Lección 36 Cómo vencer las tentaciones

Hemos visto en la primera lección que, al recibir a Cristo como Salvador y Señor, nuestro espíritu renació por la obra regenera-dora del Espíritu Santo. Es una nueva naturaleza que hemos recibido, que ama a Dios, ama la justicia y la santidad.

Pero, aunque nuestro nuevo nacimiento sucedió instantáneamente por la fe en Cristo, el alma tiene que ser renovada a su semejanza por un proceso de santificación. Hemos visto que las inclinaciones pecamino¬sas del alma son llamadas "carne" en la Biblia. La naturaleza camal no ha sido extirpada totalmente, sino que convive con la nueva naturaleza espiritual.

Por esto es que, siendo un hijo de Dios nacido de nuevo, todavía experimentas tentaciones; es decir, impulsos indeseados hacia el pecado, y encuentras que tu naturaleza carnal responde todavía a la tentación. Pues sólo en la medida en que tu espíritu (tu naturaleza espiritual) se fortalezca y tome control de tu vida, serás más y más victorioso sobre la tentación y el pecado. Veamos algunas enseñanzas de la Palabra sobre la tentación:

A. LOS TRES ENEMIGOS DEL HIJO DE DIOS

a. Gálatas 5:16-17. ¿Qué conflicto sucede dentro del creyente?
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b. Efesios 6:11-12. ¿Contra quién es nuestra lucha?
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c. 1 Juan 2:16. ¿De dónde provienen muchas de las tentaciones?
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Sí, la vida cristiana es una confrontación constante contra el pecado. Satanás, nuestro antiguo "señor", no ha quedado contento al perder su dominio sobre nosotros, y utiliza todos los medios para hacernos caer y para desanimamos, con la intención de que volvamos bajo sus cadenas de esclavitud, y así al camino de la condenación eterna.
Las tentaciones vienen de los tres enemigos del creyente: la carne, Satanás, y el mundo. Pero, ¡Gloria a Dios! pues te ha dado recursos suficientes para una vida de victoria. El diablo no podrá quitarte el gozo de la salvación si no se lo permites, apropiándote de los recursos espirituales de Dios.
Un principio básico a considerar ya: Aléjate de toda fuente de tentaciones. Dice el Señor: "Huid de la fornicación"; "hombres corruptos … apártate de los tales"; "Huye de las pasiones juveniles" (1 Corintios 6:18; 1 Timoteo 6:5; 2 Timoteo 2:22).

1. Las tentaciones de la carne
Vienen porque hemos heredado una naturaleza pecaminosa, y nuestra alma se había habituado a pensar, sentir y actuar bajo los impulsos de esa naturaleza.
Gálatas 5:19-21. ¿Cuáles de las obras de la carne mencionadas allí, consideras que son tentaciones reales en tu vida? Comienza a orar desde ahora por una victoria total sobre ellas.

2. Las tentaciones de Satanás
Satanás está detrás de todo el sistema pecaminoso del mundo, y es causante indirecto de toda tentación. Sin embargo, hay veces en que él actúa en forma directa, haciendo insinuaciones a nuestra mente, estimulando las emociones, o llevándonos a situaciones peligrosas, usando circunstancias o personas para ello.
Lucas 4:1-13. Este es un caso típico de tentación directa de parte de Satanás. Fíjate con qué venció Jesús las tentaciones.

3. Las tentaciones del mundo
Son los atractivos que este mundo nos presenta, apelando a los deseos de nuestra alma o a las necesidades de nuestro cuerpo, pero pervirtiéndolos y alejándonos de Dios. Exalta los valores temporales e intrascendentes: placer, dinero, fama, poder, etc. Nos son presentados por medio de las exhibiciones públicas, por la publicidad en los medíos de comunicación: cine, televisión, revistas, diarios, etc.
1 Juan 2:16. ¿A qué deseos apela el mundo, según este texto?

B. EL PODER DE LA ARMADURA DE DIOS

a. Lee Efesios 6:13-18. ¿Para qué sirve la armadura de Dios?
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b. ¿Cuáles son las seis partes de la armadura?
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Vamos a analizar cada una de estas partes:

1. El cinto de la verdad
Se trata de la verdad de Dios como un principio de vida, ajustando y sujetando toda la armadura. Si decides, de una vez por todas, que la verdad de Dios será el principio que guíe todos los actos de tu vida, habrás logrado la victoria sobre muchas de las tentaciones y ataques de Satanás, quien es el "padre de mentira" (Juan 8:44). Verdad es luz, es transpa¬rencia, es lo opuesto a lo oscuro, a lo turbio.
Juan 8:32, ¿con qué somos libres?

2. La coraza de justicia
Es apropiarte de la justicia perfecta de Cristo por la fe, y usarla contra todo intento de Satanás de acusarte o desanimarte. Es decirle al diablo: "Ya soy nueva criatura, justificado por la sangre de Cristo, y todos mis pecados ya han sido perdonados y lavados con esa sangre".
En Isaías 61:10, ¿con qué hemos sido rodeados?
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No solamente has sido justificado de tus pecados, sino que Dios te ha cubierto con el manto de ¡ajusticia de Cristo. Ante cualquier impulso o insinuación pecaminosos, presenta la coraza de la justicia de Cristo, que es tuya por la fe.

3. El calzado del evangelio de la paz
Las sandalias permitían a los soldados gran rapidez de movimiento. Significa la prontitud con que debes obedecer al Señor, llevando en tu vida y en tus labios el evangelio de la paz. Una vida inactiva e infructuosa es presa fácil de los ataques del enemigo. Una vida de testimonio dinámico, y predicando el evangelio, está menos expuesta a caer en las tentaciones.

4. El escudo de la fe
La fe es el escudo en la batalla espiritual, para "apagar los dardos de fuego del maligno", es decir, toda insinuación, mentira, tentación. Lee Hebreos 11:1, y recuerda lo que es la fe: "Certeza de lo que se espera, convicción de lo que no se ve". Es la confianza en Dios, en Cristo y en su Palabra, que defenderá tu mente de todo error; tu corazón de todo desánimo; tu voluntad de toda rebelión contra Dios.

5. El yelmo de la salvación
El yelmo protege la cabeza. La conciencia de que eres salvo, que eres un hijo de Dios, y que eres heredero de la vida eterna, protegerá tu mente de las insinuaciones de Satanás, del mundo y de la carne; también te hará diligente en las cosas del espíritu, valiente en los conflictos y constante hasta el final.

