdate de este mandamiento de Dios y ¡obedécelo!)
(Deuteronomio 6:5)
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
(Marcos 12:30)
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
(Romanos 1:25)
ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
(Hechos 10:25)
Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.
(Hechos 10:26)
Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.
(Hechos 14:13)
Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.
(Hechos 14:14)
Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces
(Hechos 14:15)
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.
(Apocalipsis 19:10)
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios;
(Apocalipsis 19:4)
Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!
(Apocalipsis 22:8)
Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
(Apocalipsis 22:9)
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
(Apocalipsis 22:1)
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. Solo el Padre y Jesús.
(Apocalipsis 22:3)
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,
(Apocalipsis 7:10)
y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
(Apocalipsis 7:11)
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
(Apocalipsis 11:15)
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. (Jesús es el Rey de reyes y Señor de señores)
(Apocalipsis 11:16)
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
(Apocalipsis 17:14)
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
(Apocalipsis 5:12)
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
(Apocalipsis 5:13)
Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Solo debes adorar, hablar y orar o al Padre (Dios) o a Jesús.