Bienvenido o bienvenida a esta etapa en tu nueva vida en Cristo, en la cual estarás AVANZANDO EN EL DISCIPULADO, descubriendo verdades prácticas que te permitirán conocer más a Dios, al mismo tiempo que irás creciendo en tu vida espiritual.
Hay un principio común en toda forma de vida: el crecimiento. El mismo principio rige en el ámbito de la vida espiritual. Nacemos espiritualmente por la obra del Espíritu Santo en el mismo instante de nuestra conversión; pero el proceso de crecimiento es algo que nos acompaña durante toda la vida.
Cristo es nuestro Salvador y Señor, y también nuestro Maestro. Él llamó a doce discípulos; les predicó, enseñó y les adiestró, y luego les dijo: "Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Han pasado casi veinte siglos y muchísimas generaciones, y ahora tú eres uno de aquellos discípulos de "todas las naciones", heredero y receptor de esa promesa de bendición, gracias a la fidelidad de hombres y mujeres fieles al mandato del Señor Jesucristo. Pero sobre todo, gracias a Dios, quien en su infinita e invariable gracia te ha llamado para ser uno de sus hijos amados.
Pero también eres llamado a ser un discípulo de Jesús, y es tu privilegio y responsabilidad el avanzar en este discipulado, siendo cada día más semejante al Maestro, pero también capacitándote para que a tu vez tengas el gozo de poder "ir, y hacer discípulos".
Al comenzar este estudio, recuerda siempre lo siguiente

a. ORA antes de tu estudio personal de cada lección, pidiendo la ayuda del Espíritu Santo.
b. PREGUNTA con confianza a tu maestro por cada cosa que no has podido entender.
c. DA GRACIAS A DIOS por las cosas que vas descubriendo y que bendicen tu vida.
d. DA A CONOCER las bendiciones que has recibido a tus familiares y amigos cada vez que tengas oportunidad.
e. CONOCE Y AMA a los compañeros de tu Grupo de Discipulado.
f. PON EN PRÁCTICA los principios aprendidos.

Recuerda también las siguientes promesas y mandamientos de la Palabra de Dios:
"Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie … Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien … Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas." Josué 1:3,8, 9
"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos por los otros." Juan 13:34-35.

Cómo estudiar estas enseñanzas:

El alumno debe estudiar la lección personalmente durante la semana, pidiendo en oración que el Espíritu Santo le ayude a comprender las verdades de la Palabra de Dios; leyendo y meditando los textos indicados y respondiendo las preguntas que se le hacen, y orando que esa Palabra se haga parte de su ser y le dé forma a su vida.
Una vez por semana se reunirán con un maestro que dirigirá la consideración de la lección, permitiendo en lo posible la intervención de todos los alumnos; aclarando conceptos y guiando a conclusiones prácticas para la vida.
En cada sesión se puede dar testimonio de situaciones concretas en las que lo estudiado fue de bendición para cada uno de ellos, a fin de enriquecer la enseñanza con experiencias de la vida diaria.

Obedece a Dios cada momento. "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él" (Juan 14:21).
Habla a otros de lo que Cristo ha hecho y hace por ti y da a conocer a otros el maravilloso amor de Dios, que también es para ellos.

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