6. La espada del Espíritu, la Palabra de Dios.
Es la única arma defensiva y ofensiva al mismo tiempo. Jesús usó el "escrito está" para vencer a Satanás en todas las tentaciones en el desierto (Lucas 4:4;8;12). Úsalo tú también.
Hebreos 4:12. ¿Por qué es eficaz la Palabra de Dios para vencer las tentaciones?
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La Palabra de Dios, por ser inspirada por el Espíritu Santo, es poderosa para usarla en nuestra lucha contra las tentaciones. Dice el Salmo 119:11: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti."

7. Orando en todo tiempo en el Espíritu
Aunque no es una parte de la armadura de Dios, la oración revela el espíritu con el que debemos llevar esa armadura. Debe ser en todo tiempo. Debe ser en el Espíritu, es decir, guiado por el Espíritu, sea con el entendimiento o en lenguas. Debemos velar en ello, y ser perseverantes.
Es el aspecto más importante en la lucha contra la tentación. Jesús dijo a sus discípulos: "Orad, para que no entréis en tentación" (Mateo 26:41).

C. EL PODER DEL NOMBRE DE JESÚS

Tenemos otro recurso poderoso en la lucha contra las tentaciones: el nombre de Jesús, para reprender en ese nombre a todo espíritu tentador; para resistir a Satanás y para echarlo fuera. Jesús reprendió con autoridad a los demonios y ellos obedecieron y se retiraron.

a. Lucas 10:19. ¿Qué autoridad te ha dado Jesús?
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b. Santiago 4:7. ¿Qué pasará si resistes al diablo?

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Con su autoridad, puedes renunciar a cualquier cosa que te esté tentando, llamándolo por su nombre y rechazándolo en el nombre de Jesús.

D. EL PODER DE LA CRUZ

Cuando creíste en Cristo, te identificaste con Él en su muerte, y por lo tanto tu viejo hombre fue crucificado juntamente con Él. Esta es una verdad con una fuerza tremenda para vencer las tentaciones que batallan contra tu alma.

a. Gálatas 2:20. ¿Cuál fue el secreto de Pablo para una vida victoriosa?
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b. Gálatas 5:24. ¿En la lucha entre la carne y el espíritu, cómo se logra la victoria del espíritu?
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c. Lee Gálatas 6:14. ¿Vas entendiendo el poder de la cruz?
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Cuando venga la tentación, reafirma la verdad de que tu viejo hombre murió con Cristo en la cruz. Declara con tu boca que crucificas tu carne una vez más, y que recibes el poder de la vida resucitada de Cristo con su justicia. Apocalipsis 12:11 dice: "Y ellos le han vencido. .. por medio de la palabra del testimonio."
¡Nunca te desanimes! 1 Corintios 10:13 dice: "Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar". Y recuerda Romanos 8:37: "… somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó."

Memoriza los siguientes versículos

"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil." Mateo 26:41
"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros."  Isaías 53:4-5

Lección 34 La santidad del cuerpo.

Recuerdas lo que dice 1 Tesalonicenses 5:23?: "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo." Dios nos dice en este texto que nuestro cuerpo también tiene que ser santificado. Revisemos el concepto de "santidad", "santo" o "santificado" en las Escrituras.

El término usado en el Nuevo Testamento para "santo" es el griego hagios, que tiene dos acepciones o significados:
a. Separado, consagrado para Dios.
b. Puro, separado del pecado. El verbo "santificar" no es sino una variante del mismo término hagios, y significa separar algo para Dios, o separarlo de usos pecaminosos. Veamos algunas razones poderosas para buscar la santificación de nuestro cuerpo.

A. TU CUERPO, CREACIÓN DE DIOS PARA LA ETERNIDAD

La primera razón para cuidar nuestro cuerpo y guardarlo en santidad, es porque es creación de Dios y dado a nosotros para administrarlo. No tenemos derecho de hacer de nuestro cuerpo lo que se nos antoje y así dañarlo, porque en última instancia no nos pertenece.
Hay dignidad en la vida humana, dignidad que incluye nuestro cuerpo físico. El ser humano ha perdido de vista esta dignidad desde que renunció a ser creación de Dios, y aceptó la idea de que sólo es materia, y un animal entre muchos.
Esta teoría, todavía ardorosa y tercamente defendida por muchos evolucionistas, presente en casi todos los libros de texto de ciencias, y cosmovisión tácita de casi todo lo que se dice o escribe en los medios de comunicación, está cayendo más y más en el descrédito. A pesar de 120 años transcurridos desde Darwin, los científicos evolucionistas no han podido demostrar su teoría, ni presentar una sola prueba de ella.
¡No! ¡No eres descendiente del mono! ¡Eres creación de Dios! Tu espíritu y tu alma son imagen y semejanza de Dios, y tu cuerpo es habitación digna de esa imagen y semejanza de Dios; tan digna que hasta el Hijo de Dios vino a habitar en uno.
Es verdad que nuestro cuerpo también sufrió las consecuencias del pecado, y por eso sufrimos enfermedades, debilidad y la muerte, pero veamos lo que la Palabra de Dios nos revela:
a. Romanos 8:23. ¿Cuál es el anhelo de nuestro espíritu?
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b. 1 Corintios 15:51-54. ¿Qué pasará con nuestros cuerpos cuando Cristo venga?
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c. Filipenses 3:21. ¿A qué será semejante nuestro cuerpo?
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B. TU CUERPO, TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO
La Palabra de Dios nos enseña algo más sobre nuestro cuerpo. Lee 1 Corintios 6:19-20, y anota las respuestas.
 
a. ¿Qué es nuestro cuerpo?
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b. ¿Cuáles son las dos razones por las que nuestro cuerpo no es nuestro?
 
 
 
c. ¿Qué debemos hacer en nuestro cuerpo y espíritu?
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Nota que Dios llama a tu cuerpo "templo", y no simple habitación o morada. Templo es un edificio dedicado, consagrado, separado (santificado) para Dios, y no para usos profanos. Tu cuerpo es "santo", porque ha sido separado por Dios ¡para templo suyo y para su gloria! ¡Aleluya! ¡Qué privilegio!, ¿verdad? Pero todo privilegio trae responsabilidad, y la nuestra es cuidar de este cuerpo creado por Dios para templo del Espíritu Santo. Veamos algunas cosas que atentan contra la santidad de nuestro cuerpo:
 

C. LOS PECADOS CONTRA EL CUERPO

Ya hemos visto que todo pecado nace de la "carne"; es decir, de las inclinaciones pecaminosas de nuestra alma, todavía no totalmente renovada a la imagen de Cristo. Sin embargo, algunos pecados afectan de una manera especial a nuestro cuerpo.

1. La Fornicación
a. 1 Corintios 6:13-18. ¿Qué sucede con el que se une a una ramera?
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b. ¿Contra qué peca el que fornica?
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La palabra "fornicación" es traducción de la palabra griega porneia, que incluye toda inmoralidad sexual y toda relación sexual ilícita. Dios es el creador del sexo en el ser humano, y lo hizo digno y santo. Toda perversión de esa santidad es pecado, tal como la masturbación, el sexo contra natura, las relaciones homosexuales, el estímulo por medio de la pornografía, el erotismo, las fantasías sexuales, etc.
c. Romanos 1: 18-27. ¿Consecuencias de qué cosas son la homosexualidad y el lesbianismo?
 
2. Los vicios
Entendemos por vicio toda afición o hábito que esclaviza a alguna cosa o práctica.
 
a. 1 Corintios 6:12. Según este texto, ¿qué no puede permitir un cristiano?
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b. Efesios 5:18. ¿Cuál es la única "borrachera" permitida y deseable para un hijo de Dios?
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c. 1 Tesalonicenses 5:22. Anota algunos males (vicios) modernos de los cuales debemos abstenemos
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d. Romanos 13:13. ¿Por qué crees que es un pecado la glotonería?
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Tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y practicar cualquier hábito o vicio que dañe la salud del cuerpo es dañar el templo de Dios. También afecta nuestra dignidad, porque debemos vivir en la libertad de los hijos de Dios (Juan 8:36).

D. EL CUIDADO DEL CUERPO

1. La alimentación

Como hijos de Dios debemos ser cuidadosos; buscar una alimenta­ción sana y equilibrada, y no dejarnos llevar solamente por el gusto de comer, como es lo comente en el mundo. No dañemos el templo con alimentos perjudiciales para la salud.
a. 1 Corintios 10:31. ¿Cómo debemos comer o beber?
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2. El ejercicio y el descanso físicos
a. 1 Timoteo 4:8. ¿Qué dice Pablo sobre el ejercicio físico?
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El ejercicio y los deportes no son pecaminosos. Lo que Pablo dice es sólo que el ejercicio corporal "para poco es provechoso" comparado con el ejercitarse para la piedad (v.7), dando más importancia a esto último; lo cual es correcto. Pero ello no implica que no sea beneficiosa una sana práctica de ejercicios o deportes, especialmente por lo seden­tario de la vida moderna (trabajos de oficina, etc.).
b. Génesis 2:2. ¿Qué hizo Dios después de la creación?
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Dios no necesitaba descansar, pero lo hizo como modelo para nosotros, que sí debemos hacerlo. Todo exceso de trabajo daña el cuerpo. Dios, nuestro Hacedor, ha determinado que guardemos el día de reposo para dedicarlo a Él, y como descanso necesario para nuestro cuerpo.
 
3. El aseo
a. Hebreos 10:22. ¿Cómo debemos acercamos a Dios?
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La santidad va ligada a la santidad del cuerpo. La limpieza espiritual está relacionada con la limpieza del cuerpo. Es una contradicción hablar de un "santo sucio". Son mal testimonio de la fe el desaseo y los malos olores resultantes; pero también es pecado contra el cuerpo, templo del Espíritu Santo.
 
4. El arreglo físico
a. 1 Timoteo 2:9; 1 Pedro 3:1-4. ¿Cómo deben ataviarse las hijas de Dios?
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b. ¿Qué no deben usar?
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La palabra "atavío" es traducción de la palabra griega kosmos, que significa "ornamento, adorno". Ataviarse, por lo tanto, es adornarse, arreglar­ se, y es deseo innato en todos, especialmente en la mujer (Lee Jeremías 2:32). La fe no va contra los principios naturales, sino contra sus abusos.
Dios es el creador de la belleza, y adornó la naturaleza con muchas cosas hermosas (Mt 6:28-29). Lo importante es que el "adorno" o arreglo resalte la belleza propia creada por Dios, y especialmente la belleza interior, y que no la desvirtúe por su exceso u ostentación. Debe haber (1 Timoteo 2:9) decoro, pudor y modestia en todo: peinado, maquillaje, vestido, uso de adornos o joyas, etc. La coquetería y la seducción no son compatibles con la santidad de los hijos e hijas de Dios. Sí la atracción de la belleza de un carácter santo.
En cuanto al uso de pantalones por la mujer, debemos entender Deuteronomio 22:5: "No vestirá la mujer ropa de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer", a la luz del uso actual dentro de nuestra cultura. En los tiempos bíblicos los hombres usaban una especie de vestido que hoy sería considerado ropa de mujer y no de hombre. Los usos cambian con el tiempo, y los pantalones han llegado a ser ropa de mujer también.
Por último, para las cristianas viene muy bien el consejo de Pope: "No seas la primera en probar lo novedoso, ni la última en abandonar lo añoso."
 
Memoriza los siguientes versículos
 
"Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna." 1 Corintios 6:12
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?."  1 Corintios 6:19

Lección 29. Perdonando setenta veces siete

1. LA IMPORTANCIA DEL PERDÓN

Habiendo visto la importancia del amor en la lección anterior, vamos a considerar uno de los frutos que ese amor produce: el PERDÓN.

a. Gálatas 5:19-20. ¿Cuáles de las obras de la carne mencionadas aquí tienen que ver con el perdón?
Podemos añadir resentimientos, rencor, amarguras, odios, etc., sen­timientos y pasiones demasiado comunes y que hacen tanto daño, como para pasarlos por alto. Dañan las relaciones entre las personas y también la vida espiritual de los creyentes.
Notemos que la Palabra de Dios las califica como obras de la carne, otra forma de decir que son pecados, porque son contrarios al carácter santo, amoroso y benigno de Dios. Pero la gravedad de esta familia de pecados es mayor si consideramos su naturaleza esencial. Veamos
b. 1 Juan 3:15. Alguien que aborrece (o tiene resentimiento, rencor, odio, etc.) ¿qué viene a ser según la Palabra de Dios?
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c. Juan 8:44. ¿Quién indujo el primer homicidio en el mundo y es llamado el "homicida desde el principio"?
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El resentimiento, rencor, odio o ira, son diferentes grados o niveles de sentimientos que, llevados a su expresión máxima o a sus últimas consecuencias, terminan en el homicidio.

Vemos, pues, que cuando tenemos estos sentimientos o pasiones, nos introducimos en territorio de Satanás, y abrimos puertas a su influencia sobre nuestra vida. Por eso dice la Palabra de Dios en Efesios 4:26: "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo".

2. LA NATURALEZA DEL PERDÓN

Dice el diccionario: "Perdón es la remisión de una injuria, deuda, agravio, etc."
En realidad, cualquiera de los sentimientos que estamos consideran­do, es el deseo insatisfecho o compulsión a cobrar lo que consideramos una deuda para con nosotros por algún daño que nos han causado, o que creemos que nos han causado. Este deseo insatisfecho o compulsión sólo produce amargura y sufrimiento a nuestro espíritu.
Al perdonar "remitimos", es decir, enviamos la cuenta de la deuda a Dios. Renunciamos a cobrar esa deuda y se la remitimos a Dios, el Juez justo que conoce todas las cosas, las circunstancias y las intenciones del corazón mejor que nosotros, y quien es el único que tiene derecho a cobrar:
Romanos 12:19: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor."
Al hacerlo así, quedamos en paz con la persona que nos ofendió; con nosotros mismos y con Dios. ¡Gloria a Dios!


3. LA LEY DEL PERDÓN

La Palabra de Dios nos muestra una ley muy clara sobre el perdón, pero que lamentablemente olvidamos con mucha frecuencia: la ley de  reciprocidad. Analiza los siguientes textos y anota las respuestas
a. Mateo 6:12. ¿En qué se basa nuestro derecho a pedir perdón a Dios?
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b. Mateo 6:14-15. ¿Cómo se muestra la ley de reciprocidad en este pasaje?
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c. Efesios 4:32. ¿De qué manera debemos perdonar?
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Recuerda que pues, que como hijo de Dios, aunque tienes la bendita promesa de 1 Juan 1:9: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo- para perdonar nuestros pecados", también debes considerar que dicho perdón no será eficaz si tú, a tu vez, no perdonas las ofensas de otros contra ti.
 

4. PERDONANDO SETENTA VECES SIETE

Lee Mateo 18:21-35.
a. ¿Cuántas veces debes perdonar?  
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b. Si en el simbolismo bíblico el siete es el número de la perfección o de lo completo, ¿qué crees que significa el mandamiento de perdonar setenta veces siete?
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c. ¿Por quién has sido perdonado tú?
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d. ¿Cuán grande era la deuda que te fue perdonada?  
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¿Te das cuenta de que Dios nos tiene que perdonar cada día, porque m cada día le fallamos de alguna manera? Esa es la razón por la cual El nos manda que perdonemos 70 veces 7. Y como el perdón de Dios ha sido #Ti tan grande, porque grande era nuestro pecado, así también debemos así también perdonar sin importar lo grande que haya sido la ofensa contra nosotros.
Lee ahora Hebreos 10:17.

e. ¿Cómo nos perdonó Dios?
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f. Entonces, ¿cómo debe ser nuestro perdón?
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Dios tiene la capacidad para olvidar completamente nuestros peca­dos, por ser Dios. Pero El nos ha creado de tal manera que no podemos, voluntariamente, olvidar las vivencias o experiencias que hemos tenido. Pero cuando en realidad perdonamos, el recuerdo de las ofensas ya no nos causará dolor o ira. Esta es la naturaleza del olvido para nosotros, y la prueba de que el perdón ha sido verdadero.
 


5. PERDONANDO OFENSAS DEL PASADO

Es muy raro encontrar personas que no hayan tenido resentimientos o rencores desde su niñez. Puede ser tu caso con tus mismos padres, quienes quizá dieron preferencia a algún otro hijo; o con algún hermano que quizá te superaba en todo y te menospreciaba; con el maestro de escuela que te humilló delante de todos; con el esposo que te abandonó; o quizá tu padre o tu madre te abandonó cuando eras un adolescente; o un hombre te violó cuando niña; o un jefe te despidió injustamente, etc.
El tiempo ha pasado y sigues sintiendo el resentimiento o el rencor. Posiblemente has cortado toda relación con esa o esas personas hasta ahora, o no puedes verlas sin sentir incomodidad, dolor o hasta ira.
Quizá antes nunca pudiste perdonar, pero ahora ya eres un hijo o una hija de Dios. Recuerda lo que dice la Palabra de Dios: "El amor de Dios ha sido derramado en tu corazón por su Espíritu Santo", y "Dios no te ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio".
Dios te ha perdonado todos tus pecados. Ya eres libre de toda condenación, pero también de toda culpa: no permitas que un resenti­miento o rencor te ate, e impida que esa libertad fluya en gozo y alabanza a Dios y en amor para con todos.
Renuncia en oración a cobrar toda ofensa. Remítela a Dios. Pide perdón a Dios por el resentimiento que has tenido y, si es posible y necesario, ve donde esa persona; dile que ya la has perdonado y pídele perdón por haber estado resentida con ella. Hazlo sin importarte cuál sea su reacción. Tú cumple con tu deber. Lo que haga la otra persona es su responsabilidad delante de Dios y no tuya. Dice Ro 12:18: "Si es posible, en cuanto dependa de vosotros… estad en paz con todos los hombres".
 


6. PERDONANDO OFENSAS DEL PRESENTE

¿Qué enseña la Palabra de Dios en cuanto a tu relación con otros, y en especial con tus hermanos en Cristo?

A. Colosenses 3:12: Debemos "vestirnos" de ciertas virtudes
 
a. De misericordia, para perdonar y hacer bien a todos, aunque no lo merezcan.
b. De benignidad, para tratar amablemente a todos, aunque ellos no lo sean con nosotros.
c. De humildad, para no considerarnos superiores a aquellos que nos fallan, porque también somos pecadores.
d. De mansedumbre, para aceptar las ofensas de los hombres como parte del plan de Dios con nosotros, y por lo tanto sin discutirlo.
e. De paciencia, para soportar las pruebas con serenidad y esperanza, sabiendo que sirven para forjar nuestro carácter a la semejanza de Cristo.
 
B. Colosenses 3:13: Hay dos cosas que debemos hacer:
a. Soportarnos unos a otros, reconociendo que todos somos pecadores, que todos tenemos defectos, y que todos estamos en el proceso de perfeccionamiento.
b. Perdonarnos unos a otros, de la manera que Cristo nos perdonó y nos sigue perdonando con paciencia cada día nuestros pecados, fallas y negligencia.
 
C. Colosenses 3:14: Sobre todo:
Debemos "vestirnos" de amor, ese AMOR ÁGAPE que estudiamos en la lección anterior, el amor de Dios que nos permite amar hasta nuestros enemigos. El amor de Dios es el "vínculo perfecto" de la unidad cristiana, que no puede ser roto por nada. "El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas", dice Proverbios 10:12.
 

7. EL FRUTO DEL PERDÓN! PAZ, GOZO, LIBERTAD… Y MÁS AMOR A DIOS!

¡PAZ, GOZO, LIBERTAD… Y MAS AMOR A DIOS!
  

Memoriza los siguientes versículos

"Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo."  Efesios 4:26
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". 

Lección 22. La alabanza y la Adoración a Dios

Leemos en la Palabra de Dios: "Dios es Espíritu; y los que le adoran en espíritu y en realidad es necesario que le adoren" (Juan 4:24), y "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre" (Hebreos 13:15).

En las Escrituras encontramos los conceptos de alabanza y adora­ción, con sus variaciones, más de 570 veces. ¿Qué es alabar a Dios? ¿Qué es adorar a Dios? ¿Por qué son tan importantes a la luz de la Palabra de Dios? ¿Cómo debemos hacerlo? Esta lección te ayudará a encontrar las respuestas en la Biblia misma. Pide en oración que lo que aprendas redunde en una relación mucho más profunda y gozosa con el Señor.

Cuando nacemos de nuevo por la fe en Jesucristo, surge en nuestro corazón gratitud y gozo por el perdón de nuestros pecados y por la libertad espiritual que sentimos. Además, el Espíritu Santo revela a nuestro espíritu el amor de Dios, su bondad, perfección, hermosura y santidad.
Como resultado de esto surgen dos sentimientos totalmente nuevos en nosotros: el deseo de alabar y el de adorar a Dios.
Sentimos la necesidad de expresar nuestro gozo y alegría por tantas cosas buenas que nos da, y lo hacemos orando o cantando. Sentimos el deseo de hablar o de cantar sobre su grandeza, su amor, su poder y su santidad. ESTO ES LA ALABANZA.
Tenemos necesidad de expresarle nuestro amor, nuestra gratitud y admiración, y sumergimos en su amor y su grandeza; quedar extasiados en la hermosura de su presencia. ESTO ES ADORACIÓN.
Vamos a ver algunas enseñanzas importantes en los Salmos, cuyos temas centrales son precisamente la alabanza y la adoración. Lee los textos que se te indican y responde a las preguntas que siguen.

 1. LA ALABANZA

A. ¿QUÉ ACCIONES SE DESCRIBEN EN LOS SIGUIENTES TEXTOS, QUE. SON ACCIONES DE ALABANZA?
    a. Salmo 95:1
    b. Salmo 96:2
    c. Salmo 96:3
    d. Salmo 96:8
B. ¿QUÉ SENTIMIENTOS Y ACTITUDES CARACTERIZAN A LA ALABANZA SEGÚN ESTOS VERSÍCULOS?
    a. Salmos 95:1
    b. Salmos 100:2
    c. Salmos 103:2
C. ¿CON QUÉ DEBEMOS ALABAR A DIOS?
    a. Efesios 5:19
    b. Salmo 98:4
    c. Salmo 149:3
    d. Salmo 150:3-6
D. ¿DÓNDE Y CUÁNDO DEBEMOS ALABAR A DIOS?
    a. Efesios 5:19
    b. Salmo 149:1
    c. Salmo 149:5
    d. Hebreos 13:15
(Vemos, pues, que la alabanza es la expresión de un alma agradecida, que siente alegría, júbilo, emoción, por la grandeza de un Dios lleno de amor; y por las bendiciones que recibe de El. Y expresa esa emoción sin inhibiciones con palabras, cantando, clamando, con instrumentos musi­cales, aplaudiendo, danzando, ofrendando, etc.
Es importante recordar que la alabanza es expresión de un sentimien­to genuino del corazón. Es más que simplemente cantar, palmear o decir frases aprendidas, imitando a otros. Es exteriorizar una vivencia interior genuina.)
E. LA ALABANZA Y NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO
¿Cómo describe Hebreos 13:15 lo que es la alabanza?
    a. Un   ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
    b. Fruto de ………………… que ……………………    
La alabanza es también un SACRIFICIO. Es decir, algo que ofrece­mos voluntariamente a Dios, no sólo porque sentimos el deseo de hacerlo, sino porque debemos hacerlo. Dios merece nuestra alabanza independientemente de nuestro estado de ánimo. Su grandeza y nuestra deuda de gratitud no son alterados por los cambios en nuestras emocio­nes.
F. BENDICIONES DE LA ALABANZA
    a. Salmo 22:3: Dios habita en medio de la alabanza de su pueblo.
    b. Apocalipsis 12:11: Tenemos victoria sobre Satanás por medio de la palabra del testimonio (o confesión). Cuando alabamos, confesamos la Palabra de Dios, confesamos el nombre de Jesús (Hebreos 13:15).
    c. Salmo 96:23: La alabanza anuncia y proclama las maravillas de Dios, afectando el corazón de los hombres. Es un factor importante para la salvación de almas.

2. LA ADORACIÓN

Es más difícil de entender por ser más subjetiva e interior, más propia del espíritu. Todo creyente puede adorar a Dios, pero sólo cuando está lleno del Espíritu puede adorar en espíritu y en verdad. Es una de las bendiciones del bautismo con el Espíritu Santo.
 
A. ¿QUÉ ACCIONES ACOMPAÑAN A LA ADORACIÓN SEGÚN LOS VERBOS USADOS EN LOS SIGUIENTES TEXTOS?
    a. Salmo 95:6
    b. Apocalipsis 4:10; 7:1
    c. 1 Corintios 14:25
B. ¿QUÉ SENTIMIENTOS Y ACTITUDES ESTÁN RELACIONADOS CON LA ADORACIÓN EN LOS SIGUIENTES VERSÍCULOS?
    a. Salmo 95:7: "Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano."
*       Amor, intimidad, sentido de pertenencia, de protección.
    b. Salmo 96:9: "Adorad a Jehová en la hermosura de su santidad; temed delante de Él toda la tierra.­
*       Admiración, reverencia.
    c. Apocalipsis 4:10-11: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas."
*       Sobrecogimiento por la grandeza y el poder de Dios.
    d. Lc 7:36-38: Cuando la mujer pecadora ungió los pies de Jesús fue un símbolo de la adoración. Expresa: quebrantamiento ("llo­rando,…"); humildad ("comenzó a regar con lágrimas sus pies"); amor ("y besaba sus pies"); deseo de agradar ("y los ungía con el perfume"). El romper el frasco de alabastro y el costo del perfume simbolizan de manera hermosa el deseo de dar todo de sí en la adoración.
C. ¿QUÉ ES, EN ESENCIA, LA ADORACIÓN?
    a. Es cumplimiento del primer y más grande mandamiento: "Ama­rás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente".
    b. Es la relación más profunda entre el creyente y su Dios. Es el amor respondiendo al amor. Es el creyente dándose a sí mismo en amor a su’ Dios. Es la expresión más plena de gratitud, amor, admiración y reverencia; no tanto por las bendiciones que recibe, sino por lo que El es y por la inmensa gracia de su amor.
D. LA EXPRESIÓN DE LA ADORACIÓN.
    a. La adoración es esencialmente interior, subjetiva y espiritual, pero se exterioriza de diferentes maneras
*       Momentos de silencio, quietud, contemplación, solemnidad.
*       Momentos de reverencia profunda, quebrantamiento y lágri­mas.
*       Adorando con palabras y con el entendimiento, o con lenguas del Espíritu.
*       Cantando con el entendimiento o con el espíritu.
    b. La forma de expresión no determina su intensidad. Lo que hacemos no produce adoración. Es la adoración lo que busca expresarse, así como los abrazos y besos no producen amor, sino que el amor busca expresarse por medio de ellos.
    c. Las limitaciones de la adoración. No importa la forma de expresión que usemos, nunca podremos expresar plenamente todo lo que sentimos en la presencia de Dios, ni tampoco podemos adorar todo lo que Dios merece, debido a nuestras limitaciones e imperfecciones humanas. Por eso es necesaria la adoración corpo­rativa como iglesia. Lo que no podemos hacer individualmente como miembros, el cuerpo de Cristo sí lo puede hacer. Por eso es tan importante la participación de cada creyente en los cultos de adoración de la iglesia.
    d. Las bendiciones de la adoración. Adorar es entrar en la presencia de Dios; es entrar en contacto con la gloria de Dios. ¿Qué produce esto según los siguientes textos?
*       Salmo 16:11
*       2 Corintios 3:18
 
Memoriza el siguiente versículo
“Bendice alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo. nombre. Bendice, alma mía, a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios." Salmo 103:1,2

Lección 17. Una nueva Familia: La iglesia

 
Al recibir a Cristo como tu Señor y Salvador personal, has nacido de nuevo y has sido incorporado a UNA NUEVA FAMILIA: LA FAMILIA DE DIOS, QUE ES LA IGLESIA DE CRISTO.
 

A. DEFINICIÓN Y CONCEPTOS

Al hablar de Iglesia, no estamos refiriéndonos a ningún edificio o templo, sino a personas que han nacido de nuevo por la fe en Jesucristo.
La palabra griega en el Nuevo Testamento traducida por "iglesia" es ecclesia, que significa "congregación de llamados", es decir, los que han sido llamados por el Señor. Por otro lado, encontramos dos acepciones de la palabra "iglesia" que pudiéramos llamar las dos dimensiones de la Iglesia:
1. La Iglesia universal o invisible, compuesta por el conjunto de personas regeneradas por la obra del Espíritu Santo basándose en su fe puesta en Jesucristo como Señor y Salvador. Incluye a los redimidos de todos los tiempos, razas y naciones, condición social o cultural, así como de las diferentes denominacio­nes cristianas sin distinción. La condición es haber nacido de nuevo por la fe en Jesucristo, y mostrarlo por los frutos en su vida (Mateo 7:15-20).
2. La iglesia local o visible, conformada por el conjunto de creyentes que se reúnen en un lugar determinado con fines de adoración a Dios, instrucción en la Palabra, comunión unos con otros, testimo­nio y servicio.
Pregunta 1. Al hablar de Iglesia, nos estamos refiriendo a: 
O a. Un edificio o templo.
O b. Un edificio de una organización ubicado en un lugar específico del Mundo.
O c. A personas que han nacido de nuevo por la fe en Jesucristo.
B. LA RELACIÓN DE LA IGLESIA CON CRISTO
 
La Palabra de Dios usa tres figuras para describir la relación de la Iglesia con Cristo.
 
1. Figura: Un edificio con cimientos de roca.

 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
1 Corintios 3:9,11

 as iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. 1 Corintios 16:19;

Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Mateo 16:18

En esta figura el énfasis es puesto sobre el fundamento de la iglesia, que es Cristo, y la morada de Dios en ella por su Espíritu Santo.
 
 
2. Figura: Bautismo (sumergir) 
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 1 Corintios 12:13;

y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Efesios 1:22-23

 
Aquí el énfasis es puesto en la relación vital de la Iglesia con Cristo. Él es la cabeza de la Iglesia, y ella depende de Él. También muestra que la Iglesia está llamada a continuar la obra redentora de Cristo en la tierra, porque ella es su cuerpo, y Él la cabeza.
 
3. El amor recíproco entre la Iglesia y Cristo. Figura: El amor recíproco de un Matrimonio
pues los celo, con el celo de Dios mismo. Los prometí como una novia pura a su único esposo: Cristo.
2 Corintios 11:2

Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido. Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella. Efesios 5:24-25

El énfasis en esta figura es el amor recíproco entre la Iglesia y Cristo, y señala a la unión final en el cumplimiento del plan de redención.

 

C. LA NATURALEZA DE LA IGLESIA LOCAL

1. Sólo deben ser miembros de la Iglesia local los que son miembros de la Iglesia Universal por haber experimentado el nuevo nacimien­to.
2. La relación del creyente con la Iglesia refleja su relación con Cristo; y como cada creyente reconoce en cada otro a un hermano en Cristo, todos los miembros de la Iglesia están en un plano de absoluta igualdad (Mateo 23:8-10). No hay lugar en la Iglesia para ningún tipo de discriminación.
3. El objeto de la Iglesia local es la gloria de Dios en el establecimiento de su Reino, tanto en los corazones de los creyentes como en el mundo (Efesios 1:5-6,11-12). Este objetivo se promueve mediante:
  a. La adoración unida
  b. La oración unida
  c. El cuidado y exhortación mutuos
  d. La instrucción en la Palabra de Dios
  e. El testimonio al mundo.
4. La ley de la Iglesia es la voluntad del Señor Jesucristo, revelada en su Palabra escrita y por la guía del Espíritu Santo, lo que resulta en una vida de santidad y de amor.
 

D. LA UNIDAD EN LA IGLESIA

Dios pone mucho énfasis en la unidad que debe haber en la Iglesia de Cristo. Aunque podemos ser de diferentes culturas, sociedades o razas, todos hemos sido incorporados por el Espíritu Santo al cuerpo de Cristo, y hechos miembros del mismo cuerpo.

Por lo tanto, hay una unidad orgánica indestructible, que trasciende las diferencias y errores humanos, y que se debe reflejar en nuestras relaciones de unos con otros.
 
Responde las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es el mandamiento del Señor Jesucristo a sus discípulos en  Juan 13:34-35?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
2. ¿Qué pidió fervientemente el mismo Señor en su oración en Juan 17:20-23?
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……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

3. ¿A qué se nos exhorta en Efesios 4: l-6?
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……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

 
El énfasis en 1 Corintios 12:13-27 es la unidad e interdependencia entre los miembros del cuerpo de Cristo: NOS NECESITAMOS UNOS A OTROS, Y DEBEMOS VIVIR EN UNIDAD Y AMOR.

E. LA DIVERSIDAD DENTRO DE LA IGLESIA

La contraparte de la unidad del cuerpo de Cristo, es la diversidad de funciones dentro de él, de la misma manera en que hay diversidad de funciones dentro del cuerpo humano.
 
Responde las siguientes preguntas:
1. Romanos 12:4,5 nos enseña que todos los creyentes son
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2. ¿Quién determina la función o ubicación de cada creyente dentro de la iglesia según 1 Corintios 12:18?
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3. ¿Hay algún miembro inútil según 1 Corintios 12:20-22?
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4. ¿Cuál es la responsabilidad de cada cristiano para con los demás según 1 Pedro 4:10?
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F. EL GOBIERNO DE LA IGLESIA

La autoridad dentro de la Iglesia es de naturaleza primordialmente espiritual y no legal, aunque siempre sea necesario tener algún tipo de Estatutos o Reglamentos que permitan cumplir al mismo tiempo con las exigencias que establece la ley para las Asociaciones Religiosas, como es la figura legal de la Iglesia. La Biblia nos manda obedecer a la ley en todo lo que no se oponga a la ley de Dios (Hechos 5:29; Romanos 13:1-6).
El Pastor es el guía espiritual de una iglesia local, y tiene la respon­sabilidad de proveer el alimento espiritual, guiar y adiestrar a los creyen­tes de su congregación, preparándolos para el ministerio.
 

Responde las siguientes preguntas:

1. Según Efesios 4:11, ¿quiénes han sido dados por Dios a la Iglesia para su edificación?
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2. Según 1 Pedro 5:2-3, ¿cuál es la responsabilidad de los pastores para con la Iglesia?
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3. En Hebreos 13:7,17, ¿cuál debe ser la actitud de la Iglesia para con sus pastores?
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G. LAS ORDENANZAS EN LA IGLESIA

Las ORDENANZAS son los ritos externos que Cristo ha ordenado que sean administrados en su Iglesia, como símbolos visibles de la verdad salvadora del Evangelio. Son símbolos, porque expresan vívida­mente esta verdad y la confirman en el creyente.
En el Nuevo Testamento encontramos sólo dos ordenanzas, que son las que se practican en todas las Iglesias cristianas evangélicas.
1. EL BAUTISMO
El bautismo cristiano es la inmersión del creyente en agua como señal de su entrada a la comunión con la muerte y resurrección de Cristo; en señal de su regeneración o nuevo nacimiento al unirse por la fe con Cristo.
 

a. Simbolismo del bautismo.

Más específicamente, el bautismo en agua es:
(1) Símbolo de una vida nueva liberada del castigo y del poder del pecado (Romanos 6:4). Al entrar en las aguas, el creyente confiesa estar enterrando todos sus afectos corrompidos y pecados pasados; y al salir, declara recibir por fe la vida resucitada de Cristo para una nueva vida y esperanza.
(2) Símbolo de la unión del creyente con Cristo (Romanos 6: 3,5; Colosenses 2:12). El bautismo representa la muerte y resurrección de Cristo como la del creyente, expresando así la identificación y unión entre ambos.
(3) Símbolo de la unión espiritual de todos los creyentes en Cristo (Efesios 4:3-6). Allí es el bautismo y no la Santa Cena lo que simboliza la unidad cristiana.
 
b. Forma de administración del bautismo.
La única forma bíblica para el bautismo en agua es por inmersión.
Las razones son las siguientes:
(1) La palabra griega traducida como "bautizar" es baptizo, que significa "sumergir, hundir".
(2) Juan el Bautista bautizó por inmersión en el Jordán (Mr 1:9-10). (3) El mismo simbolismo exige que el bautismo sea por inmersión: Al entrar en el agua morimos al pecado; al salir resucitamos para Dios. (4) El testimonio histórico nos muestra que en la Iglesia apostólica el bautismo fue por inmersión.
c. El bautismo es un mandato para todo creyente
Aunque la salvación no es por el bautismo sino por la fe en Cristo, sí es una expresión fundamental de la obediencia que acompaña a una fe genuina, y testimonio que sella el compromiso con Dios. Muchos han sido bautizados siendo niños debido a la tradición religiosa, pero al convertirse preguntan qué deben hacer. Veamos la enseñanza bíblica al respecto:
 
Responde las siguientes preguntas:
1. Hechos 2:38. ¿Qué se nos dice que debemos hacer antes de bautizamos?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

2. Marcos 16:16. ¿Qué es antes del bautismo?
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……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

3. Hechos 8:36-37. ¿Cómo debía creer el etíope para poder ser bautizado por Felipe?
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……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

4. A la luz de lo visto, ¿es bíblico (y por tanto válido) el bautismo de los niños?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

5. A la luz de la Biblia, ¿consideras que el bautismo es una opción que puedes recibir o rechazar, o es un mandato para ti, que debes obedecer por amor a Dios?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

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2. LA SANTA CENA
La Cena del Señor, Santa Cena o Eucaristía, es un rito externo instituido por el mismo Señor Jesús, en el que la Iglesia reunida come el pan y bebe el vino, en señal de su constante dependencia del Salvador crucificado y resucitado como la fuente de su vida espiritual.
a. Simbolismo de la Santa Cena.
Entrando en detalles, la Santa Cena es:
(1) Símbolo de la muerte sustituta de Cristo por nuestros pecados (Marcos 14:24; Lucas 22:19; 1 Corintios 11:24,26).
(2) De la unión del creyente con Cristo (1 Corintios 10:16).
(3) Símbolo de la continua dependencia del creyente, de su Salvador resucitado, para su vida espiritual.
(4) Símbolo de la unión de todos los creyentes en Cristo (1 Corintios 10:17).
 
b. Forma de administración de la Santa Cena.
Responde las siguientes preguntas:
1. Según Mateo 26:26-28 y 1 Corintios 11:27-29, ¿qué elementos se deben administrar a los creyentes?
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2. ¿Es bíblico que se administre sólo pan a los creyentes, mientras el que oficia sí toma pan y vino?
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c. ¿Cómo debemos participar de la Santa Cena?
 
Hemos visto el significado y la solemnidad de la Santa Cena; un momento muy precioso de comunión con Dios. En ella le expresamos a Dios nuestra gratitud por la muerte redentora del Señor Jesucristo; nuestra identificación con ella; y nuestro gozo por la comunión con Él. Pero también nos apropiamos por la fe del poder de la vida resucitada de Cristo al "comer de su carne"; es decir, por la fe recibimos una vez más de la vida del Cristo resucitado, con todo lo que Él logró para nosotros en el Calvario.
Es por eso que la Palabra de Dios nos advierte: "De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor" (1 Corintios 11:27-32).
 

Memoriza los siguientes versículos

"Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste."  Juan 17:21
"No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.  Hebreos 10:25
 

El amor fraternal en la Iglesia

Uno de los aspectos fundamentales en tu camino hacia la madurez cristiana es la práctica del amor fraternal en la congregación de los santos. Ni tú, ni yo, ni nadie, puede decir que ha llegado a la madurez cristiana si no es capaz de amar a sus hermanos, aceptándolos tales como son.
Nuestra madurez espiritual no es cuestión de cuántos años tengamos en la vida cristiana, sino de la manera en que vamos asimilando los principios espirituales, y éstos llegan a ser parte de nuestro carácter y rectores de nuestra conducta, a partir del nuevo nacimiento.
La madurez cristiana es descrita por la Palabra de Dios de varias maneras y usando varios conceptos equivalentes: es el crecimiento del «Cristo en nosotros»; es la rendición del «yo» carnal y egoísta; es el «andar en el Espíritu»; es el ir alcanzando la «estatura de la plenitud de Cristo»; es la santificación; es avanzar en el camino a la perfección.
Pero todos estos conceptos no deben ser meramente doctrinas en el papel, ni palabras hermosas no respaldadas por la práctica. La doctrina cristiana bíblica es eminentemente práctica:
«Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos» (Santiago 1:22)
«Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana» (Santiago 1:25-26).
Con esto en mente volvamos al tema del amor fraternal, como una de las expresiones prácticas de una genuina madurez espiritual en la vida cristiana.

A. EL AMOR FRATERNAL COMO MANDAMIENTO

Al estudiar sobre el amor ágape, vimos la gran importancia que da Dios a la unidad y el amor entre sus hijos. Será muy bueno recordar algunas enseñanzas de la Palabra de Dios sobre el tema, antes de avanzar a los aspectos prácticos del amor fraternal. Lee los siguientes pasajes, pidiendo que el Espíritu Santo los grabe bien en tu corazón, y con esa base empezar a ver en la Palabra de Dios cómo puedes expresar en la iglesia, y de una manera práctica, «el amor de Dios que ha sido derramado en tu corazón por el Espíritu Santo que te fue dado» (Ro.5:5).
1. Juan 17:20-21. ¿Qué ruega el Señor Jesucristo en su oración por la Iglesia?
2. Juan 17:21,23. ¿Por qué es tan importante la unidad de los hermanos en Cristo?
3. Romanos 12:10. ¿Cuál es el mandato de Dios por medio del apóstol Pablo?
4. 1 Pedro 1:22. ¿Cómo debe ser el amor de los unos por los otros según el apóstol Pedro?
5. 1 Juan 3:11,23. ¿Cuál es el mensaje permanente de la fe cristiana según el apóstol Juan?
Con todo lo anterior como fundamento y punto de partida, veamos ahora en las Escrituras cómo debe expresarse el amor fraternal en maneras concretas y prácticas. Para ello vamos a revisar algunas cosas que no debemos hacernos los unos a los otros, y que encontramos como mandatos de Dios.

B. LOS «NO» DEL AMOR FRATERNAL

Lee los pasajes indicados, y anota lo que no debemos hacernos los unos a los otros. (Los pasajes están en el orden en que aparecen en la Biblia, y no por temas, para mayor facilidad en el estudio).
1. Romanos 13:8:
2. Romanos 14:13:
¿Por qué no debemos hacerlo, según Mateo 7:1?
3. Gálatas 5:26:
4. Colosenses 3:9:
5. Santiago 4:11-12:
¿Por qué no debemos hacerlo?
6. Santiago 5:9:
¿Por qué no debemos hacerlo?
7. 1 Pedro 3:8-9:
¿Por qué no debemos hacerlo?
           

C. LOS «UNOS A OTROS» DEL AMOR FRATERNAL

Pero el amor fraternal no consiste sólo en prohibiciones y «no», sino que demanda acciones positivas de parte nuestra, para bendición de nuestros hermanos.
1. Romanos 15:7:
¿Cómo debemos hacerlo?
¿Cómo nos recibió Cristo?
2. Romanos 15:14:
3. Gálatas 5:13:
Piensa en algunas maneras prácticas de hacerlo:
4. Gálatas 6:2:
¿Cómo podemos cumplir este mandato?
5. Efesios 4:2,25, 32:
6. Efesios 5:21; 1 Pedro 5:5:
¿Qué se requiere para hacerlo?
7. Colosenses 3:13:
¿Cómo debemos hacerlo?
8. Colosenses 3:16:
9. 1 Tesalonicenses 5:11:
10. Hebreos 13:16:
¿Qué necesitamos tener para poder hacerlo?
11. Santiago 5:16:
¿Por qué debemos hacerlo?
¿Cómo podemos cumplir este mandato?
12. 1 Pedro 4:9:
Detente por un momento, y haz un balance de tu propia conducta a la luz de los «no» y los «unos a otros» vistos hasta aquí. Anota tus puntos débiles, y ora para que el Espíritu Santo te ayude a superarlos.

D. OTRA EXPRESIÓN DEL AMOR FRATERNAL

Una de las maneras prácticas en que actúa el amor fraternal como expresión de madurez cristiana, es la renuncia a derechos que pueden ser muy legítimos, cuando ello puede traer un bien espiritual al hermano.
1. 1 Corintios 6:1-7. ¿Qué es mejor según Dios: entablar una demanda judicial a un hermano en defensa de nuestros derechos; pedir que hermanos espirituales sirvan de árbitros, sometiéndonos a su deci­sión; o renunciar a dichos derechos en aras de la unidad de la iglesia?
2. Lee 1 Corintios 8:1-13. ¿Cuál es el principio divino que encuentras en los versículos 9 y 13?
¿A qué cosas de la vida diaria puedes aplicar este principio?:
Este es, quizá, uno de los aspectos más decisivos en el camino a la madurez cristiana: la renuncia al yo y a los beneficios propios en bien del hermano y para la gloria de Dios. Es la exhortación de la Palabra de Dios en Filipenses 2:3-8. Medita bien en ello, y ora en este mismo momento, si así lo sientes, declarando tu disposición a renunciar a todo egoísmo, y a renunciar a tus derechos, si con ello resultare un genuino bien espiritual para algún hermano en Cristo. Pide que el Espíritu Santo te llene con su amor y te ayude a cumplir esta decisión.
Memoriza el siguiente versículo
«Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.»
Romanos 12:10
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